Guatemala — El aluminio llegó a cotizarse en US$3.236 dólares por tonelada el pasado 8 de febrero, acercándose al máximo de US$3.380 dólares observado en el 2008. Desde principios de año, el metal incrementó su valor un 13%. Un mes después, el precio del aluminio alcanzó los US$3,590 por tonelada.
Sin embargo, el alza no la originó el conflicto entre Rusia y Ucrania, porque desde diciembre del 2021, el precio del aluminio ya había subido un 25% y se duplicó desde mayo del 2020.
La principal causa de la subida radica en que la producción no alcanza a satisfacer la demanda de un mundo que está recuperándose de la pandemia. El cierre de la producción en China, la crisis energética en Europa y las sanciones a Rusia dificultan el panorama, porque ese país es el mayor productor de aluminio fuera de China con alrededor del 13% del mercado.
Además, se suman otros factores: el alto costo de los fletes, que desde la crisis de contenedores no han regresado a los niveles previos a la pandemia y la presión inflacionaria en Latinoamérica.
Si esta situación persiste, amenaza con elevar los precios de varios productos derivados, desde los refrescos enlatados y teléfonos inteligentes, hasta los autos electrónicos y los aviones.
Impacto en los empaques
La importación, ya sea como producto terminado o materia prima para uso industrial, varía dependiendo el sector y subsector. La importación principal, no solo para Guatemala, sino para la región centroamericana proviene de China, EE.UU., México, Brasil y Bélgica.
Según datos del Banco de Guatemala el país importó aluminio por US$185,021.711 durante el 2020 y en el 2021 compró menos por US$157,634.134.
“Si un envase pudiera costar ya moldeado o estrujado unos Q0.35 centavos con esto llegaría a unos Q0.50 centavos”, proyectó Enrique Lacs, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB).
En opinión de Lacs el conflicto profundiza el problema y las empresas hacen ajustes a sus costos y optimizan su portafolio de productos, enfocándose más en el núcleo del negocio.
Julio Orozco, director ejecutivo de la Gremial de Alimentos y Bebidas (Gremab) adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala, explicó a Bloomberg Línea, que el aumento de costos al aluminio ha sido analizado con detenimiento por la industria alimentaria y de bebidas; el aluminio, así como otros materiales de envase y empaque, desempeña un papel vital en la protección y conservación de los productos para la población, facilitando el transporte y la logística de los mismos.
“Esto ha demandado la implementación de las mejores prácticas y medidas técnicamente correctas para mitigar la situación y evitar en la manera de lo posible, algún traslado en formato de incremento al consumidor final, el cual reconocemos ha sido fuertemente afectado por la pandemia”, expresó el representante de la gremial.
Una de las estrategias que están optando algunas empresas relacionadas con actividades de empaque es la diversificación de proveedores a nivel regional, debido a la escasez de algunas materias primas y las dificultades para traerlas desde Asia. “Podemos mencionar a Ecuador y Chile como potenciales proveedores”, indicó Orozco.
Dos prioridades
La industria prioriza dos factores: la inocuidad y la seguridad alimentaria nutricional al abordar el envasado de los alimentos y bebidas, por lo tanto, este tipo de empaques están diseñados para mantenerlos seguros.
Asimismo, los envases son necesarios para preservar la calidad de los alimentos, prolongar la vida útil y prevenir el desperdicio; pueden facilitar el transporte y la logística.
Por lo anterior, la mayoría de productos con aluminio utilizados dentro de la industria alimentaria y de bebidas se concentra en el material de empaque o parte del material de empaque. Por ejemplo, las latas para bebidas y alimentos procesados (frijoles, atunes, conservas, entre otros).
Además, en los empaques tipo tetra pack el aluminio se encuentra en las capas internas que utilizan este tipo de empaques; todo lo anterior con la finalidad promover que la inocuidad y la seguridad alimentaria nutricional no se vean comprometidas, explicó Orozco.
“La industria guatemalteca se ha caracterizado por afrontar las adversidades de manera óptima y eficiente. La mayoría de empresarios que se desenvuelven en estas actividades de empaque emplearon estrategias de abastecimiento robustas y funcionales”, afirmó el director ejecutivo de Gremab.