Cómo la estabilidad en el tipo de cambio impacta en las peleas de gallos en el interior de Venezuela

En El Calvario, un pequeño sector rural de Carúpano, prefieren actualmente los bolívares antes que los dólares durante apuestas en el tradicional y controvertido deporte

Habitantes de El Rincón rodean la arena para pelea de gallos en Carúpano / Raylí Luján
24 de febrero, 2022 | 09:06 AM

Un par de gritos, alrededor de las 5 de la tarde de un sábado, rompen con el sonido de pajaritos entre las montañas de El Calvario, en El Rincón, un pequeño sector rural de Carúpano, al oriente de Venezuela. “Vamos, gallo”, se escucha entre la zona montañosa, donde entre conucos y algunas casas de barro, sus habitantes encuentran diversión en las populares peleas de gallos.

Los tapabocas fueron sustituidos por botellas de licor y efectivo, en bolívares extrañamente, entre los que resaltan algunos cuántos dólares. En la pizarra de apuestas, sí se expresan claramente los montos en la moneda extranjera, la misma que tomó espacio en el país, en medio de la hiperinflación que le había afectado, al menos hasta finales de 2021 de acuerdo al registro del Banco Central de Venezuela, pero la que ha dejado de ser exclusivamente necesaria en estas pequeñas competencias.

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En la gallera de El Calvario, desde hace algunos meses, empezaron a preferir los bolívares antes que los dólares para las apuestas en las pintorescas batallas. Isaac*, el dueño de la instalación, que ya cuenta con un año de inaugurada, asegura que en medio de la estabilización del tipo de cambio, situado durante los últimos meses entre 4,5 y 4,8 bolívares por dólar, resulta mejor recibir el billete local.

Pelea de gallos en Carúpano, estado Sucre, Venezuela / Raylí Luján

“Sirve claro, porque aquí se trata de apuestas pequeñas, 5 ó 20 dólares o lo máximo que ha sido 150 dólares”, comenta a Bloomberg Línea. Él mismo, también criador de gallos, sabe que en otras zonas cercanas, como El Pilar, o incluso en la capital del estado Sucre, Cumaná, las cifras resultan más elevadas e imposibles de reemplazar con bolívares, todavía.

Casi en la cima de este sector agrícola, en cambio, además de aceptar los bolívares e incluso verles con estima, también aceptan intercambios de alimentos, ganado o hasta frutas y verduras. Y es que, el trueque, tan frecuente en la Venezuela actual, sigue latente en estas poblaciones, donde un kilo de harina o un coco es tan valioso como 5 ó 10 dólares, o en dado caso, 45 bolívares.

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Una pizarra de apuestas en el sector El Calvario, de El Rincón, en Carúpano, Venezuela / Raylí Luján

Isaac, cuyo nombre real no será revelado en este artículo por seguridad, explica cómo la moneda nacional, en efectivo, ha cobrado valor, precisamente cuando el año pasado pareció haber tocado fondo con respecto a su devaluación. “Ya está a la par del dólar, tiene meses así, y eso nos permite aceptarlo, y mucho mejor para nosotros, porque nos sirve luego para trasladarnos en carrito (autobuses) hasta Cumaná o comprar pasajes hasta otras ciudades para las competencias más grandes”, aclara.

En la comunidad gallera todos se ayudan, o al menos eso sostiene el hombre de unos 50 años de edad. Cree que las peleas de gallos, siempre tan notorias en Venezuela, con énfasis en el campo, resultan una oportunidad para que los lugareños interactúen, y ofrezcan algunos servicios. Chucherías, venta de licor, o simplemente una atracción para los más pequeños, que corretean entre los alrededores mientras sus papás gritan alrededor del sangriento deporte.

Gallera en El Calvario, sector El Rincón, Carúpano, Venezuela / Raylí Luján

Dos mujeres se ubican entre el ruidoso grupo de hombres, frente a la arena, conocida también como coliseo. Ellas también gritan, y lo hacen directamente a uno de los gallos. La menor de ellas señala que ese es su gallo, criado por su mamá, quien se encuentra a su lado.

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“Le vemos el queso a la tostada, sí. Yo puedo fijar el monto que quiera, si digo 20 dólares si gano al inscribirlo, eso es lo que tengo que pagar también, si pierdo. Lo que pagan los apostadores al juez, eso sí es por fuera, pero son montos bajos también. La cosa es que sí gano varias peleas un mismo sábado, me llevo un dinerito bien”, dice la joven al referir que un buen sábado ha obtenido hasta 100 dólares. Con eso, además de comprar vitaminas para reponer al gallo, adquiere alimentos para su casa.

Aunque los dólares siguen activos en el lugar, ya sea en el verbo, la referencia o el propio pago, los bolívares, sin embargo, se han hecho espacio nuevamente, recuperando valor y uso. A pesar de la falta de efectivo en bolívares en todo el país, devorados por la inflación, estos billetes están bien concentrados en esta entidad, arropada por la pobreza, con un índice de 95% de acuerdo a la última Encuesta de Condiciones de Vida de la Universidad Católica Andrés Bello en 2021.