Bloomberg — Los funcionarios de la Reserva Federal se mantuvieron firmes en su decisión de subir las tasas de interés el mes que viene a pesar de la incertidumbre que supone la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y al menos uno de los responsables de la política monetaria se planteó un movimiento de medio punto.
Aunque reconocieron los riesgos creados por el conflicto, que ha desencadenado una de las peores crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y ha hecho saltar los precios del petróleo, los banqueros centrales estadounidenses subrayaron la necesidad de hacer frente a la inflación más caliente de Estados Unidos en 40 años.
“Con la economía en pleno empleo y la inflación muy por encima del objetivo, deberíamos señalar que estamos volviendo a la neutralidad a un ritmo rápido”, dijo el gobernador Christopher Waller el jueves en declaraciones a un evento en la Universidad de California, Santa Bárbara. “Una subida de 50 puntos básicos ayudaría a conseguirlo” si los datos sobre el empleo y los precios siguen siendo buenos en las próximas semanas, dijo.
Antes de la invasión rusa, los funcionarios de la Fed habían señalado enérgicamente su disposición a subir las tasas de interés cuando se reúnan el 15 y 16 de marzo para hacer frente a la inflación, al tiempo que mantenían abiertas sus opciones sobre lo lejos o lo rápido que se moverán tras el despegue.
El debate se centra en varios momentos clave que tendrán lugar durante las próximas dos semanas: Las cifras de enero del indicador de inflación preferido por la Fed, que se publicarán el viernes; el testimonio semestral de política monetaria del presidente Jerome Powell ante el Congreso, el 2 y 3 de marzo; el informe de empleo de febrero, el 4 de marzo; y los datos de febrero sobre el índice de precios al consumo, que se publicarán el 10 de marzo.
Waller, que se mostró a favor de subir las tasas en 100 puntos básicos a mediados de año y de empezar a reducir el abultado balance de la Fed para la reunión del banco central de julio, dijo que era “demasiado pronto para saber cómo afectará el ataque de Rusia a Ucrania a la economía de Estados Unidos, y puede que no sea mucho más fácil para (cuando llegue) nuestra reunión de marzo”.
Tanto los operadores como los economistas siguen creyendo que la Fed iniciará las subidas de tasas en marzo. Los futuros muestran que un aumento de un cuarto de punto el próximo mes está más que descontado en los precios.
La presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, dijo el jueves que “las implicaciones de la situación que se está desarrollando en Ucrania para las perspectivas económicas a medio plazo en los Estados Unidos también se tendrán en cuenta para determinar el ritmo adecuado para eliminar la acomodación”.
El aumento de los costes de la energía podría elevar aún más la inflación general, aunque la Reserva Federal también suele tener en cuenta lo que esto significa para el gasto de los hogares. El encarecimiento del petróleo, que afecta a los bolsillos de los estadounidenses, podría frenar la demanda.
La crisis de los 70
Pero es probable que las lecciones de la crisis del petróleo de la década de 1970 también pesen sobre los responsables de formular poíticas.
“Los acontecimientos geopolíticos añaden un riesgo al alza a las previsiones de inflación, al tiempo que suponen un riesgo a la baja para las previsiones de crecimiento a corto plazo”, dijo Mester. “El ritmo final al que se elimine la acomodación de la política monetaria tendrá que basarse en los datos y estar orientado al futuro”.
El presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, dijo el jueves que actualmente todavía espera subir las tasas en marzo, siempre que la economía evolucione como él prevé.
“Si las cifras se acercan a eso, creo que podemos seguir con nuestro plan de subida”, dijo durante la conferencia sobre perspectivas bancarias de la Fed de Atlanta. “Tendremos que ver por dónde van las cosas. Sé que hemos visto en las últimas semanas que los precios del petróleo han aumentado drásticamente, al igual que el gas natural. Eso podría tener un efecto dominó”.
También el jueves, el jefe de la Reserva Federal de Richmond, Thomas Barkin, dijo que “el tiempo dirá” si Ucrania cambia las perspectivas de la política, al tiempo que afirmó su inclinación a comenzar a normalizar la política para contrarrestar las presiones de los precios.
Barkin dijo que los vínculos de Estados Unidos con la economía rusa y la exposición de los bancos estadounidenses al país parecen ser limitados, aunque los funcionarios examinarían el impacto en los mercados de la energía y las materias primas para detectar posibles efectos indirectos en Estados Unidos.
“Así que si esto evoluciona como en 2014 no creo que se vayan a ver muchos cambios en la lógica subyacente de la que he hablado. Pero este es un territorio inexplorado. Así que tendremos que ver hacia dónde va el mundo”.
-- Con la ayuda de Christopher Anstey.
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