Montevideo — Los precios altos en el mercado de Chicago y las expectativas de un rendimiento superior a la media explican en buena medida las perspectivas del gobierno uruguayo y de los productores de que la soja tenga en 2022 un año excepcional, con un nivel de exportaciones ubicado en el entorno del boom del agro ocurrido entre 2013 y 2014.
La producción prevista próxima a tres millones de toneladas y el valor promedio previsto en el entorno de los US$600 por tonelada permiten a Uruguay esperar ingresos superiores a US$1.600 millones en exportaciones de soja. La cifra marca un aumento del 80% en relación a los US$892 millones de 2021, supera los US$1.598 millones de 2014, y solo queda por debajo en las perspectivas de los US$1.873 millones del año 2013. Y, en caso que el precio continúe al alza en medio de la volatilidad internacional, podría romper el récord de hace nueve años.
La mayor área sembrada y la mejora en el rendimiento por hectárea permiten proyectar una producción cercana a los tres millones de toneladas en 2022. Por su parte, las expectativas de recorte en la producción de soja de la región como Argentina y Brasil, así como la demanda sostenida en China, y los bajos stocks en Estados Unidos “mantienen al alza el precio internacional de la soja desde diciembre de 2021″, señaló un informe publicado en la semana por Uruguay XXI, la agencia del gobierno responsable de la promoción de inversiones.
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La combinación de precios y mejora en el desempeño de los cultivos no ocurre en el país desde la cosecha de los años 2013 y 2014, y así apalanca las expectativas las exportaciones de soja en 2022.
“En un contexto de suba en el precio internacional de la soja, la producción uruguaya de la oleaginosa se incrementaría 50% en 2022, lo que significa que, si el precio se sostiene en un nivel similar al actual (US$ 550-600 por tonelada), las exportaciones de soja alcanzaran cifras récord similares a las de 2014″, sostuvo el documento en el comienzo de su apartado que analiza las posibilidades del cultivo para este año.
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El informe, que avanza sobre los distintos motivos que pueden llevar a este hito, fue contundente también en su conclusión. “En síntesis, de no producirse un cambio radical en las condiciones internacionales actuales, las exportaciones uruguayas de soja registrarán valores máximos en 2022, explicado tanto por precios como por toneladas exportadas”, sostuvo.
El desempeño de la oleaginosa comenzará a tener su impacto durante los próximos meses en los números globales de exportaciones uruguayas.
Por su parte, China, que es el principal socio comercial de Uruguay, es a su vez el mayor importador mundial de soja con un 60% de las compras mundiales.
En 2021 China representó el 28% de las exportaciones uruguayas de bienes, con US$ 3.277 millones. Del total de colocaciones durante el año anterior en el país asiático, la carne bovina ocupó el 45%, la celulosa el 13% y la soja el 12%.
Los factores clave
Las lluvias registradas en la segunda quincena de enero de este año permitieron en Uruguay un buen desarrollo de los cultivos, lo que al mismo tiempo habilitó un buen potencial de rendimiento, a excepción del norte del país que enfrenta una fuerte sequía debido al déficit hídrico que se registra desde setiembre de 2021.
Las condiciones climáticas favorables fueron una excepción en la región, ya que ni Argentina, ni Brasil ni Paraguay tuvieron las condiciones propicias para un rendimiento a escala como el que alcanzará Uruguay.
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Así, el aumento esperado en la producción, detalló el informe oficial, ocurre a raíz de un incremento de “15% en el área sembrada y por expectativas de rendimiento promedio mayores a 2,4 toneladas por hectárea”. Eso lo llevaría a estar un 30% por encima de lo registrado en la zafra 2020/2021.
En cuanto a precios, la reducción mundial de la oferta de soja y “un recorte menor en la demanda”, permiten mantener perspectivas de que el precio internacional permanecerá en valores altos, según las expectativas de Uruguay XXI.
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