Mujeres líderes del sector energético cuentan su lucha contra la discriminación

Directivas y altas funcionarias cuentan en exclusiva a Bloomberg Línea su experiencia laboral en una industria históricamente dominada por hombres

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Ciudad de México — Norma Leticia Campos Aragón nunca fue una investigadora de escritorio. Desde 1998, ella conoció las entrañas del sistema eléctrico de México, de las subestaciones hasta las coladeras repletas de cucarachas, ratas y aguas negras donde se ubican algunas instalaciones.

Aunque la actual representante de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha recorrido Europa y Latinoamérica para estudiar el sector energético de países como Brasil y Francia, con decenas de cursos, diplomados y actualizaciones vinculados a la industria, todavía enfrenta la discriminación por ser mujer. A la lista se suma el grito de un funcionario que le ha llegado a gritar frente a representantes de empresas reguladas. Campos Aragón, cuenta, no se amedrentó.

“A lo primero que me enfrento (en la CRE) fue a los distintos grupos políticos que pretendieron en un principio someterme pensando que yo, por ser mujer, podía ser una subordinada incondicional”, relató la comisionada en entrevista exclusiva con Bloomberg Línea.

Aunque han ganado espacios importantes, las mujeres en la industria energética del país aún son pocas. Del total de la población ocupada en México, de 25 años y más, que se desempeña como funcionario y directivo de los sectores público, privado y social, el 39% pertenece al sexo femenino, pero apenas 16% de quienes trabajan en la industria extractiva y electricidad son mujeres, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Tania Ortiz Mena, presidenta de la empresa energética Sempra Infraestructura, que tiene activos valuados en US$10.500 millones en el país, tiene su propia historia.

Cuando comenzó su carrera profesional en PMI, la filial comercializadora de la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), tuvo que enfrentar actos de discriminación “inconsciente” que siguen existiendo.

Durante una reunión de negocios con hombres extranjeros, “saludaron a todos los hombres y a mí me pidieron un café. La discriminación existía no solo en México, sino en empresas extranjeras”, declaró la maestra en Relaciones Internacionales por la Universidad de Boston.

La presidenta del gigante energético BP para México, Angélica Ruiz Celis, también ha sorteado prejuicios por asumir puestos directivos desde muy joven. Los hombres de negocios asumían que ella le reportaba a sus subordinados comerciales únicamente por su apariencia y los directivos la buscaban para que resolviera sus dudas.

“A la mitad de una presentación, mi director comercial dice, ‘Ahora va a cerrar mi jefa’. Era un ambiente de expatriados. Tomé la palabra y la persona tiró la taza de café de la sorpresa. Yo creo que le sorprendió que una mujer joven, no anglosajona, fuera la jefa del director comercial”, mencionó la economista con un MBA en gestión de Operaciones y Supervisión por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) de la Universidad Panamericana.

Rocío Nahle García, la titular de la Secretaría de Energía (Sener), dijo a Bloomberg Línea que el sector energético de México se ha transformado y hoy existen comisionadas en los órganos reguladores del país, mujeres gerentes en Pemex, aunque mencionó que en la CNH y la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) hace falta más impulso, pero recordó que hace 30 años ocupaban menos espacios, incluso a partir de los salones de clase.

En mi grupo de la universidad éramos cinco mujeres y solo tres nos desarrollamos profesionalmente”, expresó la ingeniera con especialidad en petroquímica por la Universidad de Zacatecas, encargada de coordinar y supervisar el proyecto energético más importante del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador: la séptima refinería de Pemex en Tabasco, conocida como Dos Bocas.

De acuerdo con la Red de Mujeres en Energía Renovable y Eficiencia Energética, el 92% de los puestos de máxima autoridad en el sector energético son ocupados por hombres y apenas 8% por mujeres.

“Alrededor del 30% de las personas que trabajan en el sector de energía son mujeres, si vas a áreas operativas son menos, y aún menos en altos puestos ejecutivos. Hay muchísimo por hacer, tenemos una responsabilidad enorme”, declaró Ortiz Mena.

