Buenos Aires — AES Argentina es una empresa norteamericana de generación eléctrica que hace casi treinta años opera en el país. Martín Genesio, ingeniero en electrónica, desembarcó en la empresa en 2006, y en 2014 asumió como CEO y presidente. Actualmente la empresa tiene 4000 MW instalados de capacidad de generación en Salta, Neuquén, San Juan y la provincia de Buenos Aires repartidos en 10 plantas hidroeléctricas y térmicas, entre las cuales se encuentran dos parques eólicos, uno en Neuquén y otro en la provincia de Buenos Aires. La empresa con una misión de expandir la generación de energías renovables y tiene el objetivo de reducir la huella de carbono global en un 70% para 2023.
El ejecutivo es crítico de la situación macroeconómica argentina, y de las dificultades en el sistema de transporte que impiden un crecimiento aún mayor del sector. Pero es muy optimista sobre la oportunidad que tiene Argentina en el marco de la transición energética y en el potencial que tiene el país para ser un jugador relevante del sector energético en los años venideros.
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“Es uno de los países mejor posicionados para aprovechar la transición”, dice Genesio en diálogo con Bloomberg Línea, y no ve la posibilidad de que Argentina “no sea un actor relevante en la transición”. No obstante, insiste en que se deben alcanzar los acuerdos necesarios para avanzar en las inversiones que necesita el sector: “Tenemos la suerte de tener que ponernos de acuerdo sobre la abundancia, era más fácil de lo que uno cree”.
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.
Bloomberg Línea: Hace unas semanas se reunieron los empresarios de la cámara de comercio de Estados Unidos con el embajador Marc Stanley. ¿Cuál es el escenario de negocios y economía que ven en el país?
Mart́in Genesio: Voy a hablar en mi nombre. El momento económico tiene un lado bueno que es la marcada recuperación que se dio después del 2020. El 2021 se recuperó casi un 10% el PBI y aún se estima una recuperación fuerte para este año. Del otro lado está la incertidumbre por el probable acuerdo con el FMI. Particularmente considero que es absolutamente necesario para que el país vuelva a tener acceso a los mercados de financiamiento. No sólo el país, sino también las empresas. Más importante aún es que las empresas puedan acceder al mercado para acceder a las inversiones que necesitan.
¿Y en el sector energético en particular cómo impacta?
En el sector energético Argentina tiene uno de sus potenciales mśa altos del mundo en materia de desarrollo energético, en eólico, solar, minería de litio (que tiene impacto secundario ) shale oil, shale gas, convencionales, por ende argentina necesita desarrollar ese potencial y para hacerlo las empresas necesitan acceder al sistema financiero.
¿Qué criterios básicos debe tener el acuerdo para que cumpla con las expectativas?
Lo más sólido y serio posible. Que sea un acuerdo cumplible y que el mercado sienta que se pueda cumplir Las negociaciones que se están llevando adelante, lo que se escucha es algo bueno. Se está intentando negociar profesionalmente para que el acuerdo sea cumplible. Si es cumplible puede generar un impacto positivo en la futura apertura de los mercados financieros.
¿Qué impacto tiene entre las empresas y los inversionistas los ruidos políticos internos que surgen en la coalición oficialista?
No sé si hay demasiado impacto. Como empresa internacional estamos acostumbrados a operar en países diversos y ruido político hay en todos lados. Obviamente, cualquier cuestión que sume a la incertidumbre es negativa, siempre. Entendemos que todo es parte del mismo juego y en el fondo seguimos apostando por Argentina. Hace casi 30 años que estamos acá y miramos nuestro negocio como de larguísimo plazo y tratamos de no estar sumergidos en la coyuntura.
Desde 2015 con la aprobación de la Ley de renovables el sector pegó un gran salto en el país. ¿Cómo fue ese proceso para AES y cuál es el escenario actual?
