Ciudad de México — La situación laboral de Erika Leyra no ha regresado a como era antes de la pandemia. “De hecho empeoró”, admite la mujer ingeniera y madre de un pequeño niño que ha sido educado en casa durante estos dos años del Covid-19 en México.
Antes de la pandemia, Erika se ponía botas y casco y cargaba una caja de herramientas para hacer trabajo de campo y trepar azoteas para supervisar la colocación de paneles solares, que es el negocio al que se ha dedicado prácticamente desde que egresó de la Universidad. Pero con el coronavirus todo se suspendió.
“Si lo veo por el lado profesional, con el niño no he podido regresar a la oficina, no lo puedo mandar a la guardería todavía porque sigue latente el Covid, por esa razón no puedo regresar a la oficina de tiempo completo, incluso, ni medio tiempo”, cuenta.
Ahora, a dos años de la pandemia en el país, dice que a estas alturas ha buscado transformar su forma de trabajar desde casa. Adaptación es la palabra. Busca dar asesorías y citas a sus clientes de forma virtual y ve en todo este nuevo esquema aspectos positivos como no gastar en gasolina o evitar contacto físico que reduzca el riesgo de contagiarse de Covid-19.
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La situación de Erika es solo una estampa del freno laboral que causó la pandemia en las mujeres y de lo difícil que está siendo regresar al mercado laboral a pesar de que han pasado ya dos años desde que inició la pandemia en México.
Galia Borja, subgobernadora de Banco de México (Banxico), dijo en la conferencia trimestral del pasado 2 de marzo que la participación laboral femenina es apenas de 45% en México, un porcentaje menor al observado en países de América Latina.
La baja participación de las mujeres en el mercado laboral se refleja tanto en el sector financiero, donde ella se desempeña, como en el sector privado.
La segunda subgobernadora mujer en la historia de Banxico apuntó que de los casi 50 bancos con licencia en México solo dos son presididos por una mujer, mientras que en el sector privado hay mucha tarea por hacer en los procesos de contratación, de ascensos, de promoción y de permanencia.
“Sucede que en México 70% de las actividades domésticas o de cuidados recaen en mujeres. Venimos todavía con el tema de la pandemia, algunas escuelas se mantienes todavía cerradas. Las tareas domésticas son un impedimento para la participación laboral de las mujeres”
Galia Borja, subgobernadora Banxico
Además de la tasa de participación laboral a la que hizo referencia la subgobernadora, la tasa de desocupación, la tasa de informalidad y el ingreso laboral, son cuatro indicadores que exhiben el rezago de las mujeres frente a los hombres en cuanto a su inclusión al mercado laboral en la postpandemia.
Tasa de participación de las mujeres
La tasa de participación laboral regresó a su nivel prepandemia en los hombres, pero no así en las mujeres.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indican que en el cuarto trimestre de 2021 la tasa de participación laboral de los hombres se situó en 76,4%, que es el nivel registrado en el primer trimestre de 2020, previo a la pandemia.
Sin embargo, la tasa de participación laboral de las mujeres aún está por debajo del nivel prepandemia, al cierre del 2021 se ubicó en 44,7%, porcentaje menor al 45% observado antes del Covid-19 en el país.
Desempleo en mujeres
En el cuarto trimestre de 2021, la tasa de desempleo en hombres está más cerca de bajar a su nivel prepandemia, mientras que en las mujeres la disminución de la desocupación va más lenta.
En el trimestre previo a la pandemia, la tasa de desocupación se ubicó en 3,4% tanto para hombres como para mujeres. Durante el confinamiento de 2020 el desempleo fue mayor para los hombres y llegó a alcanzar una tasa de 5,4% en el tercer trimestre de ese año, mientras que en las mujeres la tasa escaló a 4,9%.
Sin embargo, después de que la economía comenzó a abrirse, el desempleo vio un descenso sostenido para los hombres, pero no así en las mujeres. Resultado de esto es que la tasa de desocupación bajó en los hombres a 3,6% en el cuarto trimestre de 2021 y la de las mujeres bajó menos, a 3,8%.
Informalidad en mujeres
La informalidad es la que ha impulsado la recuperación del empleo en México en la postpandemia, sin embargo, son los hombres los que han regresado más pronto a sus empleos y ocupaciones en este sector del mercado laboral.
Antes de la pandemia la tasa de informalidad laboral de los hombres era de 55,3%, para el cuarto trimestre de 2021 la tasa se ubicó en 55,6%, lo que implica que prácticamente hay la misma cantidad de hombres en la informalidad al cierre del año pasado que en los meses previos al Covid-19.
En el caso de las mujeres, la tasa de informalidad está un poco más abajo del nivel que tenía previo a la pandemia, ya que en el cuarto trimestre de 2021 se ubicó en un nivel de 56,2%, esto es seis décimas por abajo del nivel prepandemia.
Aunque puede ser una buena noticia que la tasa de informalidad de las mujeres se encuentre más abajo que del nivel prepandémico, esto, en un contexto de recuperación del mercado laboral, puede indicar que las mujeres encontraron un empleo formal, pero también que no se están incorporando a los empleos informales que tenían antes del Covid-19.
Brecha salarial
En el cuarto trimestre de 2021, el ingreso laboral real promedio de la población ocupada a nivel nacional fue de MXN$6,284 mensuales. Los hombres ocupados reportaron un ingreso laboral mensual de MXN$6,835 y las mujeres MXN$5,447.
En términos relativos, en el cuarto trimestre de 2021 el ingreso de los hombres ocupados fue aproximadamente 1.3 veces el de las mujeres, lo que indica una mayor diferencia a la del trimestre anterior.
Pero, además, el ingreso laboral reportado al cierre del año pasado muestra que la brecha salarial entre hombres y mujeres se mantuvo prácticamente sin cambios respecto del inicio de la pandemia.
En el cuarto trimestre de 2021, los hombres tuvieron un ingreso laboral superior al de las mujeres en 20,3%, mientras que en el primer trimestre de 2020 los hombres registraron un ingreso laboral mayor al de las mujeres en 22,3%.
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