Bloomberg Línea — La inestabilidad política en Perú parece no tener freno. A tan solo unos meses del inicio del gobierno de Pedro Castillo Terrones, la bancada de Renovación Popular presentó una nueva moción de vacancia contra el mandatario, con el respaldo de 50 congresistas que están de acuerdo con la salida del presidente.
La presentación de esta iniciativa se dio en paralelo a la presentación del gabinete ministerial que preside Aníbal Torres, cuarto titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) en cerca de ocho meses de gobierno de Castillo. Este último miércoles en la madrugada su gabinete recibió la confianza del Congreso, aunque fue el gabinete que más votos en contra recibió.
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Este jueves 10 de marzo el Congreso se reunirá en pleno para dar cuenta de esta moción, que necesitará la votación de por lo menos el 40% de los legisladores para que se apruebe el inicio del debate. En la misma sesión, se admitirán a debate tres mociones de interpelación ministerial: una contra el ministro de Justicia, Ángel Narro, y dos contra el controvertido ministro de Salud, Hernán Condori.
“Ya se cumplió la tarea de presentar la moción de vacancia. Ahora se va a dar cuenta en el pleno de hoy o el pleno de mañana y se fijará la fecha para que el presidente venga al Congreso para hablar”, explicó a los medios el vocero de Renovación Popular, Jorge Montoya.
Para que una moción surta la primera etapa, la de presentación, se requieren al menos 26 firmas de congresistas y en esta ocasión se tuvo el respaldo de 50. Ahora, para iniciar un debate de juicio político, serán necesarios 52 votos a favor por parte de los legisladores, cifra que Montoya asegura que van a lograr.
“Yo creo que sí lo vamos a tener, porque hay muchos más que no han estado en lista (...) Son las situaciones, ustedes van a ver cómo es el Congreso, somos 130 congresistas que no pensamos igual, hay un grupo que pensamos que la vacancia es la solución y no la confianza (del gabinete)”, añadió Montoya.
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Una vez se logre la mayoría para comenzar el debate y que Castillo asista al Congreso para enfrentar la moción, será necesario que 87 de los 130 miembros del Congreso respalden la iniciativa y entonces Castillo sería destituido.
Para Denisse Rodríguez-Olivari, politóloga peruana de la Universidad Humboldt de Berlín, el espíritu de “sacar” a Castillo de la presidencia ha sido permanente. En diálogo con Bloomberg Línea señaló que el mandatario tiene un “gran problema”, pues “puede salvar en ciertas ocasiones el intento de vacancia, pero creo que va a continuar este espíritu hasta que por fin se logre. Tiene que ocurrir algo en el ejercicio de sus funciones que constituya una de las causales de la vacancia contenidas en la Constitución”.
En esta ocasión, el documento radicado en el Congreso reúne diversos argumentos, como contradicciones del presidente en sus declaraciones, las investigaciones por presunta corrupción a varios miembros de su gabinete ministerial, denuncias sobre un ‘gabinete paralelo’ y posibles licitaciones a favor de la empresa Heaven Petroleum Operators.
“Cuestionadas designaciones, declaraciones problemáticas y situaciones poco transparentes (...) En las que se evidencia una reiterada conducta que consideramos califica como incapacidad moral permanente, ya que una vez cuestionado por ese accionar, el señor Castillo no ha reflexionado, y menos corregido su conducta”, precisa uno de los apartados de la moción.
En diciembre de 2021, Castillo resistió y pasó la prueba en la primera moción de vacancia por incapacidad moral, con la cual se puede destituir a los mandatarios en Perú por diversas razones que considere el legislativo.
Ante estos argumentos y los presentados en la moción de diciembre, para la politóloga es necesario modificar la Constitución: “El tema de incapacidad moral puede ser todo y puede ser nada. Hay ciertas causales que deberían ser especificadas para evitar que sea utilizada como una herramienta política, que lo ha sido”.
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Además, Rodríguez-Olivari precisó que esta situación de inestabilidad política que ha enfrentado Castillo en casi ocho meses no le conviene a Perú. Al tiempo, expuso que el actual Congreso está “fragmentado” y en esas condiciones resulta “difícil” que un presidente encuentre condiciones para asumir un rol autoritario.
“En términos generales, no solo ahora, cualquier tipo de situación que erosione el orden democrático es malo para cualquier país; sobre todo para el Perú, que siendo una economía emergente, no hay nada que le convenga más que haya estabilidad política que se traduzca también en estabilidad financiera y fiscal”, finalizó la experta.
