Casi 2.400 millones de mujeres no tienen mismos derechos económicos que hombres

La brecha entre los ingresos esperados a lo largo de la vida de mujeres y hombres es de US$172 billones, casi dos veces el PIB anual del mundo, dice el Banco Mundial en un informe

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Bloomberg Línea — La pandemia de Covid-19 hizo aún más evidentes las desigualdades en derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, siendo ellas las que han abandonado en mayor medida el empleo remunerado para asumir las responsabilidades del cuidado de infancias, personas mayores y enfermos.

Actualmente, alrededor de 2.400 millones de mujeres, en edad de trabajar, no cuentan con las mismas oportunidades y 178 países aún mantienen barreras legales que impiden su plena participación económica, según un estudio del Banco Mundial presentado este martes.

Mujeres, Empresas y Derecho 2022 (WBL 2022 por sus siglas en inglés) analiza las leyes y reglamentos que impactan las oportunidades de las mujeres en 190 economías y que facilitan u obstaculizan su participación. Las ocho áreas que analiza el estudio son: movilidad, lugar de trabajo, salario, matrimonio, paternidad, emprendimiento, activos y pensiones.

Ya sea una joven que comienza en su primer trabajo, una madre que compagina su actividad laboral con el cuidado de sus hijos, o una mujer a punto del retiro, los indicadores muestran puntualmente la forma en que las leyes afectan a las mujeres a lo largo de su vida laboral así como a su espíritu empresarial, señala el informe.

“Las reformas legales para incentivar el trabajo de las mujeres no sólo las empoderan, sino que también fortalecen las comunidades y las economías”, señaló Carmen M. Reinhart, economista Jefe y vicepresidente Senior del Grupo de Economía del Desarrollo del Banco Mundial.

Desde octubre de 2020 y pese a la pandemia, 23 países reformaron sus leyes para reforzar la condición jurídica de las mujeres, promover su inclusión económica y mejorar la igualdad de género en los lugares de trabajo. “Las regiones más rezagadas, Oriente Medio y África del Norte y África subsahariana, se han puesto al día y han instituido los cambios más positivos. De las 39 leyes reformadas, 10 se promulgaron en estas regiones”, dice el informe.

Puntuaciones e ingresos

Sin embargo, a nivel mundial, las mujeres tienen apenas tres cuartas partes de los derechos legales y económicos otorgados a los hombres en los ámbitos analizados, por lo que la edición de WBL2022 da una puntuación global media de 76,5 de un máximo de 100, más de medio punto que en 2020.

En 86 países las mujeres todavía enfrentan algún tipo de restricción laboral y 95 naciones no garantizan la igualdad salarial. En términos de ingresos, las mujeres sólo ganan dos tercios de las entradas esperadas para los hombres.

Solo es en 12 países, todos parte de la OCDE, en donde las mujeres gozan de una igualdad de condiciones con una puntuación de 100, y se trata de: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Grecia, Islandia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Portugal, España y Suecia.

Mientras que en América Latina, solo Perú y Paraguay alcanzan una puntuación por encima de 90. Le siguen Ecuador (89.4), Bolivia (88.8), El Salvador, México y Uruguay (88.8), Costa Rica, República Dominica y Nicaragua (86,3).

América Latina y el Caribe es la tercera región con mayor puntuación en WBL 2022 (puntuación media 80,4), registrando 3,9 puntos por encima de la puntuación media mundial (76,5).

En general, los países latinoamericanos obtuvieron buenos resultados en las áreas de activos (puntuación media 97,5), movilidad (92,2) y matrimonio (90,6). Sin embargo, siguen existiendo importantes diferencias en los ámbitos de la paternidad (puntuación media de 48,1), la remuneración (72,7) y el lugar de trabajo (78.1). Además, sólo 11 economías de la región exigen una remuneración igual por un trabajo de igual valor y nueve países siguen limitando los tipos de trabajos industriales que pueden realizar las mujeres, esto por ejemplo en Argentina, Belice y Colombia.

Si bien se han logrado avances, la brecha entre los ingresos esperados a lo largo de la vida de hombres y mujeres a nivel mundial es de USD 172 billones, casi dos veces el PIB anual del mundo”, dijo Mari Pangestu, directora gerente de Políticas de Desarrollo y Asociaciones del Banco Mundial. “A medida que avanzamos para lograr un desarrollo verde, resiliente e inclusivo, los gobiernos deben acelerar el ritmo de las reformas para que las mujeres puedan desarrollar todo su potencial y beneficiarse plenamente”.

Aunque las regiones de Medio Oriente y África del Norte y África Subsahariana mostraron las mayores mejoras con la implementación de reformas, continúan siendo las más rezagadas.

