Montevideo — Facundo Garretón nació en Tucumán, donde ideó una empresa de tecnología pionera en su provincia, luego vivió en Silicon Valley, fundó Invertir Online, fue diputado del PRO (Cambiemos) en Argentina, y ahora dirige desde Punta del Este una compañía de marihuana medicinal que en Uruguay opera a través de YVY Life Sciences. El empresario es una de las caras visibles de la Asociación de Argentinos Residentes en Uruguay, una organización fundada en plena pandemia para canalizar las inquietudes de sus cientos de compatriotas que en los últimos años resolvieron radicarse al otro lado del Río de la Plata.
“Elegí Uruguay por su estabilidad no solo económica sino institucional, un país previsible donde funcionan las instituciones”, dijo el empresario a Bloomberg Línea. También destacó la “calidad de vida” y mencionó los “atardeceres increíbles” de la zona de Punta Ballena, un balneario de una vista privilegiada a 15 minutos de la península de Punta del Este. “La seguridad es un tema importante, si bien aún hay algunos robos creo que se viene mejorando el tema”, agregó.
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Garretón contó que, a raíz del establecimiento en Uruguay de los fundadores de distintas empresas tecnológicas, surgió también en Punta del Este una “comunidad emprendedora vibrante”, con líderes que manejan desde Uruguay sus compañías con enfoque global.
“Ya no es como antes donde empresarios tradicionales se retiraban en Punta. Ahora somos muchos los que venimos a desarrollar el lugar e invertir activamente para convertirlo en una zona donde la gente vive todo el año”, afirmó el empresario, que cada semana suele reunirse con otros emprendedores para compartir una cena.
En esa línea, desde la Asociación de Argentinos Residentes conformaron ocho comisiones para “contribuir” con el desarrollo de distintas áreas: educación, salud, cultura, agro, emprendimientos tecnológicos, actividades sociales y deportivas, desarrollos inmobiliarios y finanzas. Garretón, uno de los fundadores de la Asociación, está a cargo de la de emprendimientos tecnológicos.
Política de apertura y coyuntura de cuarentena
Las calles de Punta del Este suelen ser solitarias entre abril y noviembre, pero los tiempos de pandemia dejaron ver un poco más de movimiento. Caminatas al aire libre, paseos en familia y cenas en restaurantes por la noche fueron un diferencial que Uruguay ofreció mientras otros países de la región atravesaron largas semanas de encierro y cuarentena obligatoria.
Eso, advierten desde el gobierno uruguayo y el sector empresarial, fue uno de los factores clave que impulsó el arribo masivo de argentinos, que en los últimos dos años rompieron el récord de la cantidad de pedidos de residencia en Uruguay.
Garretón se instaló en la zona de Punta Ballena en diciembre de 2019, meses antes de que una avalancha de compatriotas iniciara los trámites de residencia en Uruguay.
¿Cuántos llegaron?
Entre 2020 y 2021, los argentinos pidieron 19.305 de las 25.302 solicitudes de residencia cursadas, lo que representa tres de cada cuatro del total de trámites iniciados.
Según datos de la Cancillería uruguaya publicados por el diario El País, el dominio de los argentinos tuvo mayor amplitud en el 2021, cuando formularon el 84% (12.489) de los 14.926 solicitudes cursadas. En 2020 habían sido 6.816 pedidos de un total de 10.376.
Entre 2017 y 2019, en tanto, los que más habían iniciado el trámite fueron los venezolanos. En 2017 las solicitudes de venezolanos fueron 3.248 y las de argentinos 2.184. En 2019 los caribeños cursaron 5.077 de los pedidos y los rioplatenses 2.042.
El año pasado, si bien fue pareja la cantidad de pedidos por mes, el pico entre los argentinos dispuestos a iniciar el trámite estuvo entre julio y octubre, meses en los que en cada uno se pidieron entre 1.200 y 1.475 solicitudes.
José Luis Curbelo, cónsul general de Uruguay en Buenos Aires, detalló a Bloomberg Línea el proceso que terminó con la ola de trámites de residencias y destacó la “política de apertura” del gobierno uruguayo.
