Buenos Aires — En 2021 se realizaron 10.252 etapas de fractura en Vaca Muerta, el registro más alto de la última década, según datos de NCS Multistage. El desarrollo de la formación de hidrocarburos shale, una de las más grandes del mundo, ayudó a levantar las exportaciones argentinas de petróleo durante el año, con una producción diaria que alcanzó los 559.000 barriles diarios, el mejor desempeño desde octubre de 2012. Y ahora, el precio internacional del petróleo arriba de los US$100 por barril podría darle mayor impulso al desarrollo de este reservorio clave para la economía del país.
- Un buen año: Durante 2021, la producción en la provincia de Neuquén, donde se concentra la mayor parte de la superficie de Vaca Muerta, tuvo un incremento del 29,67% en 2021 con respecto al año anterior. Y en diciembre, la producción bruta de Vaca Muerta alcanzó los 128,51 millones de metros cúbicos, siendo el mejor diciembre en 13 años.
Los especialistas coinciden en que los números son auspiciosos, y que en 2022 serán mejores aun, pero lejos todavía del potencial que tiene Vaca Muerta, la formación geológica de 30.000 km² que representa la segunda reserva mundial de gas y la cuarta de petróleo no convencional.
¿Qué se puede esperar para el 2022?
“El 2022 va a ser mejor, pero hoy nos tendríamos que comparar con Estados Unidos y con lo que ha hecho Brasil con Presal. Nos tendríamos que comparar con el ritmo de avances con esos países y estamos lejos”, afirmó a Bloomberg Línea Paulo Farina, investigador asociado de desarrollo económico de CIPPEC, ex subsecretario de Energía Eléctrica de la Argentina y ex presidente de CAMMESA, quién además agregó que “estamos aprovechando la ola, pero en un ritmo lento”.
“Se verá un crecimiento leve, tanto de las inversiones como de la producción”, afirmó Daniel Dreizzen, director de Energía de Ecolatina y exsecretario de Planeamiento Energético, quien precisó que en hidrocarburos las inversiones en upstream para 2022 serían de US$6.300 millones, de los cuales US$4.700 se concentrarán en Vaca Muerta, lo que representa un crecimiento del 12%. E insiste: “El potencial es muy grande, no sólo está el recurso, sino que Argentina lo puede explotar económicamente, está aprobado después de diez años de Vaca Muerta”, agregó Dreizzen.
- Optimismo moderado: Las inversiones en Vaca Muerta crecerían el 12% en 2022, según Dreizzen.
Darío Martínez, secretario de Energía, en respuestas enviadas a Bloomberg Línea, sostiene que el ritmo de incremento de la producción fue creciente en 2021, marcando una aceleración en el último cuatrimestre del 2021, tanto en gas como en petróleo. Además, afirmó que espera un año 2022 “con un nivel de actividad y producción creciente”.
Desafíos que persisten
Hay al menos dos factores que impiden que Argentina pueda explotar todo el potencial que tiene Vaca Muerta: la capacidad del sistema de transporte y la falta de acceso al financiamiento externo.
“Tenes precios muy atractivos, tanto en petróleo como en gas, pero tenes dos cuellos de botellas importantes: transporte y financiamiento”, dice Dreizzen, y explica que “Vaca Muerta creció tan fuertemente, que de alguna manera no se planificó cómo evacuar”, y agrega que se generaron cuellos de botellas tanto para el petróleo como para el gas.
Para resolver los cuellos de botella en el transporte de gas, el Gobierno avanza en la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que apenas está en sus primeros pasos burocráticos. La obra apunta a conectar Vaca Muerta con diferentes puntos de las de Río Negro, La Pampa, Buenos Aires y Santa Fe.
“La obra es indispensable y hay que hacerla ya, cuanto antes”, señala Dreizzen, al marcar que es una obra necesaria para todos que a los privados les va a venir muy bien y remarcar como “interesante” el hecho de que “la va a terminar haciendo el Estado”.
“Hay una restricción de transporte, por eso el anuncio urgente del nuevo gasoducto, que es una necesidad y va a destrabar poder producir con mayor volumen en invierno para sustituir importaciones y resolver los cuellos de botella ahora en verano cuando consideras exportaciones”, señaló Farina, quien señaló que lo ideal sería que la obra esté lista para invierno del 2023 o para el siguiente verano, aunque la imaginó como una proyección optimista.
Sobre estos puntos, el secretario de Energía, Darío Martínez, destacó a Bloomberg Línea que el Gobierno ha puesto en marcha “la primera etapa del programa Sistema de Gasoductos Tranport.Ar Producción nacional, que tiene por objeto la ampliación de la capacidad de transporte del sistema nacional de Gasoductos”, que tiene como obra principal la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner.
- Gasoducto Néstor Kirchner: Irá desde la zona de Vaca Muerta (Tratayen) hasta la zona del Litoral (San Jerónimo) pasando por el centro de la Provincia de Buenos Aires (Saliqueló). La primera etapa permitirá abastecer con 21.5 MM m3 de producción adicional tanto a la región de mayor consumo residencial e industrial del país, como a las Centrales de generación térmica, precisó el funcionario.
