Bloomberg — Alemania dio un vuelco a su política de años y aceptó suministrar armas a Kiev y estudiar formas de excluir a Rusia del sistema de mensajería financiera SWIFT, lo que demuestra la profunda indignación de Berlín ante la invasión de Ucrania por parte del presidente Vladimir Putin.
El canciller Olaf Scholz, que se enfrenta a su primera crisis internacional como líder de Alemania, firmó el suministro a Ucrania de 500 misiles tierra-aire Stinger y 1.000 armas antitanque de los arsenales alemanes. Su decisión deja de lado la tradicional restricción alemana a la exportación de armas a zonas de guerra, una política arraigada en el legado de agresión del país durante la Segunda Guerra Mundial.
“La invasión rusa de Ucrania marca un punto de inflexión”, dijo Scholz en una declaración en la que anunciaba la decisión. “Amenaza todo nuestro orden de posguerra. En esta situación, es nuestro deber hacer todo lo posible para ayudar a Ucrania a defenderse del ejército invasor de Vladimir Putin.”
El movimiento de Scholz, junto con una escalada de la retórica contra Putin, se produjo poco después de que el gobierno dijera que está suministrando 400 granadas propulsadas por cohetes de fabricación alemana a Ucrania a través de los Países Bajos, junto con 14 vehículos blindados de transporte de personal, 10.000 toneladas de combustible a través de Polonia y nueve obuses del antiguo ejército de Alemania del Este posicionados en Estonia.
En medio de la intensa diplomacia transatlántica para organizar una respuesta unida entre Estados Unidos y Europa antes de la invasión rusa, Alemania está cambiando de opinión después de enfrentarse a las burlas por negarse inicialmente a enviar ayuda militar letal a Ucrania y ofrecer 5.000 cascos en su lugar.
El presidente lituano, Gitanas Nauseda, que se entrevistó con Scholz en Berlín el sábado, elogió la nueva postura de Alemania.
“No se puede ganar una guerra sólo con cascos”, dijo en una conferencia de prensa tras regresar a Vilnius. “Es un avance para este Estado europeo clave y eso es algo que debemos apreciar”.
Nuevo Gobierno
Scholz, socialdemócrata que asumió el cargo en diciembre, se alineó con sus socios de la coalición de los Verdes, que ostentan el Ministerio de Asuntos Exteriores en Berlín.
“Tras el desvergonzado ataque de Rusia, Ucrania debe ser capaz de defenderse por sí misma”, afirmaron la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, y el vicecanciller, Robert Habeck, en un comunicado separado.
La reticencia de Alemania a principios de semana a expulsar a Rusia de SWIFT, un sistema utilizado para transacciones por valor de billones de dólares entre miles de bancos de todo el mundo, también se desmoronaba el sábado. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó el jueves la resistencia europea a esa medida.
Alemania “está trabajando a fondo en cómo limitar los daños colaterales de la desvinculación de SWIFT de forma que afecte a las personas adecuadas”, dijeron Baerbock y Habeck. “Lo que necesitamos es una restricción selectiva y funcional de SWIFT”.
Nauseda dijo que él y Scholz discutieron sobre la exclusión de Rusia de SWIFT. “Alemania está haciendo preparativos sobre cómo compensar los efectos secundarios de esta decisión”, dijo el dirigente lituano.
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