Santiago — Pocos días antes de concluir el gobierno de Sebastián Piñera, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, ha anunciado que construirán una nueva zanja en el paso fronterizo de Colchane, en la región norteña de Tarapacá, para frenar la entrada de migrantes de modo irregular.
Se trata de una zanja que complementará a otra de 600 metros ya existente desde hace cinco años en esa zona y que comenzó a recibir mantenimiento. “Son aproximadamente 300 metros que se va a crecer hacia el norte de la zanja actual, que es donde está el mismo complejo fronterizo para poder tener mayor capacidad de control de bandas criminales que quieran pasar en vehículos o personas que quieran ingresar de manera clandestina a Chile”.
La medida ocurre en un contexto de Estado de Excepción Constitucional de Emergencia debido a la crisis migratoria y de seguridad, el cual fue extendido el pasado jueves y regirá hasta el 17 de marzo; y de la publicación de la nueva Ley de Migraciones hace unas semanas. A mediados de febrero, camioneros paralizaron rutas del norte de Chile y también de la región de Valparaíso en protesta por la muerte del conductor Byron Castillo cometida presuntamente por extranjeros; mientras que autoridades regionales de Antofagasta culparon de un “desgobierno”.
Además, meses atrás se registraron ataques xenófobos en la ciudad de Iquique. Chile, al igual que otros países, cerró sus fronteras terrestres con la pandemia de Covid-19, quedando habilitado el ingreso principalmente por el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez. La nación continúa siendo atractiva dentro de Latinoamérica, pese a que su economía se debilitó producto de la pandemia y las revueltas de finales de 2019.
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