FMI concluyó su misión en Perú: Esto advierte el fondo sobre el desarrollo del país

El Fondo Monetario Internacional ha apuntado que se requiere una reforma integral de la administración pública en la nación. Además, alerta la urgencia de una reforma de pensiones

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Lima — Este lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió un comunicado tras su más reciente misión de este 2022 en el Perú, en la cual evaluó distintos aspectos económicos, sociales y financieros del país andino, y dejó una serie de sugerencias para motivar a la administración peruana a tomar acción de distintos ámbitos que podrían afectar su desarrollo en el mediano y largo plazo.

La primera alerta coincide con los comentarios de diversos analistas y expertos del ámbito económico: si bien el Perú registró a lo largo del 2021 una importante recuperación tras su recesión más profunda en décadas, las perspectivas en adelante enfrentan serios riesgos internos y externos a la baja mientras que el producto bruto interno (PBI) peruano sigue por debajo de la tendencia anterior a la pandemia y el empleo total así como la participación de la fuerza laboral aún no se han recuperado por completo del impacto del Covid-19.

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Las perspectivas son muy inciertas y prevalecen los riesgos a la baja. Se espera que el crecimiento se reduzca al 3% en 2022 a medida que se endurezcan las condiciones externas y se retire el estímulo político”, detalla el FMI.

El fondo agrega que el país está soportando todavía los altos costos sociales y económicos que generó la pandemia y que se reflejan en las últimas cifras de pobreza: a pesar de que hay cierta mejora en las cifras preliminares del 2021 (29,8% de pobreza monetaria a nivel nacional), el nivel de pobreza sigue por encima de los niveles prepandémicos luego que el 2020 la cifra superara al 30% de la población.

En adelante, según anota el FMI, los principales riesgos que enfrenta la economía peruana se relacionan además de la pandemia al fuerte endurecimiento de las condiciones financieras globales, las interrupciones prolongadas de las cadenas de suministro y las tensiones geopolíticas con la reciente guerra en Ucrania por la invasión de tropas rusas y un futuro incierto sobre lo que ocurrirá en dicha zona del continente europeo.

A eso, no obstante, se suma un ámbito de suma importancia para el Perú: se vendría en el corto plazo una desaceleración brusca de la economía de China, el principal socio comercial de Perú y el comprador número 1 de cobre peruano, principal materia prima de exportación para el país y generador importante de divisas e ingresos fiscales para la nación.

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En la misma línea se encuentra como un riesgo las constantes rencillas que enfrentan a los poderes políticos del país y que han llevado a una latente crisis en el Poder Ejecutivo, que se ha visto reflejada en cambios de gabinete y amenazas de vacancia contra el presidente peruano Pedro Castillo; quien también enfrenta investigaciones por presuntos actos ilícitos.

La persistencia de la incertidumbre política podría tener efectos adversos sobre la inversión privada y desencadenar una mayor volatilidad de los mercados financieros. A medio plazo, la productividad laboral puede verse afectada negativamente por los efectos de la pandemia”, detalla la misión del FMI.

“Las perspectivas son muy inciertas y prevalecen los riesgos a la baja. Se espera que el crecimiento se reduzca al 3% en 2022 a medida que se endurezcan las condiciones externas y se retire el estímulo político”.

Sin embargo, el fondo destaca que el Perú mantiene amortiguadores políticos fuertes e instituciones que ayudan a proteger la economía de riesgos internos y externos: entre algunos datos claves para la macroeconomía del país, el FMI menciona que el déficit fiscal se redujo al 2,6% del PBI peruano gracias al aumento de los precios de los metales y de los ingresos fiscales, a la recaudación de los impuestos atrasados y a la reducción de las medidas de estímulo fiscal de 2020. Mientras tanto, las reservas internacionales aumentaron a US$78.500 millones (35% del PBI) en el 2021 a pesar del déficit por cuenta corriente y de las salidas de capital a corto plazo sin precedentes por la incertidumbre que generó la elección de Castillo como presidente de la República.

El FMI anota que las salidas de capital de dinero del Perú “fueron más que compensadas por las grandes entradas de préstamos del sector público, la inversión extranjera directa, la repatriación de activos extranjeros por parte de los fondos de pensiones para cumplir con los retiros extraordinarios ordenados por el Congreso, y la asignación de Derechos Especiales de Giro en 2021″.

DE LA INFLACIÓN EL PERÚ TAMPOCO SE SALVA, AUNQUE DESTACA EN LA REGIÓN

Un argumento clave del comunicado del fondo es que si bien la política monetaria del Banco Central de Reserva (BCR) ha respondido de forma adecuada a las presiones inflacionarias, se requiere todavía un mayor endurecimiento de la misma para controlar la inflación del país. En el Perú la inflación fue de 6,67% a febrero de este año, con una inflación interanual que continúa acelerándose y seguiría esta tendencia global.

