Ciudad de México — La incertidumbre en torno a la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. quedó de lado en las últimas dos semanas de febrero. Sin embargo, pese al aumento en la volatilidad que ha registrado el mercado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, el peso mexicano y el principal índice accionario de la Bolsa Mexicana de Valores concluyeron con un balance mensual positivo.
Dos factores influyeron en el comportamiento del mercado durante el segundo mes de 2022: el endurecimiento en la política monetaria de la Fed, pese a que se dio a conocer que el primer movimiento se realizaría en marzo y que posiblemente aumente en 50 puntos base la tasa de referencia.
“Se esperaba que hacia adelante hubiera un comportamiento menos volátil hacia los mercados, quitando este factor de incertidumbre”, dijo la subdirectora de Análisis en Monex, Janneth Quiroz.
El segundo está relacionado con la escalada en el conflicto en Europa del este.
Durante febrero se observó también un aumento en la volatilidad, que pasó de 6% en enero a 9,5% el segundo mes del año. “Es el nivel más alto observado desde noviembre del 2021, cuando se descubrió la variante ómicron”.
El Índice de Precios y Cotizaciones, MEXBOL, presentó un alza de 4,03% para ubicarse en las 53.400,61 unidades. El alza contrasta con la caída mensual anterior de 3,54%.
“Fue un mes positivo para la Bolsa Mexicana con un rendimiento alrededor de 4,0%. Se vio favorecido por una buena temporada de reportes corporativos. En términos generales, recuperaron las expectativas”, mencionó a Bloomberg Línea el subdirector de Análisis Económico en CiBanco, James Salazar.
Explicó que el comportamiento de la Bolsa Mexicana fue moderado comparado con otros centros accionarios como en Europa. “Esta conjunción del tema de una buena temporada de reportes ayudó a que fuera un buen mes, destaca consumo basico, materiales y financiero”.
Las ganancias fueron lideradas por el sector minero encabezado por Grupo México (GMEXICOB) con un repunte mensual de 18,60%, seguido de Industrias Peñoles (PE&OLES*) +15,67%. Ambas empresas favorecidas por la aversión al riesgo y al aumento en el apetito en activos de refugio.
En el mes, el precio del oro aumentó 6,37% para cotizar en $1.909,40 por onza, niveles máximos del año. La plata repuntó 9,33%; mientras que el cobre hizo lo propio en 3,86%, de acuerdo con datos de Bloomberg.
A estas empresas le siguieron Grupo Financiero Inbursa (GFINBURO) +12,20%, Banco del Bajío (BBAJIOO) +12,02% y Grupo BMV (BOLSAA) +11,18%.
Las empresas con el peor desempeño fueron Cemex (CEMEXCPO) -16,51%, Megacable Holdings (MEGACPO) -9,21%, Genomma Lab (LABB) -8,83% y Grupo Cementos Chihuahua (GCC*) -6,99%.
Con el desempeño presentado en febrero, el IPC borró las pérdidas de enero. En lo que va del año, el S&P/BMV IPC muestra un avance marginal de 0,24%.
El peso mexicano mostró una apreciación de 1,02% al pasar de MXN$20,63520 a $20,42570 por billete verde, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
Pese a que el 24 de febrero, cuando se realizó el primer ataque de Rusia a Ucrania, el peso mexicano llegó a depreciarse más de 2,0%, la moneda no ha alcanzado el máximo del año, que es de $20,85970.
Durante el mes que concluye, la cotización de la divisa mexicana registró un promedio de $20,4588 con niveles máximos de $20,73250 y un mínimo de $20,24350 al cierre de la sesión. En lo que va del año, el peso mexicano presenta una apreciación de 0,20%, de acuerdo con cifras de Banxico.
Futuro incierto
No se cuenta con una bola de cristal que prediga el futuro; sin embargo, los analistas estiman que las próximas semanas se espera un ambiente de alta incertidumbre ya que no se tiene información sobre un posible escalamiento en las sanciones a Rusia.
“A mediados del próximo mes se tendrá la segunda reunión de política monetaria por parte de la Fed, pero observamos que luego de que estalló esta guerra en Ucrania, el mercado descuenta en mayor porcentaje la posibilidad de que se aumente la tasa de referencia en 25 puntos base en el primer movimiento”, dijo la estratega de Monex.
En el caso del peso mexicano, se espera que persista un ambiente de volatilidad por tensiones geopolíticas y que la tasa de la Fed aumente 50 puntos base. “Esperaría que el tipo de cambio rebase el máximo interanual de 20.90, hasta los 21.10″, mencionó Quiroz.
Para las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana, se espera que presenten impactos negativos en el precio de las materias primas y de los energéticos, cuellos de botella en las cadenas de suministro, alza en el costo de logística y la posible desaceleración por el lado del consumo, de acuerdo con estrategas de Banorte.
“Podríamos observar afectaciones en los costos en empresas de alimentos, cementeras, industriales, aerolíneas y aeropuertos, aunque este último en menor medida”, mencionaron en un documento.
James Salazar dijo que, en cierta forma, el tema geopolítico ayuda a bajar las preocupaciones sobre el endurecimiento de la política monetaria de la Fed.
No obstante, las apuestas para el fin del año establecen que el IPC de la Bolsa Mexicana puede llegar a las 59.971 unidades, nivel que representa un aumento potencial de 12,30%, de acuerdo con datos a febrero de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB).
Esta nota fue ampliada a las 17:03 horas Ciudad de México
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