Mercados abrazan a Lula y alimentan una frenética subida en Brasil

El Ibovespa y el real lideran las ganancias este año a nivel global pese al riesgo electoral

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Bloomberg — Después de abrazar la postura antisistema de Jair Bolsonaro hace apenas cuatro años, los inversionistas ahora se están entusiasmando con una cara muy familiar en la política brasileña: Lula.

Los administradores de dinero se están volcando en los activos del país, lo que ha catapultado a la moneda a su nivel más alto desde julio y ha impulsado uno de los mayores repuntes en el mundo de las acciones tras un año horrible para ambos activos. Las entradas se producen tras las agresivas alzas de tasas de interés, que han disparado los rendimientos, e incluso mientras Luiz Inácio Lula da Silva, el líder de izquierda que gobernó el país hace dos décadas, se prepara para regresar.

Lula, quien encabeza las primeras encuestas de cara a las elecciones de octubre, aún no ha dado una orientación clara de sus principales políticas económicas. Mientras que sus asesores apuntan a un mayor gasto si es elegido, los inversionistas apuestan por su pragmatismo y sus señales hacia la moderación, tal y como mostró en su primera elección en 2002.

En aquel entonces, los inversionistas se deshicieron inicialmente de acciones y bonos por temor a que el presidente incumpliera los pagos, pero se tranquilizaron con su promesa de respetar la deuda soberana del país y mantener las cuentas fiscales bajo control, y siguieron cosechando ganancias en casi todos sus ocho años de mandato. El brillo se desvaneció cuando su Partido de los Trabajadores se vio envuelto en escándalos de corrupción que lo llevaron a la cárcel y su sucesora, Dilma Rousseff, estranguló el crecimiento económico con una red de restricciones y controles cada vez mayor.

“Lula es el diablo que conocemos”, dijo Edwin Gutierrez, director de deuda soberana de mercados emergentes de abrdn en Londres. “Dirá cosas que molestarán al mercado de vez en cuando en relación con los precios de la energía y el papel del Estado, pero en general, no marcará un regreso a la era de Dilma”.

El real brasileño se ha fortalecido más de un 9% frente al dólar este año, la mayor alza entre todas las divisas del mundo, a pesar de la escalada del conflicto en Ucrania que ha mermado el apetito por el riesgo. Los inversionistas extranjeros han aportado más de 56.000 millones de reales al mercado de valores local este año (US$11.000 millones), lo que ha contribuido a que el índice de referencia Ibovespa suba un 15% en dólares. El dinero extranjero ha entrado en las acciones brasileñas en todas las sesiones desde mediados de diciembre, la mejor racha desde al menos 2008.

La percepción de la disminución del riesgo político local ha aumentado el optimismo respecto de los activos brasileños, que ya eran más atractivos para el dinero extranjero en medio del aumento de los rendimientos y las valoraciones baratas. Incluso tras el reciente repunte, el Ibovespa se cotiza a 8,3 veces las ganancias futuras, muy por debajo de su promedio de 10 años de 11,7. Mientras tanto, se espera que el banco central suba las tasas por encima del 12% en los próximos meses, frente al 2% de hace un año.

“Los extranjeros vuelven a Brasil de vez en cuando, haciendo las mismas operaciones y provocando las mismas distorsiones en el mercado”, dijo Felipe Guerra, socio fundador de la administradora local de fondos de cobertura Legacy Capital, en un evento a principios de este mes. “Luego se van y nos dejan” con el problema, dijo.

Pero incluso los locales, que no han sido tan alcistas como los extranjeros, se están volviendo más optimistas. Los fondos con sede en Brasil redujeron sus coberturas long en dólares en US$2.600 millones desde el 3 de enero, según datos de la bolsa local recopilados por Bloomberg.

La cálida bienvenida a Lula no se parece en nada a la del año pasado, cuando los mercados entraron brevemente en pánico ante la posibilidad de que volviera a postularse después de que un juez anulara las condenas penales en su contra. Las señales de que el exlíder sindical podría ser elegido también provocaron escalofríos en los mercados en 2018, cuando finalmente se le prohibió postularse, y en 2002, cuando los inversionistas hicieron caer las acciones y la moneda hasta un 40% en el año y se deshicieron de los bonos de la nación en medio de las preocupaciones de un default.

Esta vez, a Lula le bastó con un toque de moderación para convencer a los inversionistas de que su tercer mandato no sería tan perjudicial para la economía y los mercados. Entre las críticas a la petrolera estatal Petrobras y los comentarios sobre la revisión de las leyes laborales del país, el expresidente señaló que podría recurrir al exgobernador centrista de São Paulo Geraldo Alckmin para unirse a su candidatura como vicepresidente. El guiño a un compañero de fórmula moderado causó el repunte del real.

“Lula es lo suficientemente inteligente como para saber lo que tiene que decir para que el mercado se sienta cómodo”, dijo Cathy Hepworth, directora de deuda de mercados emergentes de PGIM Fixed Income. “Ya lo ha hecho antes”.

Los inversionistas extranjeros también se sintieron alentados por episodios similares en Chile y Perú, donde los presidentes de izquierda recientemente electos suavizaron sus discursos después de ganar.

A pesar del repunte, la lenta recuperación de la principal economía de América Latina, la inflación de dos dígitos y la posibilidad de un mayor gasto público antes de las elecciones de octubre siguen planteando riesgos. El actual mandatario Bolsonaro ha coqueteado con gastos adicionales mientras busca aumentar sus índices de aprobación antes de las elecciones.

Posibilidades de ganar

Lula ha liderado la mayoría de las encuestas electorales desde que fue autorizado a postularse para el cargo a principios del año pasado y la consultora política Eurasia le da una 70% de probabilidades de ganar.

Durante su mandato, un aumento de las materias primas y las elecciones ortodoxas para el Ministerio de Economía y el Banco Central contribuyeron a mantener las cuentas fiscales bajo control y a catapultar a Brasil a la condición de país líder del mercado. El expresidente estuvo al frente del país durante un repunte del 113% del real, la moneda de mercados emergentes que mejor se comportó en este período. Las acciones se multiplicaron por seis en sus ocho años de mandato.

Mientras tanto, Bolsonaro, quien llegó al poder en 2018 con una plataforma antisistema y antiizquierdista, ha estado teniendo dificultades mientras la inflación reduce el poder adquisitivo de los brasileños y la economía registra un crecimiento mediocre.

En la carrera electoral de 2018, los mercados subieron por las apuestas de que Bolsonaro buscaría reducir el tamaño del estado y aprobaría una serie de reformas económicas. Aunque cumplió algunas promesas (incluyendo una muy esperada reforma del sistema de pensiones) también asustó a los mercados el excesivo gasto durante la pandemia.

Con la asistencia de Eduardo Thomson y Davison Santana.

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