La compañía a partir del año 2016 desarrolló un cambio interno, también global, muy grande. Entendimos que necesitamos acelerar un futuro energético mucho más sustentable. Y hoy casi todas las inversiones están signadas por esa visión. En Argentina los últimos tres años y pico construimos dos parques eólicos grandes, uno en la provincia de Buenos Aires y otro en Neuquén por un total de 200 megavatios (MW). Lo que estamos haciendo es continuar desarrollando este tipo de proyectos, tenemos alrededor de 1000 MW en nuestro pipeline y seguirá creciendo. Celebramos las últimas resoluciones que tomó la Secretaria de Energía para liberar espacio en la capacidad de transporte. Es una buena señal tratar de liberar ese espacio que hoy no se ocupa y es vital para que nuevos proyectos puedan instalarse.
¿Qué es lo que se necesita para que aparezcan más proyectos de renovables?
Creo que más temprano que tarde las inversiones en el sector van a volver. No solo nosotros, muchas empresas están desarrollando nuevos proyectos. Igualmente es absolutamente necesario una ampliación en el sistema de transporte para aprovechar el potencial que tiene Argentina. Porque es gigantesco el potencial en renovables que tiene el país, pero para eso necesitamos espacio físico.
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¿De quién depende ese trabajo, del sector público o el privado?
Claramente es un trabajo conjunto, público y privado. El Gobierno podría financiar parte y crear el marco regulatorio para que el privado invierta. La respuesta general es público y privado. Se vienen haciendo cosas, no depende ni de uno ni del otro pero claramente tiene que haber un acuerdo para que las inversiones en la generación puedan hacerse porque sino no vamos a tener espacio.
En 2021 la generación de energía renovable ha alcanzado cifras récord. A partir de lo que mencionas sobre los límites en la capacidad de transporte, ¿se está llegando a un cuello de botella o hay margen para crecer?
Hay un margen gigantesco para que las renovables crecen en su representación. Argentina tiene uno de los potenciales más grandes del mundo pero se necesitan marcos regulatorios más estables y sobre todo la ampliación del sistema de transporte. Argentina tiene un programa muy bueno que es el MATER (Mercado a Término de Energía Eléctrica de Fuente Renovable) que permite a los generadores firmar contratos con industriales, a largo plazo, a moneda dura. Hoy en día ese mercado, que es muy bueno, se ve limitado por el no acceso a la capacidad de transporte. Absolutamente hay posibilidad de desarrollar muchísimo más el sector pero son necesarias estas inversiones.
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Teniendo en cuenta el potencial que tiene Argentina tanto en combustibles fósiles como en energía renovable, ¿cuál es la posición que debe adoptar el país en torno al debate de la transición energética?
No creo que Argentina tenga una posición distinta a lo que pasa en el mundo. El Gobierno ha sido claro en que el país debe apoyar la transición energética. Nuestra visión es que Argentina es uno de los países con mayor potencial energético del mundo en materia de energía renovable no convencional. El mundo está encabezando una transición hacia ese tipo de energías, ya está. ¿Por qué Argentina va a hacer otra cosa? Tenes el mayor potencial de lo que el mundo está demandando. Y Argentina está yendo hacia allá, con sus complicaciones financieras, de repetidos años de crisis. Hay que salir de todo ello, pero es uno de los países mejor posicionados para aprovechar la transición. Lo que no nos puede pasar es llegar tarde.
¿Es una contradicción seguir apostando a los fósiles?
Es parte del proceso. En el mundo está bastante aceptado que el gas natural es el combustible de transición. Tenemos la suerte de tener un enorme potencial en shale gas, en viento y sol y también en litio. Por ende, no veo posibilidad, y casi por comodidad, de que Argentina no sea un actor relevante en la transición.
¿Y qué es lo que se necesita para poder aprovechar esa oportunidad que tiene el país?
Tiene que existir el compromiso. Propongo mesas de diálogo. El compromiso es de todos los sectores, pero hay que sentarse, discutir y ponerse de acuerdo, por eso creo que no hay nada mejor que mesas de diálogo focalizadas en cada uno de los subsectores del sector, con estado nacional, provincias, sindicatos y empresas y ponerse de acuerdo. Tenemos la suerte de tener que ponernos de acuerdo sobre la abundancia, es más fácil de lo que uno cree.
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