Colombiano pasó de preparar hamburguesas en McDonald’s a liderarla en 4 países

Criado en el barrio bogotano del Verbenal, el empresario dice que una primera oportunidad le cambió la vida y que no sabría qué estaría haciendo hoy si no fuera por ello

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Bogotá — A los 14 años el colombiano Héctor Orozco comenzó a trabajar como ‘crew’ en la recién llegada cadena de comidas rápidas McDonald’s en Colombia en 1995. Hoy, después de un largo camino, lidera una operación de más de 4.000 empleados, de los que el 73,5% son menores de 24 años, por lo que insiste en la necesidad de brindar la primera oportunidad a jóvenes sin experiencia laboral.

Hoy, Arcos Dorados en Colombia, liderada por Orozco, de 41 años, es considerada una de las 1.000 empresas más grandes del país con ingresos operacionales por unos $302.120 millones, ganancias por $47.392 millones y un patrimonio estimado en $15.039 millones, según cifras de la Superintendencia de Sociedades con corte a 2020.

“Resulta que a mí me gusta el baloncesto y quería comprarme unos tenis para jugar, y mi papá me dijo que no podía comprar los tenis que yo quería, que eran unos de Shaquille O’Neal, y que si los quería tenía que trabajar”, recuerda el empresario sobre sus inicios.

Fue así como comenzó a trabajar como recogebolas en el club bogotano Carmel Club Campestre y estando ahí se enteró de la llegada de la cadena de comidas rápidas al país, que estaba reclutando empleados para arrancar sus operaciones.

Recuerda que en ese entonces el gerente de Recursos Humanos fue a su colegio y varios de los alumnos quisieron aplicar para la oportunidad. “Obviamente yo no sabía nada de qué era McDonald’s, no lo conocía (…) pero me pareció una oportunidad interesante y una de las cosas que mi papá me dijo -él nunca tuvo la oportunidad de tener un trabajo formal- fue: ‘Héctor ese es un trabajo formal, aprovéchalo, vete por ese lado’”.

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Sus inicios

Orozco contó que antes de su primera entrevista -a la que por cierto fueron bastantes candidatos- hizo un simulacro con su papá con las posibles situaciones que iba a sortear. Recuerda que en medio de ese ejercicio su papá le preguntó a modo de ensayo: ‘Bueno, ¿y usted qué sabe hacer?’, y él lo miró y le dijo: “‘Qué voy a saber hacer si tengo 14 años, nada’”.

Tras esto, su papá le recomendó que para esa pregunta la mejor respuesta que podía dar era que sabía hacer caso, algo que en la entrevista, según dice Orozco, le generó mucha gracia a la persona encargada del proceso de reclutamiento tras las muchas personas a las que ya había entrevistado y en medio de la pila de hojas de vida en su escritorio.

Yo le dije: ‘Yo sé hacer caso’, si usted me dice que barra, yo barro, si me dice que trapee, yo trapeo’, ella se paró, se rio y me dijo: ‘Me hiciste el día’”, contó el empresario entre risas y dice que este es el único contrato que ha leído completo en su vida.

Lo leo y le digo: ‘Ven, pero aquí dice que tengo 16 años y yo no tengo esa edad. Ya me habían entregado el uniforme. Entonces me dicen: ‘No, pero con 14 años no te podemos contratar, lo siento’. Y me puse a llorar, yo estaba muy ilusionado con el tema”, contó.

Pero señala que gracias a uno de los funcionarios que estaba a cargo de la contratación del personal, Bernardo Álvarez -con quien aún mantiene una relación de amistad- intercedió por él y gestionó todos los asuntos legales para formalizar su contratación.

Fueron a la Casa del Menor Trabajador, en donde tanto su familia como él explicaron porque iba a trabajar, así como las razones de la compañía para vincularlo a pesar de todas las restricciones que había en su momento. Pero al final, le dieron el permiso de trabajo y arrancó sus funciones como ‘crew’.

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Su escalada

Antes de convertirse en el director general de la mayor franquicia de McDonald’s en cuatro países, Héctor Orozco trabajó en la atención a los clientes, limpieza de las mesas, pero principalmente en el AutoMac.

Ya a los 17 años, le dijeron que, para ascender a entrenador, que es la siguiente posición en la escala, tenía que tener 18 años porque debía haber podido cerrar la operación, una rutina que se hace en la noche.

En medio de esto, se realizó un concurso nacional de servicio, para el cual se habían postulado varios consultores. En ese entonces, le propuso a su jefe que si podía ascenderlo de cargo si ganaba este concurso, a lo que este accedió.

Finalmente, Héctor Orozco ganó el concurso junto a un compañero y los ascendieron a los dos a entrenadores, una posición que considera la más difícil que ha tenido que pasar en estos 17 años porque era en la que más competencia había.

Soy medio hiperactivo, entonces me la pasaba corriendo para entregar los pedidos muy rápido y eso me gustaba, corría para un lado y para el otro entregando pedidos, entonces esa la estación en la más me divertía (el AutoMac).

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17 posiciones diferentes antes de ser director general

Mientras trabajaba, Héctor Orozco realizaba sus estudios en el colegio y luego de su graduación a los 16 años comenzó su carrera como ingeniero de sistemas en la Universidad Nacional. “No tenía como pagar otra (universidad), si no pasaba me tocaba seguir presentándome hasta que pasara”, dice el ejecutivo, quien terminó su carrera mientras trabajaba en la compañía.

Antes de llegar a su cargo actual, el directivo pasó por 17 diferentes posiciones, que van desde ‘crew’ hasta entrenador, gerente de área y de turno, segundo asistente, subgerente, gerente de restaurante, coordinador de Entrenamiento y luego de Operaciones, entre otros.

Pasó por Venezuela y volvió a Colombia como gerente de Operaciones para luego dar el salto a Brasil como rector de la McDonald’s University por un año. Luego vuelve como director de Operaciones regional y después alcanzó la posición de director general en cuatro países.

“Yo iba haciendo mi carrera en la universidad e iba haciendo una carrera en McDonald’s y me daba cuenta de que había muchas cosas relacionadas”, afirmó.

Sobre su posición actual y luego de su experiencia, compartió que le “encanta dar esa primera oportunidad”, tal y como lo hizo la persona que intercedió por él en su momento, algo que años después reconoce que le cambió la vida.

“Esto me cambió la vida, no sé que estaría haciendo hoy, haber tenido una primera oportunidad formal joven, en donde tenía la oportunidad de estudiar y trabajar en la Nacional -si no saben los horarios son terribles- me ayudó. Un trabajo donde no me pedían experiencia, eso es algo que pareciera absurdo, pero la realidad es que la mayor causa por la que los jóvenes no consiguen trabajo es por lo que les exigen experiencia”, remató.

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