Bloomberg — La capa de hielo de la Antártida se ha reducido hasta alcanzar la menor superficie registrada, otra señal de que el ritmo acelerado del cambio climático está afectando con más fuerza a algunas de las regiones más frías.
El hielo que rodea el continente ha retrocedido hasta 1,97 millones de kilómetros cuadrados, según mostraron el lunes los datos preliminares del satélite del Centro Nacional de Datos sobre el Hielo Marino de Colorado. Eso está por debajo del récord anterior de 2,1 millones de kilómetros cuadrados establecido en 2017.
“Es aterrador presenciar cómo se derrite este océano congelado”, dijo Laura Meller, asesora polar de la organización sin fines de lucro Greenpeace. “Las consecuencias de estos cambios se extienden a todo el planeta, impactando en las redes alimentarias marinas de todo el mundo”.
Los hallazgos se suman a los indicios de que los cambios de temperatura global son cada vez más extremos. Los últimos ocho años han sido los más calurosos de los que se tiene constancia, y el año 2021 fue el sexto más caluroso, según datos del gobierno estadounidense. Los polos están sufriendo especialmente, ya que el hielo marino del Ártico se ha reducido una media del 13% cada década desde 1979.
En el Polo Sur, los últimos datos proporcionan una prueba más del “colapso climático”, ya que algunas partes de la región se están calentando más rápido que cualquier otra parte del mundo, según Greenpeace. Las repercusiones son el aumento del nivel del mar, la alteración de los patrones de migración de la fauna y flora y, al reducirse la superficie reflectante del hielo, un calentamiento aún más rápido.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas advirtió el año pasado que la capa de hielo de la Antártida Occidental “se perdería casi por completo y de forma irreversible a lo largo de varios milenios” con niveles de calentamiento sostenidos de entre 2 y 3 grados centígrados.
En otro estudio publicado el martes, investigadores dirigidos por Raúl Cordero, de la Universidad de Santiago de Chile, descubrieron que el derretimiento del hielo en la Antártida también puede atribuirse al llamado carbono negro que producen los barcos, aviones y generadores diesel de las actividades turísticas y de investigación en la región. El resultado es que en algunas zonas se derriten hasta 23 milímetros más de nieve cada verano.
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Este artículo fue traducido por Andrea González