Bogotá — Aunque aún no se sabe cuáles serán los congresistas que ocuparán una curul entre el 2022 y 2026, ya se empiezan a hablar de cuáles son sus principales tareas en materia económica, qué proyectos deberían impulsar para apoyar el desarrollo socioeconómico del país, entre otros.
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Expertos consultados por Bloomberg Línea hablaron de cuáles son esos pendientes económicos que no debería dejar pasar el nuevo Congreso y cómo hacer para que se logre discutir y aprobar reformas que hagan cambios estructurales y no momentáneos o de corto plazo, como suele pasar en la mayoría de veces.
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Para Alejandro Reyes, economista principal de Bbva Research, el principal tema económico, en el que el legislativo juega un papel central, es el mercado laboral. El alto nivel de desempleo e inactividad son una mezcla insostenible en el mediano plazo para Colombia.
“Por ende, se requiere de una reforma laboral que permita modernizar el mercado laboral y reducir las fricciones que le dominan. La flexibilidad laboral permitiría una mejor respuesta económica que en el mediano plazo se traduciría en un mayor nivel de empleo, menor desempleo, así como una duración menor de este”, añadió Reyes.
De la mano de este tema hay un segundo factor, que es una arista del mismo problema: la informalidad, comentó el experto de Bbva al agregar que “el Congreso puede jugar un papel importante acompañando una política industrial y de producción que permita materializar ganancias de la formalidad empresarial en ganancias de formalidad laboral. Una reforma tributaria que permita simplificar hacer empresa y cree los incentivos para transitar de la informalidad a la formalidad”.
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Tercero, comentó Reyes, está la reforma fiscal. “Una que flexibilice las reglas del gasto y permita redireccionar el gasto en fines más productivos, que evite el incremento del gasto por regla atado al incremento de los ingresos corrientes. Una revisión estructural a los subsidios y una focalización del gasto. Pero también que llegue a los ingresos, procurando menores exenciones y mayor cobertura”.
Para el experto, hay una cuarta tarea que puede impulsar el Congreso: mejorar la competitividad del país y . materializar el incremento de la productividad. “Para ello necesita varios de los puntos anteriores: formalidad, empresarial y laboral, flexibilidad y actualización laboral, eficiencia en tributación y gasto, pero también concentrarse en la provisión de bienes públicos productivos, como la infraestructura de vías, de comercio, de logística, mejor educación, entre otros”.
Como complemento a lo expuesto, desde la visión de Germán Machado, docente de economía de la Universidad de Los Andes, también es importante que desde el nuevo Congreso se trabaje en la extensión de los programas sociales que fueron creados en la emergencia de 2020 que aunque fueron ampliados en 2021, terminan en 2022. Un ejemplo de estos es Ingreso Solidario que llega a 4 millones de hogares con un apoyo económico inicialmente de $160.000 al mes.
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Machado agregó que la financiación de esos programas sociales y el ajuste macroeconómico que quedó aplazado para el próximo gobierno obligan a hacer una tributaria. “Se debe desmontar buena parte de la última reforma tributaria y controlar seriamente el gasto público. En el gobierno de la austeridad el gasto público aumento a ritmos de 20% anual y se crearon 7 cargos diarios”.
“Es inaplazable una reforma laboral que se concentre especialmente en el sistema de seguridad social. Crear empleo debe ser la obsesión y reducir la informalidad que hoy sufren 2 de cada 3 personas”, continuó exponiendo el docente de los Andes al añadir que “los tres temas económicos en mención van a ser cruciales en el nuevo Congreso, en un panorama de alta inflación, alto desempleo y pobreza extrema creciendo”.
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Cómo hacer que se debatan y aprueben reformas estructurales
“La receta no es clara, pero se requiere de un legislativo consciente de su responsabilidad en la transformación de temas económicos clave para garantizar que esas dificultades sociales queden atrás”, resaltó Reyes.
El experto de Bbva Research añadió que muchas de las políticas se pueden plantear en un esquema transicional, al ser cambios fuertes, quizás ajustes escalonados, preacordados, pueden ayudar a que sean con mayor aceptación. Pero sin lugar a dudas “se requiere que la sociedad entienda el beneficio que implica el cambio que se plantea, y para ello se requiere mejorar la comunicación y la reputación”.
Por último, Reyes dijo que creen que el nuevo Congreso será más diverso lo que trae aspectos positivos en representatividad, “pero a la vez implica que lograr acuerdos será más complejo, por lo que a pesar de la necesidad de muchas de estas reformas, de la urgencia de algunas y de la importancia de otras, no contemplamos que la agenda sea de fácil trámite”.
