El futuro del Chelsea queda en el limbo tras las sanciones a Abramovich

El Gobierno birtánico está abierto a la venta del equipo inglés a nuevos dueños, aunque habría que emitir un permiso para hacerlo y el dinero no podría beneficiar al magnate ruso

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Bloomberg Línea — Hasta hace pocos meses todo era alegría entre los hinchas del Chelsea: el equipo había ganado la Champions League, el torneo de clubes más importante de Europa, y llevó la segunda ‘orejona’ a su vitrina tras casi una década. Ahora, a pesar de que el equipo está entre los tres mejores de la Premier League, el torneo local, y tiene un pie en los cuartos de final de la Champions League de este año, todo es incertidumbre luego de que el Reino Unido congelara los activos de su dueño, el ruso Roman Abramovich.

El magnate fue incluido en un nuevo listado de oligarcas rusos que fueron sancionados por el Gobierno de Boris Johnson, parte de la oleada de sanciones que se han impuesto para aislar económicamente a Rusia y a los empresarios cercanos a Vladimir Putin.

“No puede haber refugios seguros para aquellos que han apoyado el brutal ataque de Putin contra Ucrania”, dijo el primer ministro Johnson. “Las sanciones de hoy son el último paso en el apoyo inquebrantable del Reino Unido al pueblo ucraniano. Seremos despiadados al perseguir a aquellos que permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos”.

Según la Secretaría de Relaciones Exteriores, además de ser el dueño del Chelsea, Abramovich tiene participaciones en el gigante del acero Evraz y en Norilsk Nickel, además de haber vendido una participación de un 73% en la empresa petrolera rusa Sibneft al gigante del gas estatal Gazprom por 9.870 millones de libras esterlinas en 2005 (US$12.900 millones)

Con la decisión, el empresario no solo no podrá ingresar o permanecer en el Reino Unido, sino que cualquier ciudadano o empresa del país tendrá prohibida cualquier relación económica.

¿Qué pasará con la venta del campeón de la Champions League?

El Chelsea, un equipo con un valor de mercado de 883 millones de euros (US$972 millones), según Transfermarkt, ahora está en el limbo luego de que los activos de Abramovich fueran congelados. El empresario ya preveía que una decisión así podría venir y semanas atrás inició el proceso para encontrarle un comprador al club inglés.

El magnate ruso ya había dado un paso al costado en la dirección del equipo y confirmó que las ganancias netas de la transferencia debían trasladarse a una fundación benéfica para las víctimas de la guerra en Ucrania.

Sin embargo, las medidas del Reino Unido significan que el proceso de venta por ahora estará congelado y Abramovich no podrá invertir en el equipo. “Para garantizar que el club pueda seguir compitiendo y operando, estamos emitiendo una licencia especial que permitirá que se cumplan los partidos, que se pague al personal y que los actuales poseedores de entradas asistan a los partidos, al tiempo que, fundamentalmente, se priva a Abramovich de beneficiarse de su propiedad en el club”, explicó Nadine Dorries, secretaria de Estado de Cultura, Medios y Deportes.

No obstante, hay una luz al final del túnel pues en un comunicado posterior a las sanciones, el Gobierno aclaró que “está abierto a la venta del club y consideraría una solicitud de una nueva licencia para permitir la venta”, aunque las ganancias que deje no podrán ir a Abramovich.

The Telegraph añadió que la transacción podría seguir adelante, siempre y cuando el empresario acepte que el Gobierno asuma el proceso de venta y Bloomberg News reportó que cualquier transacción de este tipo tendría que ser aprobada por los legisladores junto con condiciones estrictas sobre las ganancias.

¿Qué alcance tiene la prohibición?

En esencia, el club podrá seguir operando, pero con ciertas restricciones. El Gobierno explicó que no podrá vender nuevas entradas para sus partidos, no se le permitirá la venta de mercancías y no podrán fichar jugadores ni firmar nuevos contratos. Quienes hayan comprado boletos para el resto de la temporada podrán asistir a los juegos.

El permiso habilita a que haya pagos entre clubes para cumplir obligaciones que existían antes de hoy sobre acuerdos de préstamo de jugadores y le permite costear los gastos necesarios para los traslados que tenga que realizar a otras ciudades. “La licencia permite que la actividad futbolística y los viajes continúen, lo que permitiría al club jugar partidos europeos y la FA Cup”, explicó el Gobierno.

Además, está permitida la venta de catering y se podrá costear la administración y la seguridad durante los encuentros que se jueguen de local. Aunque estos gastos no podrán superar las 500.000 libras (US$657.500).

Pese a esto, cualquier ingreso por transmisión de televisión o ganancias que reciba el club se congelarán de inmediato.

¿Qué pasara con los fichajes?

Chelsea tiene una plantilla de 27 jugadores, con una edad promedio de 26,7 años, y recibió 121,95 millones de euros (US$134,26 millones) por las transferencias que realizó para esta temporada, aunque gastó 118 millones de euros (US$129,8 millones) en contrataciones, la gran mayoría en el fichaje de Romelu Lukaku.

Ahora deberá hacer todo lo posible por mantener su nómina actual ante la imposibilidad de contratar nuevos futbolistas. Esto pone en riesgo el futuro de cinco jugadores que finalizan su contrato este año y que incluyen, según el registro de Transfermarkt, a Antonio Rüdiger, Saúl Ñíguez, Andreas Christensen, César Azpilicueta y Charly Musonda Jr.

Entre los cinco suman un valor de mercado de 117 millones de euros (US$128,7 millones). Esto golpea especialmente a Christensen, Rüdiger y Azpilicueta, cuyas renovaciones estaban sobre la mesa.

Uno de los más afectados es Azpilicueta, quien ha jugado casi una década en el Chelsea y tenía prácticamente lista su salida hacia el Barcelona una vez finalizara su contrato. Sin embargo, el equipo ‘blue’ tenía una opción de renovación automática de un año si Azpilicueta jugaba 30 partidos en esta temporada, algo que ya sucedió.

Para el club culé, el jugador ya está renovado por el Chelsea por lo que el fichaje ahora está congelado ante la imposibilidad de los ingleses de negociar transferencias, según explicó el diario AS. No obstante, agregó el medio español, el club inglés sí podrá contar con jugadores que tienen contrato vigente pero que están a préstamo en otros equipos, como sucede con Conor Gallagher, cedido en el Crystal Palace, o Armando Broja, en el Southampton.

El conjunto ‘blue’ dijo en un comunicado que plantea entablar conversaciones con el gobierno del Reino Unido e incluso pedirá permiso para una modificación a la licencia emitida, para “permitir que el club funcione de la manera más normal posible”.

¿Los patrocinadores se verán afectados?

Los patrocinadores del equipo también quedaron en el limbo y Three, patrocinador de la camiseta, dijo hoy que está revisando su situación con el club y están en discusiones sobre su contrato, que va hasta este año, según le dijo un portavoz a The Athletic.

Otros de los patrocinadores del Chelsea incluyen a Trivago, Nike y Vitality Health. La empresa deportiva, por ejemplo, se vería afectada ante la prohibición de que el equipo venda mercancía. “La tienda física y online del club no puede operar. Esta restricción no se aplica a la venta de existencias en poder de terceros, como minoristas de deportes de alto nivel”, dijo el Gobierno.

La nueva licencia de funcionamiento del Chelsea está vigente desde hoy y tiene como fecha límite el 31 de mayo.

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