Inflación de México se acelera más de lo esperado en febrero

Los precios al consumidor subieron un 7,28% en febrero con respecto a un año antes

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Bloomberg — La inflación anual de México se aceleró más de lo esperado en febrero, ejerciendo una presión adicional sobre el banco central para que siga aumentando su tasa de interés clave justo cuando los mercados esperan que la Reserva Federal de Estados Unidos eleve sus tasas la próxima semana.

Los precios al consumidor subieron un 7,28% el mes pasado con respecto a un año antes, por encima del 7,23% de la estimación mediana de los economistas encuestados por Bloomberg, informó el miércoles por la mañana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Sobre una base mensual, los precios aumentaron un 0,83% frente a la estimación de 0,8%.

La inflación básica, que excluye componentes volátiles como el combustible, se aceleró a su punto más alto en más de 20 años.

El indicador, que es observado atentamente por los encargados de política monetaria de México, se aceleró a 6,59%, ligeramente por encima de la lectura de 6,58% que esperaban los analistas y el 6,21% registrado un mes antes.

Una inflación básica más acelerada ha sido una señal de problemas destacada por la junta del banco central en los últimos meses, lo que sugiere que las presiones sobre los precios en México son más permanentes de lo que habían anticipado algunos economistas.

En términos mensuales, el lectura básica fue de 0,76%, lo que contrasta con una estimación de 0,75%.

La segunda economía más grande de América Latina se estancó en el segundo semestre del año pasado, complicando la tarea del banco central, conocido como Banxico, que inició un ciclo de ajuste monetario en junio pasado. La inflación ha estado por encima del objetivo del banco desde mediados de 2020 y alcanzó un 7,37% en noviembre, su ritmo más rápido desde 2001.

Banxico apunta a una inflación del 3%, más o menos un punto porcentual.

El banco central redujo la semana pasada su pronóstico de crecimiento para 2022 de 3,2% a 2,4%, diciendo que la pandemia de covid-19 y el conflicto geopolítico han perjudicado las perspectivas económicas del país. Banxico espera que la inflación termine el año en 4%, el máximo de su rango meta, incluso cuando algunos economistas estiman un crecimiento de precios de hasta 6% a la luz de las presiones sobre los precios mundiales de los alimentos y la energía derivadas de la invasión rusa a Ucrania.

Jonathan Heath, subgobernador de Banxico, dijo en una entrevista con Bloomberg News el mes pasado que espera que el banco central, bajo la dirección de la nueva gobernadora, Victoria Rodríguez Ceja, iguale la decisión de tasas del 16 de marzo de la Reserva Federal de Estados Unidos en su reunión la semana posterior. Banxico tradicionalmente sigue las alzas de la Fed para evitar salidas desestabilizadoras de capital de operadores que ponen dinero en México para aprovechar la diferencia entre las tasas de interés en ambos países.

México evitó por poco una recesión después de que el producto interno bruto se mantuviera sin variación en el cuarto trimestre con respecto al período de tres meses anterior. El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se negó a inyectar un gasto fiscal importante para mantener la actividad a flote desde el comienzo de la pandemia, argumentando que no quería aumentar la carga de deuda del país.

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