In memoriam: las empresas que no sobrevivieron tras la pandemia en Colombia

Este domingo se completan dos años desde que se detectó el primer caso de coronavirus en el país, lo que significó un antes y un después para muchos negocios

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Bogotá — Hasta septiembre del año pasado la Superintendencia de Sociedades colombiana había recibido 193 solicitudes de liquidación, la mayoría de estas en Bogotá, que presentó un aumento del 7% frente al 2020.

En medio del contexto de la pandemia, los procesos de insolvencia, que incluyen las solicitudes de reorganización y liquidación, totalizaron 1.292 en el 2020, un aumento del 2% frente a 2019.

La cantidad de solicitudes de insolvencia del 2020 fue la más alta por lo menos desde el 2014, cuando se registraron apenas 576.

De acuerdo a cifras de la Cámara de Comercio de Bogotá, la capital y la región cerraron el 2020 con un total de 449.455 empresas activas, 11% menos frente a 2019 o el equivalente a 54.838 firmas menos.

Las cifras más reciente indican que hasta el tercer trimestre de 2021 las solicitudes de insolvencia sumaron 906, un aumento del 1% frente al mismo período del 2020, de las que 193 eran de liquidación.

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Pero a la vez, el año pasado un total de 307.679 nuevas empresas se crearon en el país, un aumento del 10,6% con respecto a 2020, de acuerdo a cifras de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras).

Tras dos años de la pandemia en el país, la economía comienza a recuperarse y el año pasado el PIB creció un 10,6%, aun así dejó cicatrices difíciles de borrar para los empresarios hasta el día de hoy.

Desde el parque infantil DiverCity, fundado en el 2005 en Bogotá, hasta el reconocido bar de la capital Armando Records, con trece años de trayectoria, sucumbieron a la crisis provocada por la pandemia y no aguantaron el impacto de los extensos confinamientos.

En el sector gastronómico se presentaron varios cierres, entre ellos, los restaurantes de los reconocidos chefs Harry Sasson, Balzac - con más de dos décadas de trayectoria- así como varias marcas de los hermanos Rausch, como “Rausch Energía Gastronómica” o “Bistronomy”.

En la otra cara, empresas como la agencia On Vacation -que alcanzó un acuerdo de reorganización empresarial tras reestructurar deudas por unos $32.000 millones- o la cadena de descuento duro Justo & Bueno, que consiguió un inversor, escaparon de la liquidación.

Entre las empresas que dejaron de existir durante la pandemia destaca la tradicional cadena Almacenes La 14, fundada en 1964 en el Valle del Cauca, que en diciembre de 2020 presentó su solicitud para tramitar un proceso de reorganización con sus acreedores.

Esta noticia se conoció luego de que La 14 cerrara su tienda en Bogotá el 16 de noviembre de 2020 “debido a las bajas ventas que se venían presentando en el último año y para evitar incrementar las pérdidas que estaba arrojando dicho establecimiento”.

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Pese a los esfuerzos, en septiembre del año pasado la Superintendencia de Sociedades informó que Almacenes La 14 había iniciado su liquidación judicial. Tiempo después, el Grupo Éxito anunció un acuerdo para adquirir el mobiliario y los derechos para utilizar y operar varios de esos espacios comerciales.

La Superintendencia de Sociedades también decretó el año pasado la apertura del proceso de liquidación judicial de la sociedad BD Promotores Colombia, que estuvo a cargo del desarrollo del BD Bacatá, considerado el edificio más alto del país.

La empresa ya arrastraba problemas económicos desde antes de la pandemia y fue admitida al proceso de reorganización en el 2018, al completar un pasivo de $133.195 millones hasta ese entonces.

“La decisión se tomó en atención al incumplimiento en el pago de los gastos de administración y la iliquidez de la compañía, así como la disminución de sus ingresos, lo que imposibilita atender las obligaciones propias de su operación y un eventual acuerdo de reorganización”, indicó la Superintendencia en su momento.

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Del grupo de las compañías emblemáticas que también entraron en liquidación está la constructora colombiana Pedro Gómez y Cía, pionera en el desarrollo de centros comerciales en el país, con obras como las de Unicentro y Andino, en Bogotá.

La Superintendencia constató en una inspección judicial realizada el 30 de julio que la sociedad no cuenta con información financiera desde 2018 y que no viene ejecutando su objeto social desde septiembre de 2020.

En septiembre del año pasado también se informó sobre el proceso de liquidación de las empresas del Grupo Transtel, que, entre otras, incluyen a Cablevisión, la Empresa de Teléfonos de Palmira, la Empresa de Telecomunicaciones de Girardot o Caucatel.

Las empresas fueron admitidas al proceso de reorganización empresarial en 10 de septiembre de 2020; no obstante, “en diligencias de inspección judicial se constató el abandono de los negocios y la falta de información para continuar con los procesos recuperatorios”.

Y aunque su operación sí se mantiene en pie, la emblemática compañía textil Coltejer, fundada en 1907 y que hoy es controlada por el grupo mexicano Kaltex, anunció en septiembre la suspensión de sus actividades productivas durante el 2021.

El impacto del contrabando, la altísima importación de textiles de Asia y África, así como el golpe de la pandemia en las finanzas de las empresas muestran la cruda realidad de un sector que ayudó a construir la historia del país.

Para retomar sus operaciones en el 2022 la empresa había indicado que intentaría la venta de activos fijos e inventario de productos, así como la oferta de arriendo de inmuebles.

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