Buenos Aires — El ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo este viernes que “el principal objetivo en la política macroeconomica” es reducir la inflación y, para ello, lo primero que se necesita es “calmar las expectativas”, ya que “si hay un problema de escasez de reservas internacionales, no hay manera”.
“Dentro de los criterios macroeconómicos, acumular reservas es fundamental, el punto de partida”, consideró el titular de la cartera, horas después de que se confirmara el acuerdo con el staff Fondo Monetario Internacional (FMI).
Además, pronosticó que la inflación en la primera etapa del año “va a ser de alta tensión”. “Febrero es un mes que ha sido difícil y marzo es un mes naturalmente de tensiones”, anticipó, a horas de conocerse el proyecto de ley que develará la letra chica del acuerdo con el FMI.
El funcionario nacional remarcó la importancia de que haya “una percepción de estabilidad cambiaria”. “Lo importante es que todo el mundo lo crea”, analizó, al anticipar que, si ello no sucede, hay “una remarcación de precios”.
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Guzmán también afirmó que se debe “reconstruir el mercado de deuda” en pesos, mientras que se debe “ir ordenando lo fiscal”. “Hay que reducir el déficit en una forma en la que el Estado juegue un rol para el desarrollo económico de mediano y largo plazo, pudiendo invertir más en aquello que, como país nos hace más fuerte”, dijo a El Destape Radio.
“Para poder sostener el crecimiento, hay que tener dólares y para eso es necesario mejorar el perfil productivo”, explicó.
Los detalles del acuerdo con el FMI
“Hicimos un trabajo que, en una situación de mucha exposición creada por el Gobierno anterior, va a ayudar a hacerle bien a la Argentina”, confió Guzmán y destacó que el FMI aceptó “que la restricción externa es la principal restricción al crecimiento económico” en el país.
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“No hay que pensar que el Estado es un problema para la economía. Hay que pensar en construir para que los sectores que pueden generar divisas puedan crecer más”, evaluó. “Hay que proteger los derechos de nuestras personas, jubilados y trabajadores para que la economía tenga fuerza”, comentó.
El ministro recordó que, al iniciar las negociaciones, no había un escenario de conflicto bélico como el de ahora, por lo que garantizó: “Desde el Gobierno vamos administrando las contingencias”.
Desembolsos a la vista
“Para recibir el desembolso, tiene que estar aprobado por el Congreso y el Directorio. Si el Congreso aprueba el programa y poco después el Directorio lo aprueba, se esperaría que ese día o al siguiente, lleguen 7.500 de Derechos Especiales de Giro, que al tipo de cambio hoy corresponden a alrededor 9.800 millones de dólares”, señaló.
- ¿Cuándo llega el primero? “Si todo va en el camino que consideramos sano, dentro de los caminos posibles, la Argentina va a tener un incremento de las reservas de poco más de US$ 6.000 millones entre hoy y abril”, calculó, y confirmó que “cada tres meses va a haber una revisión”.
El futuro de las tarifas
“Inicialmente, se trabajó en un escenario en el que no había una guerra. Se reconoce que hay riesgos y esos riesgos implican que se pueden ir reduciendo subsidios a cierta velocidad”, contó Guzmán y ratificó que la mayor parte de la población no deberá afrontar subas en las tarifas de servicios públicos que supere la actualización de los salarios.
“Lo que se está planteando es un esquema en el que, quienes están en una situación de mayor vulnerabilidad y hoy cobran la tarifa social, van a tener un incremento en todo el año muy por debajo del Coeficiente de Variación Salarial del año anterior”, describió.
Así, confirmó que la mayor parte de los usuarios pagarán una suba de alrededor del 20%: “Luego va haber un segmento, que es el 10% de mayor capacidad económica al que se le van a eliminar los subsidios porque no tiene sentido que recaiga sobre ese grupo”.
Un programa que “fracasó”
El ministro también subrayó que “el propio Fondo reconoce que el programa fracasó y que tendría que haber habido una reestructuración de deuda y que se debería haber regulado el control de capitales”.
“Sólo nos quedó el problema”, cuestionó, al hacer referencia al Gobierno de Cambiemos: “Le ha hecho un daño a la Argentina de magnitudes que es difícil encontrar precedentes”.
“A medida que podamos ir acumulando reservas, podremos ir adaptando regulaciones de flujo de capitales entre Argentina y el resto del mundo”, confió Guzmán, al tiempo que expresó su intención de “desalentar” los fondos especulativos, que “vienen a aprovechar oportunidades financieras de corto plazo”.
“A nadie le gusta que el FMI esté en la Argentina. Es contrario a los valores que pregonamos sobre cómo debe actuar un Estado Nación”, sostuvo Guzmán, que también cuestionó al organismo multilateral: “Es una institución que ha generado muchísimos problemas en muchísimos países en el mundo”.
Por ello, reconoció que puede generar “incomodidad” dentro del oficialismo. “Hubiera sido muy bueno poder evitar el préstamo absurdo y absolutamente disparatado”, opinó.
En medio de las internas en Casa Rosada en torno a la negociación, Guzmán intentó lleva calma: “Negociar no es obedecer, es defender de los intereses de la Nación argentina”. “No hay ninguna quita de derechos, por el contrario se apunta a que crezca el salario real”, argumentó.
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