Web3: descentralización, propiedad y metaverso

La red que utiliza tecnologías descentralizadas tendrá impacto en las artes, el deporte, las finanzas y otros sectores

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Bloomberg Línea Ideas — Después de crear nuevos paradigmas de relación, comunicación, consumo, enseñanza y trabajo, la Internet se encamina a una nueva etapa: la Web3. Los teóricos y desarrolladores crearon una red que adopta tecnologías descentralizadas, que es la base de las criptomonedas.

La transición de Web2 a Web3 es un cambio en curso con, por ejemplo, el metaverso o los NFTs (tokens no fungibles). En la práctica, Web3 permite crear aplicaciones que están cambiando las artes, los deportes y el mundo de las finanzas, por ejemplo. El metaverso impactará el trabajo, el entretenimiento y las relaciones sociales, entre otros.

Sería más exacto decir que Web3, cuyos principios nacieron hace casi una década, no reemplazará completamente a Web2, sino que creará una capa adicional sobre Web2.

En suma, la Internet pasó de la fase en la que el usuario solo leía contenido (la llamada Web1) a la Web2 a fines de la década de 1990, y ahí, el usuario podía leer y escribir, es decir, interactuar. Ahora, en Web3, se agrega una tercera posibilidad: el usuario también posee contenido, lo que genera más incentivos para usar la red.

Fundamentos de la nueva Web

Como dije anteriormente, Web3 nace de la adopción de tecnologías descentralizadas. Esto hace que la navegación sea más segura, rápida y permite la creación de nuevas economías digitales, donde los usuarios pueden compartir un blockchain sin estar conectados a Internet, en una operación P2P (peer-to-peer), y elegir dónde almacenar sus datos.

Un informe de Goldman Sachs (GS) de diciembre del año pasado señala precisamente que el blockchain (descrito en el documento como una de las tecnologías más disruptivas desde la aparición de internet) es fundamental en este proceso por ser la única herramienta que puede “identificar cualquier objeto virtual independientemente de una autoridad central”.

En el mundo de las finanzas, una de las principales contribuciones de Web3 es el aumento del alcance de algunos productos que antes estaban limitados a un solo canal de ventas, como un fondo de inversión o un agente de inversión, o una región. Por ejemplo, un token respaldado por activos nacionales específicos, como la deuda pública, se convierte en un producto global y alcanza nuevos fondos de liquidez.

Este proceso también implica la interoperabilidad entre exchanges de criptoactivos.

Si bien el mecanismo para cotizar una acción y sus recibos de acciones, por ejemplo, los Recibos de Depósito Estadounidenses, o los ADRs, es complejo, costoso y requiere mucho tiempo, la tokenización de un activo se puede realizar de una manera muy simplificada, por lo que se cotiza globalmente.

Los nuevos procesos, como la conexión entre exchanges, billeteras y marketplaces, seguirán evolucionando mucho, haciendo que la experiencia del usuario sea más intuitiva y tenga menos obstáculos. Las empresas crypto native tienen un enorme activo en sus manos: el año pasado recibieron un récord de US$33 mil millones en inversiones de fondos de capital de riesgo, se capitalizaron para invertir en estas creaciones y realizar mejoras.

Hay otro punto interesante, que es la posibilidad de fraccionamiento de activos, ampliando el acceso a algunas inversiones hasta ahora inaccesibles para inversores no institucionales. Un apartamento frente a Central Park, en Nueva York, es un artículo prácticamente imposible de comprar por su alto valor. Pero si tokeniza la propiedad, cientos (o miles) de personas pueden poseer una parte de él.

El arte en la era de la Web3

El fraccionamento de activos afecta en gran medida a las artes. Las pinturas de valor incalculable de artistas consagrados se pueden tokenizar, y los derechos de propiedad pasan a manos de miles de inversores.

El sueño de tener un Gauguin, un Dalí o un Picasso se hace posible.

En el mundo de las artes, no es sólo el público el que se beneficia de las posibilidades creadas por Web3. Los artistas también tendrán ventajas sin precedentes. Quien crea contenidos en Web2 depende de un modelo publicitario que pasa por un intermediario. En Web3, el creador no necesariamente tiene que pasar por dicho intermediario, lo que aumenta los ingresos y les ayuda a crear comunidades más comprometidas.

Los NFTs son precisamente los instrumentos con mayor poder de comprometimiento en la Web3, tanto para las artes como para los deportes. Además de ser un arte o un objeto coleccionable de los deportes, los NFTs también son un canal de relación entre el emisor, ya sea una banda de rock o un equipo de baloncesto, y el aficionado que compró el activo.

En marzo del año pasado, la banda Kings of Leon lanzó el álbum ‘When You See Yourself’ en NFT. La banda ahora tiene un canal de comunicación con el fan que posee el NFT, tanto los fans actuales como los futuros que comprarán el activo en el mercado secundario. Además de este beneficio, el NFT otorgará a su titular nuevos derechos, como, por ejemplo, la venta anticipada de entradas para un nuevo espectáculo.

Esta relación directa le permite al artista enfocarse en la calidad de sus fans, en un compromiso más frecuente y permanente, mientras que en Web2 el enfoque estaba más restringido a la cantidad. Una de las oportunidades que tendrán los artistas de las más variadas vertientes es la de convertir un fan de la Web2 en un fan de la Web3.

Y los NFTs son perfectos para ello.

Este texto no refleja necesariamente las opiniones de los consejos de redacción de Bloomberg Línea, Falic Media o Bloomberg LP y sus propietarios.

--Esta nota fue traducida por Bianca Carlos, localization specialist de Bloomberg Línea.

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