Bloomberg — Los inversores se apresuraron a comprar bonos que los protegieran de la perspectiva de una aceleración de la inflación después de que el ejército ruso lanzara un ataque contra Ucrania el jueves.
El asalto hizo subir bruscamente el precio de materias primas clave, lo que llevó a un récord las expectativas de inflación en Gran Bretaña y Europa durante el próximo año. Eso puso al llamado rendimiento real del Reino Unido a 10 años en camino a su mayor caída desde las secuelas de la votación del Brexit de 2016 y la tasa alemana equivalente a su mayor baja desde 2011.
Los movimientos se vieron agravados ante operadores que apostaron a que los bancos centrales no responderán a la revalorización de las expectativas de inflación endureciendo la política de manera más agresiva. Los mercados monetarios solo recortaron ligeramente las apuestas de ajuste monetario antes de las reuniones clave del Banco de Inglaterra (BOE) y el Banco Central Europeo (BCE) en marzo.
“Para que las tasas de equilibrio se ajusten a la baja, se necesitarían políticas monetarias aún más agresivas”, dijo Althea Spinozzi, estratega de Saxo Bank. “Sin embargo, los bancos centrales se mostrarán reacios a subir agresivamente en medio de una guerra, ya que podrían provocar una desaceleración significativa del crecimiento”.
La tasa de equilibrio a 10 años del Reino Unido subió al nivel más alto desde 1996 y el equivalente alemán por encima del 2% por primera vez desde 2011. Los indicadores representan la diferencia entre los rendimientos convencionales y los indexados a la inflación y brindan una estimación del ritmo futuro de aumento de precios.
Los swaps de inflación a un año en la zona del euro aumentaron 53 puntos básicos hasta el 4,72%. La tasa del Reino Unido saltó 114 puntos básicos al 8,04%.
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Este artículo fue traducido por Miriam Salazar