4 razones por las que en Guatemala la inflación aún es “moderada”

La estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE) aún permanece en tendencia distinta a la del mundo entero y no refleja el alza de precios que impacta a los consumidores.

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Guatemala — El costo de vida en Guatemala va en aumento, pero sus estadísticas no lo reflejan de la misma manera, y parece ajena a la subida mundial de precios de alimentos y servicios, que ya se percibía desde meses atrás y sumado el conflicto entre Rusia y Ucrania, ya es sensible en los bolsillos de los consumidores.

Guatemala, un país donde la pobreza, la inseguridad, la migración y los efectos del cambio climático generan fuerte presión, la inflación es una preocupación adicional porque pone en riesgo la salud alimentaria.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) compartió el último Índice de Precios del Consumidor, y el costo total de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) correspondientes a febrero pasado.

El reporte indica que al menos 34 productos que conforman la Canasta Básica Alimentaria, 23 mostraron un aumento, 8 bajaron su precio y solo tres de estos se mantuvieron igual.

En total, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), durante febrero, tuvo un costo de Q3,134.40, es decir, Q24.22 más costosa que en enero pasado cuando se ubicó en Q3,110.18.

Los 34 productos que integran la CBA miden los gramos sugeridos para un hogar de 4.77 miembros, que cubre el requerimiento energético de 2,262 calorías diarias.

Por otro lado, la Canasta Básica Ampliada (CBV), que incluye otros productos y servicios adicionales a la básica se ubicó en febrero en Q7,237.13 y en enero pasado se cotizó en Q7,181.21, esto equivale a una diferencia de Q55.92.

Ritmo inflacionario

Mientras tanto el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en 153.79 puntos con una inflación mensual de 0.4%, con un ritmo inflacionario de 2.98% y una inflación acumulada de 0.39%.

Según el INE, durante febrero, de los 279 gastos básicos 38 no registraron variación, 55 tuvieron bajaron su costo y 186 lo aumentaron.

También indicaron que la principal división que incidió en la variación fue el transporte. Los principales gastos básicos que registran la mayor incidencia positiva son: gasolina superior (0.10%), maíz (0.06%) y servicio de electricidad (0.04%).

Las principales incidencias negativas se presentaron en: el tomate (-0.15%), servicio de telefonía móvil (-0.02%) y servicio de viajes todo incluido fuera del país (-0.02%).

Las 4 razones de la inflación “moderada”

Según explicaron analistas económicos a Bloomberg Línea la inflación es “moderada” por los siguientes factores:

  1. Aún no se refleja el total del impacto de la guerra en Ucrania.
  2. En el caso de Guatemala, la inflación, se encuentra por debajo del promedio en un contexto de altos precios de materias primas y una fuerte recuperación económica impulsada por el consumo.
  3. El problema de medición se ha profundizado en lugar de corregirse y eso es lo que hace que la cifra actual sea muy diferente a la de la tendencia global.
  4. El INE ya está realizando una nueva Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares para actualizar la canasta con el que mide la inflación en el país; y así poder tener una nueva canasta.

La explicación

Paul Boteo, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo, explicó a Bloomberg Línea, que si bien hay un leve aumento en la inflación en febrero, todavía no se estaría reflejando el impacto de la guerra en Ucrania.

El precio del petróleo comenzó un ciclo alcista desde noviembre del año pasado, llegando a alrededor de US$92 el barril del petróleo WTI a mediados de febrero de este año. El incremento de los precios del Transporte en el mes de febrero (5.8%), ya están reflejando ese incremento.

Sin embargo, el efecto del salto de más de US$30 en el precio del petróleo que se dio a partir del inicio de la invasión a Ucrania se reflejará en el mes de marzo. La perspectiva es que la inflación en el mes de marzo sea más alta que la registrada en febrero.

Bloomberg Línea consultó a Érick Coyoy, coordinador del Departamento de Investigaciones Económicas de la Universidad Rafael Landívar (URL) y refirió que la estimación oficial para inflación en febrero aún mantiene la tendencia “moderada” vista desde el año pasado, a pesar de los drásticos incrementos en combustibles, gas propano y alimentos de consumo masivo como pan y tortillas que se dieron desde el mes pasado.

“Es de esperar que el INE tome nota de la realidad y corrija sus estimaciones de inflación en concordancia con ello. El resultado de marzo ya debiera reflejarlo en mayor medida”, expresó.

En febrero se reporta un 4.9% de aumento en el costo de la canasta básica, pero la realidad es que los incrementos reales son mayores, como es el caso de pan y tortillas de consumo popular, donde el aumento el mes pasado supera el 10%. El incremento en gasolinas también es mayor del 10% en las últimas semanas, indicó Coyoy.

Según el último reporte del INE, el precio de la harina se incrementó 16.2% y el precio del maíz 24.12% entre febrero de 2022 y febrero de 2021. Esto no se refleja en una inflación mucho más alta que la actual (2.98% interanual a febrero), porque la poca ponderación de estos productos dentro de la Canasta del IPC hace que el efecto se pierda y se diluya con el comportamiento del precio de otros productos, que tienen incrementos más bajos o incluso caídas en el precio. Esto es parte de lo que se tiene “recalibrar” dentro de una nueva canasta para medir el IPC, enfatizó Boteo.

Para Coyoy, los precios reales que paga la población ya aumentaron como está ampliamente documentado, pero el problema está en la medición de inflación del INE, que no refleja esa realidad por ajustes que han hecho en años pasados para reducir el costo de la canasta básica de alimentos, para supuestamente corregir problemas de medición.

Debido a que hasta el día de hoy se vislumbra que los aumentos de precios continuarán por algún tiempo más, el INE tendrá obligadamente que rectificar sus estimaciones y tomar en cuenta los aumentos de precios generalizados que se están viviendo por toda la población. “Es de esperar que la cifra de marzo sea más acorde con esa realidad”, resaltó.

Boteo consideró que sería lamentable que el INE pierda credibilidad en la medición de la inflación, ya que es una variable fundamental para las decisiones de política monetaria. Hay que entender que los diferentes gobiernos, a lo largo de la historia del país, han descuidado la generación de estadísticas confiables y el INE siempre ha estado relegado a un tercer plano. Esto nos debería hacer reflexionar sobre la importancia de dedicar muchos recursos para la generación de estadísticas confiables que nos permitan tomar las mejores decisiones de política pública.

¿Subir tasas de interés?

Paulo de León, director de Inteligencia Económica y Financiera de la consultora Central American Business Intelligence (CABI) planteó que la inflación mundial es alta y persistente, el disparo de los commodities, que ya han llegado al consumidor, han marcado el cambio de precios anual al consumidor a sus peores niveles en décadas.

Una opción, que plantó De León es subir las tasas de corto plazo para recoger liquidez, y bajar las tasas largas. La liquidez por definición no toma posiciones a 5 años, sino overnight. Al subir las cortas y bajar las largas provocaría que la tasa promedio ponderada, que es la que realmente importa como mecanismo de transmisión, se mantuviera intacta o incluso baje.

Al bajar las tasas largas, provocaría que el costo financiero de la inversión no se vea afectado o se reduzca y el país pueda seguir invirtiendo (algo muy deseable dado los bajos niveles de inversión), pero al mismo tiempo recoge liquidez de corto plazo, que si puede causar la inflación.