San Salvador — Al sector exportador de El Salvador le preocupa que Estados Unidos llame a revisión el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (DR-CAFTA), como una medida de presión para el país tras su postura en la guerra entre Rusia y Ucrania.
El senador demócrata Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, llamó a “reconsiderar” el acuerdo comercial, luego de que Nicaragua y El Salvador se abstuvieran de condenar este miércoles a Rusia en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Tenemos que mirar los Tratados de Libre Comercio porque esos fueron tratados no solamente basados en un carácter comercial, pero también con referencia a respeto de valores puntuales que en este momento no existen en Nicaragua, están en gran riesgo en El Salvador, así que vamos a tener que reconsiderar eso y la política nuestra en general hacia esos países”, el senador de Nueva Jersey a la Voz de América.
Menéndez interpreta la abstención para apoyar la resolución de la ONU como una señal de alineación con Rusia en el conflicto. “Ahora eso tiene una consecuencia y no es porque ellos no tienen el derecho de definirse con quién quieren, pero es lo que están haciendo en sus propios países que no es aceptable adentro de la orden internacional”, apuntó.
Inquietud en El Salvador
La directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar, manifestó a Bloomberg Línea su inquietud sobre una potencial revisión del CAFTA, un instrumento que le brinda al país no solo ventajas para exportar, sino que también lo vuelve atractivo para los inversores.
“Este tipo de enunciados sí nos preocupa, para El Salvador y la región Estados Unidos es el principal mercado, nuestras exportaciones a Estados Unidos el año pasado representaron alrededor del 40%. Desde la entrada del CAFTA las exportaciones y la generación de inversiones se ha ido incremento”, reaccionó Cuéllar.
El Salvador exportó US$2.614 millones hacia Estados Unidos en 2021, lo cual representa el 39,4% del monto total, que fue de US$6.628,7 millones. “Hemos estado exportando casi todo con arancel cero”, afirmó Cuéllar.
“La mayor preocupación para las empresas, sean locales o extranjeras, es que han invertido para responder a la demanda de Estados Unidos y si de la noche a la mañana le cierran un mercado de esta naturaleza, ¿cómo queda esa inversión que ha hecho? ¿Van a poder seguir exportando?”, cuestionó la directora ejecutiva de Coexport.
Los efectos perjudiciales para el país comenzarían con solo indicar una revisión oficial del DR-CAFTA aunque no se concrete una cancelación. “Esto generaría expectativas negativas porque habría preocupación de los inversionistas y provocaría una reducción de inversiones”, analizó por su lado Ricardo Castaneda, coordinador de El Salvador para el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).
Con la guerra entre Rusia y Ucrania, el contexto internacional está cambiando, sobre todo el alcance que están teniendo las sanciones económicas contra Rusia. “La comunidad internacional está observando que tiene un enorme potencial de utilizar herramientas económicas para intentar cambiar decisiones políticas y ese escenario, que no lo habíamos visto de una magnitud tan grande, se puede aplicar a otros países”, advirtió Castaneda.
Cuéllar espera que tanto Estados Unidos como El Salvador vean los beneficios mutuos del DR-CAFTA. El Senado puede recomendar acciones, pero la decisión recae sobre el Ejecutivo estadounidense, recordó.
“Esperaríamos más que se sopese el beneficio que se da para ambos, también Estados Unidos se beneficia”, planteó Cuéllar. En el aspecto comercial, la balanza comercial binacional le favorece a los estadounidenses, puesto que exportan US$4.090,4 millones a El Salvador.
Además, el DR-CAFTA ayuda a la generación de empleos en el país, lo cual es una de las formas más efectivas para detener la migración desde El Salvador hacia Estados Unidos, sostuvo.
No es la primera vez que el senador Menéndez pide una revisión del CAFTA. En diciembre del año pasado instó que ambos países no deberían gozar de la preferencia comercial, Nicaragua por una “dictadura ascendente” y El Salvador por “retrocesos dramáticos en la democracia”.
El demócrata también promueve en el Senado un proyecto de ley que obligaría al Departamento de Estado a presentar medidas de mitigación para responder ante la implementación de bitcoin (XBT) en El Salvador como moneda de curso legal.
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