Bloomberg — Rusia se fue convirtiendo en uno de los paraísos de las criptomonedas luego del veto que lideró China sobre esta industria, lo que le abre una puerta en un momento en el que Estados Unidos y sus aliados europeos intentan cerrarle las puertas del dinero de Occidente al gobierno de Vladimir Putin. La minería cripto y el dinero que mueven los tokens digitales en la economía rusa se pueden convertir en una opción ante un escenario en el que las sanciones hagan escasear las divisas con las que negocia el Kremlin.
La posibilidad tiene precedentes: países como Irán ya han empezado a utilizar esta salida para evadir, en parte, el bloqueo que ha liderado Estados Unidos. Un informe de Elliptic, un proveedor de análisis de blockchain con sede en Londres, encontró que el régimen iraní ha recurrido a la minería de bitcoin (XBT) luego de que las exportaciones de petróleo, uno de sus principales ingresos, se desplomaran un 70% durante la última década, tras el embargo económico estadounidense.
Al igual que Rusia, Irán también se ha convertido en uno de los paraísos para minar criptoactivos, la actividad que permite crearlos con el uso de servidores que resuelven problemas matemáticos a cambio de estas monedas digitales. Según las cuentas que elabora el Cambridge Centre for Alternative Finance, a corte de julio de 2021, un 3,11% de toda la minería bitcoin se produce en Irán.
Teherán ha reconocido oficialmente a esta actividad y desde 2019 estableció un régimen de licencias para que los mineros se identificaran, tuvieran una tarifa por el uso de la electricidad e incluso le vendieran sus bitcoins extraídos al banco central de Irán, explicó el informe de Elliptic.
Un año después de que se estableciera el régimen de licencias, la compañía de generación de energía calculó que los mineros para entonces dejarían ingresos anuales de cerca de US$1.000 millones, agregó el documento.
Electricidad a cambio de bitcoin
Estados Unidos no ignora esta tendencia. Un informe del Departamento del Tesoro, publicado en octubre del año pasado, reconoció que “las innovaciones técnicas como las monedas digitales, las plataformas de pago alternativas y las nuevas formas de ocultar las transacciones transfronterizas reducen potencialmente la eficacia de las sanciones estadounidenses”.
El informe, en el que se hizo una revisión a las medidas tomadas en 2021, agregó que esta tecnología ofrece a “los actores maliciosos” oportunidades para retener y transferir fondos fuera del sistema financiero tradicional basado en dólares. “Somos conscientes del riesgo de que, si no se controlan, estos activos digitales y sistemas de pago puedan perjudicar la eficacia de nuestras sanciones”, agregó.
Para Elliptic, el Estado iraní saca ventaja de esta tendencia: por un lado, aprovecha sus inventarios de petróleo y gas para ofrecer sus reservas de energía a mineros, que muchas veces ni siquiera tienen que vivir en el mismo país. Es decir, convierten sus recursos naturales en criptomonedas, lo que le da una fuente de ingresos a la economía maltrecha en un momento de sanciones.
Por otro lado, también permite usar el bitcoin para pagar importaciones “lo que permite eludir las sanciones sobre los pagos a través de instituciones financieras iraníes”.
La postura es tan abierta que el Centro Presidencial de Estudios Estratégicos, el brazo de investigación de la oficina del presidente iraní, sugirió que “como los bitcoins recién extraídos no son fáciles de rastrear, a pesar de la presión de las sanciones sobre el país, los actores económicos nacionales pueden usar criptomonedas recién extraídas, que son preferibles a los bitcoin existentes, en los intercambios internacionales”.
Minería hecha en Siberia
¿Podría recorrer Rusia un camino similar? “Ciertamente, no es una coincidencia que el gobierno ruso haya presentado un proyecto de ley para legalizar y regular el uso de las criptomonedas a medida que aumentan las sanciones. Rusia buscará todos los medios posibles para evadir estas restricciones y, sin duda, los criptoactivos serán una de las vías que está considerando”, dijo David Carlisle, director de Política y Asuntos Regulatorios de Elliptic, en un correo enviado a Bloomberg Línea.
Carlisle hace referencia a los pasos que dio este año el Kremlin para empezar a regularizar el uso de los criptoactivos, a pesar de las diferencias que aún mantienen con el Banco Central, que tiene una postura prohibitiva sobre esta industria.
A principios de este mes, una estimación de funcionarios del gobierno que elaboran un plan de regulación para el sector, calculó que los rusos poseen más de 16,5 billones de rublos (más de US$200.000 millones) en criptodivisas. La cifra equivale a cerca del 12% del valor total de las tenencias globales.
Semanas antes de que se conociera esa estimación, Bloomberg reportó que Putin respalda una propuesta del gobierno para gravar y regular la minería de criptomonedas.
“La minería podría resultar un método muy atractivo para que Rusia obtenga criptos. Es un país rico en energía, lo cual es fundamental para albergar la minería de bitcoins a gran escala, y la minería de bitcoins ya se lleva a cabo en partes de Rusia, como Siberia. Así como Irán ha logrado monetizar los recursos energéticos que lucha por exportar dedicándolos a la minería, Rusia podría desplegar sus vastos recursos energéticos en la minería, lo que le permitiría generar bitcoins que pueden usarse para pagar bienes y servicios, o convertirse en monedas fiduciarias”, agregó Carlisle.
Rusia se convirtió en el tercer mayor minero de criptomonedas del mundo en 2021, después de Estados Unidos y Kazajistán, según los datos de la Universidad de Cambridge publicados en octubre, y tras el veto de China a esta actividad. El país tiene el beneficio de que cuenta con regiones que tienen un excedente de electricidad debido a los suministros de las centrales hidroeléctricas.
“Si dos personas u organizaciones quieren hacer negocios entre sí y no pueden hacerlo a través de los bancos, pueden hacerlo con bitcoin”, dijo Mati Greenspan, fundador y director ejecutivo de la empresa de asesoramiento financiero Quantum Economics, a Bloomberg. “Si a un individuo adinerado le preocupa que sus cuentas puedan ser congeladas debido a sanciones, puede simplemente mantener sus activos en bitcoin para estar protegido de tales acciones”.
Hasta el momento, según los datos que recopila Chainalysis, no ha habido un movimiento inusual de criptomonedas que puedan mostrar que ya se están usando para evadir las sanciones, según Kimberly Grauer, directora de investigación de la compañía.
No obstante, resaltó que Rusia, en particular, “ha creado una estrategia de criptomonedas que implica una guerra cibernética” y ha aumentado los ciberataques contra Ucrania en los últimos días. “Sabemos que un hacker, por ejemplo, ha estado vendiendo bases de datos ucranianas en Tor aceptando pagos en criptodivisas”, dijo.
Además, el informe de crimen cripto que elaboró Chainalysis mostró que las personas y los grupos que trabajan en Rusia, y algunos de los cuales han sido sancionados por Estados Unidos, “representan una parte desproporcionada de la actividad en varias formas de delincuencia basada en la criptomonedas”.
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