“Después de que se cierran las fronteras (en marzo de 2020) se empieza a ver un aumento exponencial de la demanda a raíz de que muchos que la tramitaron tenían la intención de ingresar a Uruguay, y como los uruguayos y residentes estaban exentos del requisito de hacerlo mediante alguna excepción, intuyo yo que muchos la solicitaron más que nada para poder ingresar”, dijo.
Antes de la pandemia, afirmó, “con suerte” había unas 40 solicitudes por mes. El cónsul contó que debieron incrementar los recursos informáticos, los tomadores de huellas digitales y de cámaras de fotografía. Solo en Buenos Aires tramitaron unos 9.000 pedidos entre marzo de 2021 y diciembre de 2021, unos 400 por mes.
“Las realidades son variadas. Desde jóvenes con intenciones reales de radicarse buscando seguramente oportunidades que quizás en Argentina no se están encontrando, algunos para explorar cómo es la vida en Uruguay y otros ya definidos con que se iban a quedar. Hay de todas las edades. No se identifica un grupo predominante sino que hay una realidad bastante heterogénea en ese sentido”, agregó Curbelo.
Desde la Cancillería afirmaron que no disponen de los lugares en que cada uno de ellos se radicó. De todos modos, uno de los lugares preferidos es Punta del Este y esa zona de la costa de Maldonado.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Punta del Este un alquiler promedio ronda los $21.000, unos US$475, y en Punta Ballena $31.000, unos US$650.
Los requisitos para el trámite de residencia legal, que es gratuito, consisten en presentar certificado de antecedentes penales, el DNI y un documento que avale el domicilio en Argentina.
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Pese a que las solicitudes “ya muestran una caída” en relación al tope de 2021, atribuido por el funcionario a la flexibilización de los requisitos de ingreso a Uruguay, el diplomático auguró que de todos modos esperan “una demanda significativa”. “Lo que prevemos es que se mantenga de manera sostenida, no tan álgida como fueron los primeros meses, pero sí hay una demanda bastante sostenida que supongo seguirá por un tiempo, por lo menos hasta que la frontera se abra definitivamente y el temor de los rebrotes del covid sean parte del pasado”, agregó Curbelo.
Punta del Este: competir en calidad, y no en precios
El presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, José Pereyra, dijo a Bloomberg Línea que de cara al futuro desde la gremial apuntan a la calidad del servicio como un diferencial de Punta del Este y sus alrededores.
“Más allá de la temporada de verano, nosotros nos estamos jugando muchísimo con el invierno. Y confiamos plenamente que vamos a empezar a tener mejores inviernos”, dijo. “Cuando algunos actores vinculados al turismo planteaban en la previa de la temporada que hay que tener cuidado con los precios nosotros decíamos que no es un tema a discutir. Nosotros con precios no vamos a ser competitivos. Lo que hay que discutir es calidad de servicio y de producto. El tema de los precios no tiene nada que ver con el destino y no tiene nada que ver con el turismo”, ilustró.
El empresario señaló que a su criterio el covid-19 abrió una oportunidad para Maldonado, por advertir que “la pandemia llevó a muchas personas a buscar calidad de vida”. “La gente se encontró en grandes mansiones rodeadas de cemento en plena pandemia teniendo todas las posibilidades y todo el dinero, cuando a otros amigos suyos los agarró rodeados de bosque y cerca de la playa”, dijo.
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En Punta del Este, el International College, un centro de estudios bilingüe, tiene de momento para este año matriculados a 220 argentinos, 210 uruguayos, 30 brasileños, y 20 alumnos de otros países americanos, según datos de la institución. El año pasado hubo un ingreso excepcional de 200 nuevos alumnos, de los cuales 170 fueron argentinos.
El director ejecutivo de la institución, Rolando Rozenblum, dijo a Bloomberg Línea que las familias llegan a Punta del Este en busca de “calidad de vida”, “seguridad” y “nivel educativo”. “Habitualmente son turistas con residencia que aprovechan el hecho de estar acá para que se convierta en su primera residencia. Pasan a administrar sus negocios remotamente y tienen un incremento de calidad de vida enorme”, relató.
El colegio creó una comunidad entre los padres de los estudiantes para que los nuevos residentes sean atendidos por alguno de los que llevan más años en Uruguay, ya sea para asesoramiento legal, contable, inmobiliario e incluso servicios automotores.
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