Aunque las presiones inflacionarias son menos agudas que en otros lugares de la región, la orientación monetaria sigue siendo ligeramente expansiva y se justifica un mayor endurecimiento para estabilizar las expectativas. Situar la inflación y las expectativas de inflación dentro del rango objetivo ayudaría a crear condiciones más favorables para el crecimiento económico”, comenta el FMI.

En este contexto también entran los riesgos externos que enfrenta el Perú que aunque salen de su control, podrían requerir una respuesta de políticas monetarias y económicas de acuerdo al FMI.

Es clave recordar que este jueves habrá una reunión del directorio del BCR y se tendría una decisión de política monetaria. Analistas de Bloomberg Economics apuntan a que el BCR aumentará en otros 50 puntos básicos su tasa de interés de referencia, llegando al 4%.

En el contexto mundial de aumento de los tipos de interés oficiales, es probable que Perú, al igual que otras economías de mercado emergentes, experimente una mayor volatilidad de los tipos de cambio, que puede repercutir en las expectativas de inflación. A corto plazo, puede estar justificada la intervención en el mercado de divisas para aliviar las presiones derivadas de la dolarización y el desajuste monetario en el sector privado. (...) Una reacción prolongada a los riesgos externos también puede justificar el mantenimiento de una postura más estricta durante más tiempo”, enfatiza el fondo.

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¿CÓMO IMPULSAR LA ECONOMÍA PERUANA? MIRANDO A LARGO PLAZO

No es la primera vez que el FMI insiste en sus comunicaciones sobre el Perú que se requieren reformas estructurales para mejorar la situación económica, política y social del país; y de hecho es una advertencia que tiene cerca de una década desde diversos organismos y representantes de la academia. Esta vez el fondo señala que el programa de reformas que el Perú requiere debe renovarse para reducir las secuelas de la pandemia del Covid-19, mientras que el apoyo político debe seguir centrado en abordar las fragilidades que enfrenta el Perú tras la pandemia.

Así un aspecto clave que resalta el FMI es la necesidad de que el Estado peruano impulse la reforma integral de la administración pública, que considera como “un componente esencial de los esfuerzos de Perú por mejorar la gobernanza”. Según el fondo, la ley recientemente aprobada es un paso en la dirección correcta pero su firme aplicación será clave.

Esto debería complementarse con esfuerzos adicionales para reforzar la aplicación de la ley anticorrupción y aumentar la eficacia de las instituciones anticorrupción. Será esencial seguir avanzando en la capacidad de ejecución de la inversión pública para reducir el gran déficit de infraestructuras, incluidas las digitales. Al mismo tiempo, un entorno jurídico y normativo estable y predecible fomentaría la confianza y permitiría que prosperara la inversión privada”, remarca el fondo.

Además de mencionar que las políticas peruanas deben enfocarse en reducir las rigideces de los mercados y los elevados costos de cumplimiento en las normativas laborales y empresariales, así como en mejorar el clima empresarial, potencial la inclusión financiera y reducir la brecha de género nacional, el FMI resalta que es necesaria y urgente una reforma del sistema nacional de pensiones (público y privado) para aminorar los riesgos de pobreza en la vejez en el largo plazo.

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Las retiradas de los fondos de pensiones privados en 2020-2021 han acentuado los retos del sistema de pensiones de baja cobertura y adecuación. Cualquier solución requerirá probablemente una base de cotización más amplia y unos tipos de cotización más elevados”, acota el FMI.

SOLIDEZ DEL MARCO FISCAL PERUANO Y SISTEMA FINANCIERO

Un aspecto que menciona el FMI sobre Perú de forma positiva es que la deuda pública es sostenible y Perú tiene cierto espacio fiscal para desarrollar distintas políticas. Pero mientras las perspectivas a futuro se mantengan en la incertidumbre, el fondo indica que las autoridades deberían preparar planes de contingencia para contener los desvíos que se presenten.

Las sorpresas al alza deberían utilizarse para reconstruir las reservas fiscales. Al disminuir la necesidad de apoyo relacionado con Covid-19, el uso de los procedimientos de emergencia para apropiarse de los recursos presupuestarios debería eliminarse gradualmente”, detalla.

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En una nota menos positiva el FMI alerta que la recaudación tributaria de Perú es relativamente baja en comparación con sus pares regionales, y recuerda que las necesidades clave en materia de educación, salud y políticas sociales -incluidas las pensiones-, en las que Perú presenta brechas significativas, requerirá esfuerzos continuos para mejorar la recaudación de impuestos y ajustes en la política tributaria.

Para el sistema financiero el panorama es de un rubro resistente y rentable a pesar del impacto del Covid-19. “Las pruebas de estrés indican que el sistema financiero en general es resistente incluso en un escenario severamente adverso. La normalización de las medidas prudenciales ya ha comenzado sin un impacto significativo en el sistema financiero. Las autoridades siguen avanzando en la mejora de la supervisión del sector financiero. Otras medidas, como el refuerzo de la protección jurídica del personal del organismo supervisor, requerirán la creación del consenso político necesario”, puntualiza el FMI.

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