Bloomberg — Los inversores que quieran deshacerse de sus participaciones en activos rusos se encontrarán con que la liquidación real será una tarea compleja y potencialmente costosa.
Un número cada vez mayor de instituciones se está replanteando sus carteras tras la invasión rusa de Ucrania. Noruega ha dicho que está retirando los activos rusos de su fondo de riqueza de US$1,3 billones, mientras que el gigante petrolero británico BP Plc (BP) está intentando deshacerse de su participación en Rosneft PJSC (ROSN).
Pero vender acciones en el mercado abierto y encontrar compradores para estas inversiones no será fácil, dado el dramático aumento de las sanciones que han convertido a Rusia en un paria político y económico.
Estas son algunas de las complejidades, y posibles pérdidas, que los inversores deberán considerar si quieren seguir adelante.
1. Ofertas aceleradas
Los grandes inversores y accionistas corporativos suelen optar por vender una parte de las acciones en una colocación acelerada después del cierre de los mercados. Estas operaciones suelen ser suscritas por los bancos, que compran la participación y la ofrecen en el mercado abierto, asumiendo el riesgo de la venta.
La prohibición rusa de que los extranjeros vendan valores rusos a través de los bancos nacionales los excluye como suscriptores, mientras que las sanciones y los problemas de cumplimiento impiden a las instituciones occidentales intervenir.
“No está claro si los bancos de inversión occidentales estarían dispuestos a participar o si desearían ser vistos como que aceptan comisiones por negocios en valores relacionados con Rusia”, dijo Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell Plc (AJB), señalando también la falta de apetito por estos valores.
2. Encontrar compradores
En el caso de las grandes participaciones, los accionistas de las empresas rusas podrían tratar de encontrar un comprador dispuesto a hacerse cargo del holding al por mayor. Los vendedores podrían intentar atraer a los inversores de Asia, pero esto conllevaría su propio riesgo político.
“La venta de activos a los chinos puede tener consecuencias a largo plazo, sobre todo si implica una menor exposición, control o influencia de Occidente sobre las materias primas”, dijo Mould.
Además, las sanciones internacionales hacen que los activos rusos sean poco atractivos desde el punto de vista financiero, incluso con grandes descuentos, lo que significa que los inversores chinos tampoco querrán arriesgarse a sufrir un dolor de cabeza político.
“Siempre está la cuestión de cómo se posicionarán los chinos”, dijo Ipek Ozkardeskaya, analista senior de Swissquote (SQN). “Desde el punto de vista de la rentabilidad del negocio, no hay ninguna razón y, por lo tanto, no debería haber apetito para que los inversores chinos compren activos rusos”.
3. A paso lento
Los vendedores pueden tratar de ir dejando caer lentamente sus tenencias de acciones rusas en los mercados de valores durante un periodo más largo. Si bien la dispersión de la venta podría ayudar a aliviar la presión, los titulares corren el riesgo de sufrir daños en su reputación si se aferran a sus inversiones durante un período prolongado.
“Los compradores institucionales, especialmente los que tienen restricciones relacionadas con las normas ESG o las sanciones, probablemente no podrán comprar y no tienen intención de hacerlo”, dijo Oliver Scharping, gestor de carteras de Bantleon. Puede haber algunos compradores de pequeños fondos de cobertura o de oficinas familiares, donde los horizontes temporales son lo suficientemente largos, añadió.
4. Compradores improbables
En un giro irónico, los inversores rusos podrían resultar ser los compradores más evidentes de algunos activos.
Pero existen enormes obstáculos que hacen casi imposible la transacción a corto plazo. La negociación de acciones en la bolsa local fue cancelada, mientras que el rublo se desplomó el lunes a un mínimo histórico. Esto significa que comprar recibos de depósito globales de acciones rusas que se negocian en bolsas como la de Londres también se ha convertido en algo prohibitivo para los gestores de carteras con sede en Moscú.
Los ADR de las empresas rusas que cotizan en Londres, como el prestamista Sberbank of Russia PJSC (SBER), el minorista Magnit PJSC (MGNT) y la empresa energética Gazprom PJSC (GAZP), cotizan en el Reino Unido.
5. Recibiendo el golpe
BP ha advertido que podría sufrir una pérdida de valor de hasta US$25.000 millones por salir de Rusia, ya que encontrar un comprador para su participación del 20% en Rosneft será muy difícil. Las empresas con importantes inversiones en Rusia pueden optar por reducir el valor de sus participaciones a cero.
TotalEnergies SE (TTE) tiene operaciones en Rusia que representan unos US$1.500 millones de su flujo de caja total, o alrededor del 5%. Tiene una participación en el productor de gas Novatek (NVTK), así como una gran participación en el proyecto Yamal LNG. Shell Plc (SHEL) tiene una gran participación en el proyecto de GNL Sakhalin Energy, dirigido por Gazprom PJSC, mientras que Chevron Corp. (CVX) y Exxon Corp. (XOM) están presentes en el sector de los lubricantes.
“Va a ser difícil encontrar un comprador mientras Rusia está ganando el estatus de paria entre la comunidad internacional”, dijo Susannah Streeter, analista de Hargreaves Lansdown Plc (HL), sobre la retirada prevista de BP.
“Por el momento, es probable que la principal medida sea una fuerte reducción de valor”, añadió.
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Este artículo fue traducido por Andrea González