Además, Martínez agregó las obras que está llevando a cabo YPF para poder aumentar la exportación de petróleo a Chile y también las ampliaciones en la red de ductos de la transportadora Oldelval, para ampliar en un 20% su capacidad actual.
La complejidad del financiamiento
El transporte no es el único límite que impide un mayor crecimiento en la producción de los recursos y la exportación. También aparece como un contratiempo el acceso al financiamiento externo para acelerar inversiones.
Aquí figuran dos eventos que podrían incidir positivamente en esta cuestión. Por un lado, el acuerdo entre el Gobierno argentino y el FMI. Por otro lado, el demorado proyecto de impulso a las inversiones hidrocarburíferas.
Sobre el primer punto, Martínez señaló que “un acuerdo con el FMI otorgará sin dudas un horizonte de certezas en materia financiera y cambiaria, despejando obligaciones externas impagables los próximos años”. Y afirmó que “esta situación, generará un mejor ambiente de inversión en general, y para las empresas petroleras en particular”.
“Normalizar la situación con el FMI podría reabrir un poco el mercado de capitales para las empresas, que es fundamental”, agregó Farina, quien traza el siguiente diagnóstico: “La industria tiene en la cabeza cómo expandirse. Y el Gobierno tiene en la cabeza que este año la factura de importación le va a salir una fortuna. Cuando los intereses están tan disímiles no se alinean los planetas”.
Respecto al proyecto, que no despertó mayor entusiasmo en el sector privado, Farina apuntó a que “es una ley que, analiza en detalle, los beneficios son muy específicos ─solamente fiscal─, y la lógica de incentivos es insuficiente”.
Para Dreizzen, lo que debe realizarse para incentivar inversiones es resolver las cuestiones referidas a la operativa financiera. “Generar reglas que permitan la entrada y salida de flujo de capital, y que sean estables”, dijo. Y mencionó diversos problemas macro que hoy presenta el país: “Tipo de cambio, inflación y riesgo país, la industria petrolera debe ser de las pocas que tiene un crédito”.
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Apuesta de las empresas
Son 31 empresas las que operan en Vaca Muerta. Señalan que son once las principales productoras, entre las que se encuentran YPF, Shell, Tecpetrol, Vista Oil&Gas, PAE y Total, entre otras.
Bloomberg Línea consultó a algunas de las compañías mencionadas con el objetivo de conocer las proyecciones para el 2022.
Vista, la firma que lidera Miguel Galuccio, anunció que planean invertir US$2.300 millones para duplicar la producción a más de 80.000 barriles diarios de petróleo equivalente en 2026, lo que, según la empresa, la consolidaría como “el segundo operador de shale oil del país”
- Apuesta: Vista busca duplicar de 20 pozos en 2021 a 40 para el 2026. Además, destinará el 60% de su producción total de petróleo al mercado de exportación para 2026, frente al 30% que exportó este año.
Shell, la compañía angoholandesa opera en cuatro bloques en Vaca Muerta, con un total de 100 pozos, y apuesta a sumar otros 120 en los próximos años, con un ritmo de 30 pozos por año. En lo que refiere al downstream, está en construcción un oleoducto de Sierras Blancas a Allen (2021-2022) con una capacidad de transportar hasta 120.000 barriles de petróleo por día (20.000 m3 aprox.), en la cual Shell tiene 60% de participación, y completan PAE (25%) y Pluspetrol (15%).
- Anuncio: Junto a YPF anunciaron el pase a desarrollo de una planta de procesamiento de 15.000 barriles diarios de petróleo y 2 millones de metros cúbicos de gas diarios, y avanzarán en la perforación de 16 nuevos pozos en el área de Bajada de Añelo.
YPF, la empresa que tiene al Estado como principal accionista, y principal jugador en Vaca Muerta, presentó esta semana los resultados del 2021 en el cual anunció inversiones para el año corriente. En ese sentido, la empresa planea invertir US$3.700 millones este año.
- Upstream: US$2.800 millones estarán destinados a la exploración y producción de petróleo, de los cuales US$1.600 irán específicamente a hidrocarburos no convencionales
- Downstream: US$700 millones se destinarán al downstream, las actividades posteriores a la extracción del petróleo. En ese sentido, se enfocarán en obras para readecuar refinerías y para mejorar la evacuación del petróleo de la formación Vaca Muerta.
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La invasión de Rusia a Ucrania generó un cimbronazo en este mercado. Los precios del petróleo y del GNL se dispararon, generando lógicas repercusiones en Argentina. El aumento del barril del petróleo puede ser una ventaja aunque limitada, dicen los especialistas. Será una ventaja para los barriles que se exportan y se vendan con los precios internacionales, que representan en el país un porcentaje mínimo, dado que el resto se cierra a precios negociados con el Gobierno para abastecer el mercado interno.
En lo que respecta al Gas Natural Licuado, es una mala noticia, porque triplicará el costo que deberá pagar el país para importar el gas que sea necesario para garantizar el abastecimiento en el invierno.
“La suba en los precios del gas y petróleo a la Argentina le generará una triplicación del precio del gas que importa. Veo ahí un problema más serio por este lado. Tenés en juego US$3.000 millones por pago de energía”, señaló a este medio Marcelo Elizondo, analista económico internacional.
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