En Colombia empezó a hacer ruido la cuestionada organización llamada Generación Zoe, cuya casa matriz está ubicada en Argentina. La cabeza de la organización es Leonardo Cositorto está prófugo de la justicia argentina acusado de estafar a centenares de personas y de defraudar al fisco.
En ese país, la Comisión Nacional de Valores (CNV) inhabilitó el pasado siete de enero a Cositorto y señaló en esa oportunidad que está indagando “la posible realización de actos jurídicos con valores negociables sin la debida autorización del organismo, los que podrían involucrar operaciones fraudulentas basadas en esquemas Ponzi”.
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El esquema Ponzi es el mismo conocido como pirámide, igual al que se vio en el país con DMG. La autoridad argentina también emitió una alerta internacional en el portal de IOSCO, la organización que agrupa a todos los reguladores del mercado de capitales del mundo y envió comunicaciones a los reguladores de Colombia, España y Paraguay, donde se ha detectado actividad Zoe.
“Estas empresas se caracterizan por realizar diversos ofrecimientos de inversiones en criptomonedas, créditos, fondos de inversión no regulados, divisas y otros, asegurando rendimientos mensuales o anuales extraordinarios”, advirtió la CNV a través de un comunicado.
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En Colombia, este medio confirmó que el caso lo evalúa la Superintendecia Financiera e igualmente está siendo investigado por la Fiscalía General de la Nación. Este martes, el vocero de la Generación Zoe en Colombia, Cristian Bonilla, le dijo a La W Radio que “no hay una estafa, sino un atraso en los pagos por los bloqueos en cuentas en varios países”. El mismo representante dijo a la emisora que el 60 % no han recibido su dinero y anunció que se hará un relanzamiento en el que se entregarán los recursos a sus clientes.
En enero pasado, Cositorto habló con Bloomberg Línea sobre el esquema de negocio. Él mismo contó que con Zoe Coach, la división académica de su holding, Cositorto ofrece más de 30 programas ejecutivos, que con una membresía anual que parte de los US$100 anuales, promete ganancias de hasta 7,5% mensuales. La realidad es que ningún comisionista se compromete a ese rendimiento.
Al intentar explicar su negocio, el empresario -de quien no se conoce su paradero- dijo en enero pasado que se trata de “membresías inteligentes”, donde el dinero que cada persona invierte se sube a una plataforma personal en la cual puede ver los intereses generados a lo largo de los tres años que dura su formación. “Es mentira que sea una estafa. Una persona que estafa se va. Nosotros abrimos 79 sucursales y no tenemos un modelo piramidal porque esa clase de modelos no duran más que seis meses o un año”, dijo Cositorto a Bloomberg Línea.
En Argentina, hasta Marcos Galperín, fundador de Mercado Libre, ha cuestionado públicamente a esa empresa, y Pierpaolo Barbieri, fundador de la fintech Ualá, acusó a Generación Zoe ante la CNV de una “promoción y aparente emisión por parte de una entidad denominada Generación Zoe de una tarjeta de crédito en cuya descripción figura el nombre comercial de Ualá”.