Ciudad de México — El Gobierno mexicano podría estar tentado a intervenir el precio al público de las gasolinas para cumplir con la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de mantener los precios debajo de la inflación y evitar “gasolinazos” que serían causados por el petróleo al alza ante el nerviosismo mundial por el conflicto en Ucrania.
Dos expertos en materia fiscal-energética dijeron a Bloomberg Línea que hay cuatro escenarios que el Gobierno podría echar a andar si la crisis en Ucrania acelera la subida de los petroprecios: aplicación de estímulos fiscales a niveles máximos, subsidios, control de precios o la ampliación de estímulos fiscales a otros impuestos que se cobran por cada litro de gasolina.
En México existe una política de estímulo fiscal que consiste en reducir la tasa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra por litro de gasolina y diésel cada que hay fluctuaciones del petróleo derivadas de la evolución de los precios internacionales del crudo.
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Esta política suaviza los precios de los combustibles al consumidor, sin embargo, el reciente incremento en los petroprecios obligó a la Secretaría de Hacienda a dejar de cobrar desde el 12 de febrero de 2022 toda la cuota del IEPS de gasolina Magna, algo que no había sucedido desde 2018, cuando inició a nivel nacional la política de liberalización de los precios de las gasolinas.
A esto se suma la crisis de Ucrania que tiene al mercado del petróleo en alerta. Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación de Next Generation en el banco privado Julius Baer, dijo en un reporte que los precios del petróleo pueden alcanzar los US$100 en cualquier momento.
Este escenario de un petróleo con precio a tres dígitos es lo que tentaría al Gobierno mexicano a intervenir en el precio al público de las gasolinas, ya que ante precios internacionales de esa dimensión el estímulo fiscal que se aplica al IEPS se queda corto para mitigar la subida del crudo.
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Alejandro Montufar, CEO de PetroIntelligence, dijo que se prevé que todo 2022 sea de precios altos del petróleo, una tendencia que, si bien ya se presentaba antes del conflicto en Ucrania, con la crisis geopolítica de ese país con Rusia los petroprecios tienen una tendencia alcista.
“Es probable un escenario en donde en ninguno de los tres combustibles paguemos el IEPS, ¿qué puede pasar después?, puede haber un tema de subsidios que Hacienda decidiera implementar, es decir, no solo dejar de cobrar, sino dar dinero, aunque los subsidios complicarían las finanzas públicas”
Alejandro Montufar, PetroIntelligence
Otra opción puede ser el control de precios como el que el Gobierno implementó con el Gas LP, no obstante, en esta opción no se pueden controlar ciertos factores externos propios de la dinámica de los precios internacionales.
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“Los altos precios están poniendo nerviosos a todos los gobiernos. Aquí el gran reto es ver cómo calibran en Hacienda el estímulo para que el precio al público no aumente. El problema de que te acabas el IEPS es que ya no tienes un mecanismo que te permita mitigar el impacto de los precios internacionales”
Alejandro Montufar, PetroIntelligence
Víctor Gómez Ayala, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y exfuncionario de Hacienda, explicó que desde la reforma energética de 2014 se estableció que no podía haber subsidios en las gasolinas, lo que dio paso a la política de estímulos fiscales a la cuota del IEPS.
Sin embargo, indicó que desde que se aprobó dicha reforma, no había ocurrido lo que sucede ahora de que la cuota del IEPS fuera insuficiente para aguantar los incrementos en los petroprecios.
“Con el compromiso de una política pública de que no haya aumentos en términos reales, se acotó hacia arriba el monto del estímulo y eso produce que sea necesario otro instrumento complementario para poder cumplir con el propósito de que no haya incremento en las gasolinas en términos reales”
Víctor Gómez, ITAM
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En ese sentido, Gómez Ayala dijo que un escenario es que el Gobierno intervenga el precio al público de las gasolinas mediante una ampliación del programa de estímulos fiscales a otros impuestos que también se cobran por cada litro de gasolina, como puede ser el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Señaló que un factor a monitorear es la inflación porque el compromiso presidencial es precisamente que los precios de las gasolinas no suban por encima del nivel de inflación.
“Está esta promesa de que no aumenten en términos reales las gasolinas, esto es, que la gasolina no suba más que la inflación. En la medida en que la inflación continue en los registros que estamos viendo, se tendrá más margen para cumplir con esta promesa sin necesidad de otros instrumentos de estímulo fiscal”
Víctor Gómez, ITAM
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