Nahle, encargada de la política energética de México, dijo que en las obras de Dos Bocas hay mujeres obreras, soldadoras, ingenieras y algunas en puestos relevantes como Olga Marta Monterrubio, gerente de Ingeniería y Costos de Pemex, encargada de revisión de estimados de costos de la refinería, además de la Gerente de ingeniería conceptual y básica del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), Ana Lilia Pérez García, la cual ha ayudado a la Sener en el desarrollo tecnológico de la obra.

“Nos falta, sí, pero hemos avanzado bastante. En el sitio de la refinería hay 31.000 personas trabajando, y el 10% somos mujeres”, dijo Nahle.

Cambios en el sector energético

Tania Ortiz Mena dice que las mujeres deben levantar la voz ante cualquier situación de discriminación, pero también para buscar promociones laborales en la industria porque tienden a dudar más de sus capacidades, a pesar de estar ampliamente preparadas para ocupar los puestos.

Entre sus políticas de género, Sempra Infraestructura tiene un programa de capacitación para universitarios, donde el 50% de los 250 graduados son mujeres. La compañía también implementó una política de retención de personal enfocado en la equidad salarial, y extendió periodos de maternidad de sus empleadas más allá de la ley mexicana vigente, además de designar salas de lactancia en sus instalaciones.

La presidenta de la filial mexicana de Sempra Energy agregó que visibilizar mujeres es otro aspecto fundamental en la lucha por la equidad de género y por eso forma parte de la organización Voz Experta donde es consejera fundadora del grupo para impulsar mujeres dentro del sector energético.

La secretaria Nahle, quien se considera feminista pero rechaza la violencia y actos de vandalismo en las protestas de mujeres, destacó la política de género del país donde la mitad de la mitad de legisladores son mujeres y hay al menos siete gobernadoras estatales, además del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“La mitad del gabinete somos mujeres en puestos de poder de decisión relevante. Hoy en los programas sociales, las más beneficiadas son las mujeres. El presidente López Obrador en su política de equidad ha hecho mucho. Si no lo dicen, sí se ve”, agregó.

Leticia Campos Aragón, de la CRE, no se considera feminista, pero persigue la emancipación de la mujer a través del derecho al trabajo y la no discriminación laboral. Dice que no existe una política de género en la CRE, porque primero se necesita un mapeo al interior para saber si las mujeres realmente están en el puesto que deberían y contribuyen al fortalecimiento de la institución.

A pesar de la falta de una política de género con cursos, acciones y acercamiento con las mujeres de la Comisión, la autoridad del mercado energético ha realizado campañas de difusión y comunicados internos en contra del acoso sexual, en una institución que tiene 486 personas activas donde el 42% son mujeres.

“No estoy de acuerdo en exigir un lugar solo por ser mujer si una tiene autoridad en el trabajo. Así es como yo me he abierto paso en la CRE. Nunca voy a Presidencia, ni Sener a ver que va a pasar; mi equipo y yo nos preparamos, nunca voy con las manos vacías”

declaró la investigadora de la UNAM y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)

Angélica Ruiz Celis detalló que BP es la primera compañía energética en tener un equipo ejecutivo donde la mayoría (seis de 11) son mujeres, además de que en la gestión inicial, intermedia y senior, la firma persigue llegar a 50%, mientras hoy oscila entre 30 y 40%.

La empresa de origen británico también está trabajando en la variable de la brecha salarial, para que los hombres y mujeres lleguen a todos lo niveles con las mismas oportunidades y salarios.

La pandemia de Covid-19 demostró a la compañía que las empleadas pueden trabajar remotamente de forma efectiva y ayudó a flexibilizar aún más los periodos para maternidad y el trabajo en casa, además de incluir la ausencia por paternidad en el caso de los hombres, si así lo desean en sus hogares.

“La cultura influye mucho. Es un tema transversal donde necesitamos el apoyo de hombres y mujeres. No es un tema solo de mujeres porque para que una mujer salga adelante necesita la confianza de su familia, que en el núcleo familiar dejen de existir estas distinciones de que un género va a un lado y otro género va a otro lado”, concluyó.

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