Bloomberg — Estados Unidos y sus aliados europeos están discutiendo una posible prohibición de las importaciones de petróleo ruso para endurecer la presión económica sobre el presidente Vladimir Putin por la guerra en Ucrania, dijo el secretario de Estado Antony Blinken.
La administración del presidente Joe Biden, que no quiere que suban los precios de la energía para los estadounidenses, se enfrentó el domingo a nuevas presiones del Congreso para imponer un embargo. Blinken, que dijo haber discutido el asunto con Biden el sábado, dijo que habría que asegurar el suministro de petróleo si se impusiera tal medida.
“Ahora estamos en discusiones muy activas con nuestros socios europeos sobre la prohibición de la importación de petróleo ruso a nuestros países mientras, por supuesto, al mismo tiempo se mantiene un suministro global estable de petróleo”, dijo Blinken, que mantuvo conversaciones en Europa del Este el domingo, en el programa “Meet the Press” de la NBC.
Las discusiones sobre el posible impacto de una prohibición de las importaciones estadounidenses de crudo ruso se están llevando a cabo dentro de la administración de Biden y con la industria del petróleo y el gas de Estados Unidos, dijeron la semana pasada personas familiarizadas con el asunto. El senador demócrata Joe Manchin, que forma parte de un grupo bipartidista de legisladores que respaldan un proyecto de ley para imponer la restricción, sugirió el domingo que Estados Unidos actúe en solitario.
“Creo... que es básicamente una tontería que sigamos comprando productos y dando beneficios y dando dinero a Putin para que pueda utilizarlo contra el pueblo ucraniano”, dijo Manchin en la NBC, señalando lo que, según él, son recursos sin explotar en el sector energético de Estados Unidos. “Entonces, ¿por qué no íbamos a liderar? ¿Por qué no íbamos a mostrar la determinación que tenemos?”
El jefe de la mayoría del Senado, Dick Durbin, el segundo demócrata de la cámara, añadió su nombre al proyecto de ley el domingo.
Un embargo podría prolongar la subida récord del crudo de la semana pasada. Vitol Group, el mayor comerciante independiente de crudo del mundo, dijo que el mercado del petróleo podría tensarse aún más con las interrupciones de los flujos rusos y a medida que productores como Libia experimenten problemas de suministro.
El petróleo ruso representó alrededor del 3% de todos los envíos de crudo que llegaron a Estados Unidos el año pasado, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos. Las importaciones estadounidenses de crudo ruso en 2022 han caído al ritmo anual más lento desde 2017, según la firma de inteligencia Kpler.
Si se incluyen otros productos petrolíferos -como el fuel-oil sin terminar que puede utilizarse para producir gasolina y gasóleo-, Rusia representaba alrededor del 8% de las importaciones de petróleo de 2021, aunque esos envíos también han tendido a disminuir en los últimos meses.
“Creo que hay un apoyo bipartidista muy fuerte para cortar las ventas de petróleo y gas ruso a Estados Unidos”, dijo el representante Adam Schiff, demócrata de California, en el programa “Face the Nation” de la CBS.
El gas y el petróleo rusos han sido excluidos en su mayoría de las sanciones introducidas por Estados Unidos y los países europeos, debido a la preocupación por el impacto económico, incluida la mayor dependencia de Europa del petróleo ruso y, en particular, del gas natural.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, insinuó la dificultad de reducir a corto plazo la dependencia de la Unión Europea de los combustibles fósiles rusos.
“Estamos debatiendo en la Unión Europea un enfoque estratégico, un plan, cómo acelerar la inversión en las energías renovables, cómo diversificar nuestro suministro energético”, dijo en el programa “State of the Union” de la CNN el domingo. Esto podría incluir el gas natural licuado procedente de Estados Unidos y de “otros amigos de todo el mundo” y la inversión en biogás e hidrógeno, dijo.
Es probable que los esfuerzos para atacar los ingresos petroleros rusos sean un acto de equilibrio con las elecciones intermedias de Estados Unidos en noviembre.
“Creo que la Casa Blanca está abierta a esta idea”, dijo el senador Chris Murphy, demócrata de Connecticut, en “Fox News Sunday”. “Sólo quieren asegurarse de que se haga de una manera que no aumente dramáticamente los precios para los consumidores estadounidenses”.
“Simplemente preferiría hacerlo con los europeos”, dijo Murphy.
-- Con la ayuda de Daniel Flatley y Susanne Barton.
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