Bloomberg Línea Ideas — En el marco de la reunión de política monetaria del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) que se llevará a cabo el próximo 15-16 de marzo, se espera el anuncio del primer incremento en la tasa de referencia en EE.UU. Sin embargo, aún existe un debate entre los participantes en el mercado financiero y analistas económicos sobre la magnitud del incremento que se debería de dar en la tasa de referencia: 25 o 50 puntos base (pbs). A fin de establecer una postura que permita decantar un nivel entre estas dos opciones, vale la pena analizar el comportamiento tanto retrospectivo como prospectivo de las variables clave que inciden de manera significativa en los componentes de la función de reacción de la Fed: estabilidad de precios y máximo empleo (nivel de empleo que no genera presiones adicionales inflacionarias).
En el frente de la actividad económica, la economía de EE.UU. presentará este año una trayectoria estable de crecimiento aunque a un ritmo más moderado que lo que presentó durante 2021. Esto, a medida que se transite hacía un régimen en el que los riesgos a la salud derivados de la pandemia comiencen a desvanecerse y su dinámica logre converger a un estado endémico. En este sentido, vale la pena destacar dos puntos importantes del reciente reporte de empleo para el mes de enero en EE.UU.: 1) Se presentaron incrementos significativos en sectores de empleo sensibles a ómicron, lo cual denota la resiliencia del mercado laboral y 2) Se dieron revisiones al alza de los datos reportados para la segunda mitad del año pasado. Destaca la importancia del último punto, debido a que implícitamente esa revisión denota que la creación de empleo se mantuvo constante a lo largo del año pasado (555 mil nuevos empleos creados en promedio de manera mensual) contrario a lo que se creía, lo cual favoreció a que la tasa de desempleo pasara de un nivel de 6,4% (enero 2021) a 4% a inicios de este año. Esta dinámica abona al argumento de que la actividad económica continuará con un comportamiento saludable a medida que el mercado laboral continúe fortaleciéndose, lo que sienta las bases para que se mantengan las condiciones actuales con las que se cumple el objetivo de máximo empleo de largo plazo estimado por los miembros del FOMC durante la reunión de diciembre.
Por otro lado, la principal preocupación de la Fed ha sido el incremento de once meses consecutivos por arriba del objetivo central (2%) de la tasa de inflación que, medida en términos anuales por el índice de consumo personal (CPI) fue de 7,5%, y 6,1% empleando el gasto de consumo personal (PCE), durante enero del presente año. La naturaleza del incremento en la inflación a nivel global se ha debatido ampliamente; Sin embargo, la lamentable tragedia humana derivada del actual conflicto entre Rusia y Ucrania ha modificado la función de costos este año para la Fed. En este sentido, tanto el incremento en las expectativas de inflación como la prima de riesgo inflacionaria que reporta el Banco de la Reserva Federal de Cleveland, se han incrementado de manera significativa, y en esa arista La Fed debería estar compensado ese incremento con un movimiento en la tasa más agresivo (50 pbs). No obstante, el aumento en el riesgo geopolítico ha acotado el margen de acción debido a que es posible exacerbar los riesgos de inestabilidad financiera en el corto plazo. Por lo cual, un incremento gradual de 25 pbs durante las próximas reuniones parece ser la opción más eficiente para poder brindar mayor simetría a la función de costos en el tiempo de la Fed y acelerar el proceso de reconstrucción de credibilidad en la persecución de su objetivo.
Adicionalmente, en el terreno de la estabilidad de precios vale la pena señalar una variable que ha presentado un incremento significativo durante el año pasado, que en su mayoría se ha explicado por factores de demanda y en la que la Fed podría incidir de manera directa: los precios de la vivienda. De acuerdo a un reciente reporte del Banco de Pagos Internacionales, los precios de la vivienda se incrementaron 5,5% en términos anuales durante el tercer trimestre de 2021 y esta tasa de crecimiento representa el mayor nivel registrado desde la Gran Crisis Financiera (2008-2009). Este crecimiento anual en el 3T-21 se dividió en 9.4% y 2.4% para economías avanzadas y emergentes, respectivamente. En este frente, se vuelve muy importante el manejo de la hoja de balance de la Fed para mitigar el ritmo de crecimiento de precios en este sector debido a que dentro de su composición contiene una gran cantidad de activos respaldados por hipotecas (MBS, por sus siglas en inglés). Debido a ello, una adecuada ejecución de salida de estos instrumentos del balance podría aliviar las presiones en la inflación general en ese país provocadas por el sector inmobiliario y brindarle un respiro a la Fed en el corto plazo.
Esta columna no refleja necesariamente la opinión de los consejos editoriales de Bloomberg línea, Falic Media o Bloomberg LP y sus propietarios.
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