Europa y Asia Central también aprobaron cambios, a pesar de tener puntuaciones superiores a la media mundial, con un 17% que modificó al menos una ley para mejorar la igualdad de género.

Dos de las 32 economías de América Latina promulgaron una reforma cada una: Argentina contabilizó explícitamente los periodos de ausencia por cuidado de hijos en las prestaciones de jubilación y Colombia introdujo el permiso parental remunerado compartido con la posibilidad de que ambos padres compartan seis semanas de permiso remunerado, además de los permisos ya existentes (12 semanas de maternidad y 2 semanas de paternidad).

En términos porcentuales, Oriente Medio y Norte de África representaron una mejora del 1,5%, África Subsahariana del 0,8%, Europa y Asia Central del 0,6%, países de OCDE con ingresos altos (0,2) y América Latina (0,2).

Cuidado de las infancias

El Banco Mundial incluyó por primera vez una encuesta piloto de 95 países sobre las leyes que rigen el cuidado de las infancias. “Las mujeres soportan una carga desproporcionada de los cuidados no remunerados en el hogar, y esta distribución desigual compromete su capacidad de acceder a los puestos de trabajo y conservarlos”.

El WBL2022 encontró que la disponibilidad y la regulación de los distintos tipos de servicios varían mucho de una región a otra. La oferta pública de servicios de guardería está casi universalmente regulada en la región de ingresos altos de la OCDE y de Europa y Asia Central. Por el contrario, muchas economías de Oriente Medio y Norte de África y de Asia Meridional tienen la menor proporción de servicios públicos.

De las 55 economías en las que el sector público ofrece servicios de guardería, alrededor del 80% no imponen la gratuidad y los padres deben pagar una cuota condicionada a criterios como ingresos o número de hijos. En cuanto a la calidad tampoco existe un patrón claro en los parámetros obligatorios como el tamaño de los grupos, la concesión de licencias y las inspecciones.

El 40% de los niños por debajo de la edad de escolarización primaria en todo el mundo necesita servicios de guardería. Incluso cuando están disponibles, la prestación no siempre se garantiza por limitaciones de cupo, costos, calidad y normas culturales.

“La ampliación del acceso a las guarderías puede tener efectos positivos no sólo para la participación femenina y el desarrollo de los niños, sino también para el crecimiento económico, creando una mano de obra más abundante y diversa ofreciendo importantes oportunidades de negocio y empleo”, señaló el informe.

¿Cuáles fueron las reformas?

A nivel mundial, el mayor número de reformas se realizaron en los indicadores de paternidad, salario y lugar de trabajo: se centraron en la protección contra el acoso sexual en el empleo, la prohibición de la discriminación de género y la eliminación de las restricciones laborales para las mujeres.

Aunque el indicador de paternidad con remuneración o permiso parental compartido registró el mayor número de reformas, sigue teniendo las puntuaciones medias más bajas, lo que destaca la necesidad de acelerar mucho más las reformas en este ámbito.

Armenia, Suiza y Ucrania introdujeron la licencia de paternidad remunerada. Colombia, Georgia, Grecia y España introdujeron la licencia parental remunerada, que ofrece a ambos padres algún tipo de licencia remunerada

En América Latina, más de la mitad de las economías (19 de 32) no tienen una legislación que garantice 14 semanas de permiso de maternidad remunerado, y sólo la mitad de los países garantiza una forma de permiso de paternidad remunerado por ley.

Mientras 118 economías garantizan 14 semanas de licencia pagada para las madres, en 114 países la licencia remunerada para los padres es de solo una semana.

“Las mujeres no pueden lograr la igualdad en el trabajo si están en condiciones de desigualdad en el hogar”, dijo Carmen Reinhart, vicepresidenta sénior y economista jefe del Grupo del Banco Mundial. “Eso significa nivelar el campo de juego y garantizar que tener hijos no signifique que las mujeres estén excluidas de la participación plena y la realización de sus ambiciones”.

Al explorar el funcionamiento de las leyes fuera de los libros en 25 países, el informe del Banco Mundial reveló una brecha sustancial entre la legislación y la aplicación.

Las leyes por sí solas no son suficientes para mejorar la igualdad de género”, apunta el informe, “los factores en juego incluyen no solo su implementación y cumplimiento, sino también las normas sociales, culturales y religiosas”.

Las mujeres siguen enfrentándose a grandes desafíos que amenazan con ampliar las diferencias de género, por lo que sus derechos económicos deben reforzarse para que puedan tener un acceso igualitario a los programas de apoyo público y a las tecnologías digitales, que pueden ayudarlas a crear nuevas empresas, descubrir nuevos mercados y encontrar mejores empleos.

“Cuando las sociedades son más igualitarias, las economías son más resistentes”, sostiene el organismo.

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