Altos precios del petróleo no significarían una bonanza para Colombia, ¿por qué?

Entre las razones que detalla un informe de Bancolombia es que Colombia no es un país petrolero, ¿qué otras razones se exponen y cómo queda parada la nación?

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Bogotá — Los precios del crudo superaban esta mañana los US$130 por barril de Brent -referencia internacional para Colombia-, eso es US$50 más de lo que el Ministerio de Hacienda proyectó por barril promedio en sus cuentas para 2022. De mantenerse los buenos precios del crudo, el país obtendría mayores recursos por esta vía, pero no todo es bueno.

De acuerdo con un informe de investigaciones económicas de Bancolombia, desde el 23 de febrero, día en que iniciaron los ataques de las fuerzas rusas en territorio ucraniano, Colombia ha sido una de las economías emergentes con mejor desempeño en los mercados financieros, en parte por el buen momento de los precios del crudo que en la crisis acumulan un crecimiento de 24%.

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Con base en lo anterior, los expertos mencionan que aunque para cualquier país petrolero los altos precios del crudo representan una situación de bonanza como pocas veces se ha visto en la historia reciente, Colombia sería ajena a dicha bonanza, por varias razones, al menos cuatro principalmente.

Por qué al país no le iría tan bien con el crudo arriba de US$100

La primera razón que exponen los expertos de Bancolombia es que Colombia no puede catalogarse, en sentido estricto, como un país petrolero. De acuerdo con cifras del Banco Mundial, en 2019 las rentas petroleras representaron el 3,7% del PIB en Colombia. Aunque esta es más del doble del promedio de América Latina (1,7%), esta cifra resulta muy baja frente a las de los países árabes (19,4%), el norte de África (17%) e inclusive la misma Rusia (9,2%).

La segunda, porque el peso de Colombia en el mercado mundial de crudo ha venido disminuyendo en los últimos años. “El auge en materia de inversión que vivió el sector de hidrocarburos en la primera parte de la década anterior llevó a que la producción de petróleo del país como proporción de la oferta global total pasara de 0,92% en 2010 a 1,13% en 2013 (...) según cálculos de la Agencia de Información de Energía de EE.UU., la participación se redujo este año hasta un promedio de 0,73%, el nivel más bajo de la última década”.

Tercero, porque pese a que el crudo sigue siendo el producto de exportación más representativo en el país, los excedentes disponibles para vender al resto del mundo también han menguado. Aunque la capacidad de refinación local ha aumentado, el consumo doméstico de combustibles se ha acelerado de forma sustancial, en particular durante el último año, “estimamos que el volumen neto de barriles diarios para el mercado externo, que en 2013 alcanzó los 787.000, cayó a 405.000 al cierre del año pasado”.

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Para poner en contexto lo anterior, en 2021 las exportaciones colombianas totalizaron US$41.224 millones, 32,7% más frente al mismo periodo de 2020 (US$31.055 millones). Las ventas externas del renglón de combustibles y productos de industrias extractivas pesan 47,7% del total con US$19.685 millones, según el Dane.

Como cuarta razón mencionan los expertos que el incremento en el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC) mitiga los efectos positivos de un precio alto del barril de crudo para Colombia. “Al cierre de 2021 la cuenta por cobrar del FEPC con Ecopetrol ascendió a $7,8 billones, en tanto que los dividendos que la estatal petrolera le girará a la Nación por el ejercicio de 2021 ascienden a $10,2 billones”.

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De acuerdo con cálculos del equipo económico de Corficolombiana, “nuestros cálculos sugieren que el déficit del FEPC en 2021 superó los $10 billones y para el cierre de 2022 podría ubicarse entre $7,3 y $10,2 billones, debido al limitado ajuste del precio final”. Este monto es un poco inferior a lo que recaudaría la reforma tributaria colombiana aprobada en 2021 ($15 billones).