Bloomberg — El boicot internacional al vodka ruso está aumentando desde Estados Unidos hasta Australia, mientras políticos y empresas señalan su oposición a la invasión de Ucrania ordenada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, apuntando a uno de los productos más emblemáticos de su país.
Al menos tres gobernadores estadounidenses han ordenado retirar de las tiendas las bebidas espirituosas de fabricación rusa o de marca, mientras que una de las mayores cadenas de venta de alcohol de Nueva Zelanda ha retirado miles de botellas de vodka, incluidas las marcas Ivanov y Russian Standard, y ha llenado las estanterías vacías con banderas ucranianas. Los boicots se están extendiendo a otros productos en los vecinos europeos de Rusia.
Dos de las mayores cadenas de licores de Australia, Dan Murphy’s y BWS, han dejado de vender productos de origen ruso, según su propietario, Endeavour Group Ltd. (EDV), con sede en Sydney, que tiene un valor de mercado de 12.600 millones de dólares australianos (US$9.200 millones).
Estas medidas se suman a las adoptadas por empresas de todo el mundo, desde gigantes de la energía hasta fabricantes de automóviles y bufetes de abogados, para cortar sus vínculos con Rusia o revisar sus operaciones a medida que los gobiernos imponen sanciones al país. Las autoridades futbolísticas de la FIFA y la UEFA también han prohibido la participación de equipos rusos en las competiciones.
Chris Sununu (@GovChrisSununu): Esta mañana he firmado una orden ejecutiva que ordena a los puntos de venta de @nhliquorwine que empiecen a retirar los licores de fabricación rusa y de marca rusa de nuestros puntos de venta de licores y vinos hasta nuevo aviso. New Hampshire está con el pueblo de Ucrania en su lucha por la libertad.
En Estados Unidos, el gobernador de New Hampshire, Chris Sununu, dijo en Twitter (TWTR) que el estado “está con el pueblo de Ucrania en su lucha por la libertad”.
El gobernador de Utah, Spencer J. Cox, dijo que el estado “se solidariza con Ucrania y no apoyará a las empresas rusas, por pequeño que sea el intercambio”.
Describiendo el ataque de Rusia a Ucrania como “una atroz violación de los derechos humanos”, Cox emitió una orden ejecutiva que obliga al Departamento de Control de Bebidas Alcohólicas de Utah a retirar inmediatamente de las estanterías todos los productos de producción rusa y de marca rusa.
El gobernador de Ohio, Mike DeWine, ordenó al departamento de comercio del estado que boicoteara todo el vodka fabricado por Russian Standard, afectando también a las ventas de Green Mark Vodka.
Governor Mike DeWine (@GovMikeDeWine): Hoy he ordenado a @OhioCommerce que cese tanto la compra como la venta de todo el vodka fabricado por Russian Standard, la única destilería extranjera de propiedad rusa con vodka vendido en Ohio. El vodka de Russian Standard se vende bajo las marcas Green Mark Vodka y Russian Standard Vodka.
Actualmente hay unas 6.400 botellas de vodka fabricadas por Russian Standard a la venta en las 487 agencias de bebidas alcohólicas de Ohio en todo el estado, dijo DeWine.
Las medidas pueden ser en gran medida simbólicas. El vodka procedente de Rusia representa poco más del 1% del valor total de las importaciones de esta bebida alcohólica en Estados Unidos, según datos del Distilled Spirits Council (Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas en español) del país.
En Finlandia, país nórdico vecino de Rusia, el monopolio gubernamental de licores Alko Oy dejó de vender 20 tipos de vodka, incluida una botella de 431 euros (US$480), mientras que un grupo de presión del sector de la hostelería dijo a los bares y restaurantes que debían considerar seguir su ejemplo.
Las dos principales cadenas de supermercados de Finlandia, S Group y Kesko Oyj (KESKOB), retiraron todos los productos rusos, al igual que sus principales homólogos bálticos, Rimi y Maxima. El mayor minorista de Dinamarca, Salling Group, también retiró todos los productos rusos, “desde el vodka y la pasta de dientes hasta el chocolate”, según tuiteó su director general, Per Bank.
“Nuestro boicot no causará grandes daños a los empresarios de Putin, pero es una cuestión de principios: nuestro pueblo no financia a quienes financian la guerra”, dijo la primera ministra lituana, Ingrida Simonyte, sobre el boicot de los minoristas.
-Con la asistencia de Kati Pohjanpalo y Milda Seputyte.
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Este artículo fue traducido por Andrea González