BUENOS AIRES — Febrero no debería ser un mes calmo en términos cambiarios en Argentina, pero este año lo es. Históricamente y por cuestiones estacionales, en este periodo retrocede la liquidación de divisas y aminora la demanda de pesos. Sin embargo, en las últimas semanas la divisa viene mostrando bajas sostenidas en los mercados paralelos.
Por citar algunos ejemplos, el contado con liqui (CCL) de Cedear, que trepó hasta los $235 a fines de enero, hoy se desinfló hasta los $ 203,20. El blue, por su parte, se acomodó en torno a los $ 211,50, pese a que llegó a un récord histórico de $223,50 el último 27 de enero. Ahora bien, ¿cómo se explica esta caída?
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Un informe reciente del broker Facimex Valores detalla que la relación entre los pasivos monetarios del Banco Central (la base monetaria, sumada a los pases y las Leliq) y la dinámica del tipo de cambio implícito “aporta una herramienta interesante para comprender este movimiento”.
En ese sentido, la reinstauración de los controles de capitales en septiembre de 2019 y el crecimiento de los pasivos monetarios del Central han marcado una suerte de piso para la evolución del tipo de cambio implícito. “Estas dos variables se distanciaron en pocas oportunidades y todas coincidieron con shocks a las expectativas, como el inicio de la pandemia o la crisis de expectativas de octubre 2020, pero luego el tipo de cambio implícito retornó a este piso dado por el crecimiento de los pasivos monetarios”, destacó Facimex.
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Por último, el documento sintetiza: “La dinámica de 2022 parece un nuevo episodio en este mismo sentido. Las primeras semanas del año mostraron un deterioro de expectativas ante el temor de los inversores de que Argentina incumpliera con el pago de enero al FMI, mientras que hubo una clara recuperación a medida que se fue confirmando el camino hacia un acuerdo”. Con las últimas apreciaciones, la variación del tipo de cambio implícito volvió a reencontrarse con la variación de los pasivos monetarios del BCRA.
Más allá de esta correlación matemática, el analista de Buenos Aires Valores (BAVSA) Nicolás Rivas señaló ante la consulta de este medio que la baja del dólar “se debe a una conjunción de factores”. En ese sentido, detalló: “Obviamente, el acercamiento con el Fondo Monetario Internacional ayudó, ya que el dólar cable había picado en punta en las dos semanas previas, cuando había rumores de que el Gobierno iba a defaultear. Por otro lado, también ayuda el incremento de las tasas de interés, ya que aumenta el costo de oportunidad de estar en dólares”.
Rivas mencionó como importante un tercer punto: el contexto internacional. “Si bien hay un alza de tasas de interés en el mundo, las monedas de países emergentes han performeado muy bien en las últimas semanas y el real se ha apreciado. Eso ayudó a que el flujo no sea tan negativo”.
No obstante, Rivas aclaró que el mercado de dólar cable quedó muy “chico” y que cualquier cimbronazo le pega.
Por otro lado, el estratega de una importante sociedad de Bolsa resaltó que en las últimas dos semanas los dos jugadores grandes que mueven los flujos, en referencia a Templeton y Pimco, no vienen agitando las aguas. Y mencionó además: “Otro factor que está ayudando es el precio de los commodities. Tenemos el maíz en récord histórico y encima mejoró la cuestión climática”.
Importaciones pisadas
Otro factor que trajo tranquilidad al mercado es que el Banco Central viene comprando dólares. Pocos, pero en un mes que suele ser demandante neto. Sin embargo, la contracara de este movimiento es que el mercado ve los dólares para importar cada vez más pisados por la autoridad monetaria.
“La brecha es alta y eso hace que la demanda de dólares al tipo de cambio oficial sea infinita”, explicó un informe de la Consultora 1816. El documento reflexiona: “Mantener el dólar oficial lleva al Gobierno a ir ajustando los controles cambiarios y nos preocupa en particular lo poco que se viene operando en el mercado de cambios desde diciembre. Con estos volúmenes parece evidente que, de uno u otra manera, Argentina ha endurecido los controles en los últimos dos meses.
Puede volver la presión
El futuro cercano no está exento de turbulencias. Un informe de la consultora LCG advirtió: “En conjunto, el balance del BCRA sigue mostrando un deterioro que se refleja en un tipo de cambio de convertibilidad de los pasivos de corto plazo a las reservas de $226. Ese precio sombra del dólar refleja el desequilibrio entre pesos y dólares en la economía”.
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