Santiago — Sonda, una multinacional que ofrece soluciones de tecnología de la información, está teniendo buenos resultados después de consolidar un modelo de negocios basado en sostener relaciones a largo plazo con sus clientes. Y, justamente, a eso es lo que está apostando con su nueva filial en Dallas que se llamará Sonda USA Inc, la primera en Estados Unidos. “Nuestra idea será instalar otros centros de servicio a medida que vayamos ganando contratos”, dice el gerente general de la empresa, José Orlandini, a Bloomberg Línea.
El mayor reto será competir con gigantes de la talla de IBM y BHP, pero la mayor compañía de tecnología chilena ya tiene experiencia en este campo. De hecho, Orlandini aclara que, si bien el mercado norteamericano es competitivo, Latinoamérica también. “Esperamos que nuestros clientes nos tiendan a preferir en un proceso de evaluación en Estados Unidos, obviamente tenemos que ser eficientes en costos, siempre tiene que ser así”.
Orlandini piensa que Dallas será una puerta de entrada muy potente para abrirse a otras ciudades. “Casi la mitad de nuestros clientes en Latinoamérica tiene una operación en Estados Unidos”.
Señala que no hay mayores riesgos en este negocio, porque la inversión que hagan en la filial dependerá, exclusivamente, de la velocidad con la que ganen proyectos. “Es un desafío relevante, y pensamos poner todo nuestro esfuerzo allá. En el próximo plan trienal, que haremos en dos años más, pensaremos si es que nos expandimos a otros mercados o no, pero por ahora nuestro foco está en EE. UU”. La operación en Dallas estará a cargo de Maurizio Rinaldi, gerente corporativo de retail de la compañía.
Sonda, que forma parte del IPSA de la Bolsa de Santiago, también tiene presencia directa en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, Ecuador, Perú, México, Panamá y Costa Rica. Durante la pandemia la empresa consiguió potenciar sus operaciones y acelerar la flexibilización laboral para sus más de 13.500 trabajadores. En 2021, los ingresos consolidados de la corporación ascendieron a US$ 1.062,2 millones, un EBITDA cercanos a US$131,9 millones, y una utilidad neta de US$ 41,3 millones. En general, los ingresos aumentaron un 19,9% respecto del 2020.
El eje de las startups
Además de la expansión geográfica, la multinacional tiene como eje estratégico apoyar al ecosistema de emprendimiento. Por eso, está detrás de un plan para desarrollar soluciones con pequeños negocios y ya tiene la mirada puesta sobre varios. “Nuestro foco con las startups quizá sea distinto al seguido por otras empresas, pues nos estamos juntando con ellas”, dice Orlandini.
Tienen un equipo dedicado a establecer contacto con las startups para compartir soluciones tecnológicas, lo que les permite -junto a éstas- ir a otros mercados. “Tenemos fuerza comercial y muchas startups tienen aplicaciones interesantes. No actuamos como un fondo de inversiones que coloca el dinero y espera, sino que queremos trabajar junto con estas y desarrollar ofertas en conjunto”. Y concluye: “La idea es trabajar con ellos, no hacerlas desaparecer o reemplazar”.
