Los ataques de Rusia a Ucrania generaron un cimbronazo bursátil que golpeó las bolsas de todo el mundo, pero que impactó especialmente en Moscú, donde el índice RTSI se hunde un 39%. Asimismo, los ETF que trackean papeles rusos se desploman por arriba del 10% y la compañía de gas Gazprom derrapa 4%.
Ahora bien, ¿qué debería hacer un inversor que tiene un posicionamiento en activos rusos ante esta situación? ¿Aceptar la pérdida y huir? ¿Esperar un rebote? Bloomberg Línea dialogó con tres analistas de mercados que opinaron al respecto.
Conocer el perfil de riesgo
El analista Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero y con tres décadas de trabajo en Wall Street, aseguró que la clave es el perfil de riesgo del inversor y su capacidad financiera.
Y desarrolló: “Cada vez que hay un conflicto geopolítico los mercados caen y se recuperan. En algún momento vuelven al equilibrio. El tema es que es imposible saber cuándo es el rebote, por lo cual depende mucho del apetito al riesgo. El inversor debe conocer su tolerancia a convivir con estas circunstancias”.
A la hora de segmentar, Timerman detalló: “Si tienes 80 años, un patrimonio razonable para vivir y quieres dejarle algo a tus hijos no es lo más oportuno entrar en activos rusos ni quedarse en caso de estar adentro. Pero para una persona que tiene un patrimonio alto y que tiene la capacidad de esperar, son momentos interesantes para entrar y para quedarse”.
El analista se remontó a lo que sucedió en 1998, cuando una Rusia en plena crisis defaulteó la antigua deuda en dólares de la ex Unión Soviética. “Llegó a caer a 3 o 4 dólares la deuda y luego se disparó a 130 dólares, pero hubo que esperar un par de años. Todos estos son movimientos de entrada, pero dependiendo de la capacidad de riesgo”, aclaró.
Timerman alertó por otro lado: “Hay muchos ETF que son apalancados, por lo que estás comprando o vendiendo más de lo que se tiene. Posiciones apalancadas en un escenario de tanto riesgo pueden ser conflictivas, porque los mercados pueden ir a extremos y va a subir la volatilidad, por lo que eso puede hacer que haya que poner más garantías para defender posiciones. Hay que desapalancar el portafolio”.
¿En qué momento del conflicto estamos?
“Todo depende de cuál es el horizonte del inversor y cuál es la estrategia que se sigue”, aseguró Diego Ferro, quien preside el fondo M2M Capital en Wall Street. Ferro amplió: “Desde un punto de vista de disciplina, si se puede tolerar un 10% o 15% de pérdida, conviene seguir teniendo esa acción. Aunque alguien más prudente debería salir, ya que no se conocen los alcances de este conflicto”.
Por otro lado, añadió: “Rusia tiene una situación económica bastante buena y esto no debería afectar su economía, aunque sí los precios de los activos por obvias razones”.
Ante la consulta de si la caída de precios puede significar un punto de entrada para inversores con alguna tolerancia al riesgo, Ferro advirtió que “todo pareciera indicar que estamos al principio de esta situación”, en relación al conflicto armado.
Por ello, concluyó: “Rusia está muy barata y a mediano plazo puede ser uno de los mejores activos emergentes para invertir: tiene muy poca deuda sobre PBI y sube el precio de sus commodities. Pero hasta no conocer las sanciones, no entraría”.
“Alejarse”
El analista dinamarqués Ole Hansen, head of commodity strategy en Saxo Bank, consignó ante la consulta de este medio: “Por lo que hemos visto hasta ahora, lo mejor es alejarse del mercado de valores ruso local y buscar refugio en dólares y oro. Varias empresas dentro de la minería y la producción de petróleo y gas se han desplomado a pesar de que aumentó el precio de sus productos”.
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