Buenos Aires — Los aumentos de precios en los alimentos de la canasta básica alimentaria argentina no ceden. Solamente en la primera quincena de febrero la carne registró un incremento de 14,2%, con lo que en el segundo mes del año se alcanzó un nuevo récord del precio real del novillo en décadas, de acuerdo con un informe privado.
“Superó al último máximo de mediados de diciembre, planteando el desafío para la cadena cárnica de cómo podrá trasladarlo al mostrador”, manifestó el análisis del Centro de Economía Política (CEPA).
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En ese sentido, evaluó que “a partir del primero de febrero se confirma la dinámica alcista del precio de ganado en pie”. “El 16 de este mes, el precio alcanzó $286,80 para el novillo de 300/390 kg, es decir, 14,2% de aumento respecto al precio al 28 de enero de 2021″, puntualizó.
Aunque los datos de la oferta son parciales, al 16 de febrero de 2022 “se observa una recomposición de cabezas comercializadas en el Mercado de Liniers, modificando el comportamiento observado en enero del 2022, cuando efectivamente se había reducido la oferta”, indicó.
“El incremento del precio del kilo vivo nuevamente presenta un salto sensible, muy por encima incluso de la inflación estimada para febrero completo”, sostuvo y aclaró que el valor tomado en el gráfico es el del día 16 de febrero, no el promedio de los primeros 16 días del mes.
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El precio de la carne en enero
El primer mes del año mostró un incremento promedio de los cortes de carne vacuna del orden de 2,3%. En términos interanuales, tuvieron una suba en su precio 55,5%, por encima de un Índice de Precios al Consumidor que aumentó en un 50,7% interanual.
Además, el trabajo de CEPA recordó que “luego de las subas por encima del 75% de los precios al mostrador de la carne vacuna en 2020, el primer semestre de 2021 comenzó con nuevas subas que totalizaron otro 35% de aumento”. “Ante esta situación, el Gobierno nacional tomó una serie de medidas para frenar los incrementos generalizados en la cadena de valor”, expresó.
Si bien ese tipo de iniciativas permitieron cortar la dinámica alcista entre julio y octubre, momentos en los que los precios retrocedieron 3%, en noviembre y diciembre, meses donde suele aumentar el consumo, “mostraron nuevamente incrementos sensibles en el precio de la carne, promediando 11% y 10% respectivamente”.
En enero también puede observarse un impacto heterogéneo de los aumentos con relación a los cortes. A la inversa de lo que ocurrió en diciembre, cuando los “cortes caros” fueron los que más incrementaron su precio, en enero, los “cortes económicos” fueron los que más aumentaron: 6,2%. El resto, “intermedios” y “económicos”, aumentaron 2,7% y 1,3% respectivamente.
¿Por qué sube la carne?
El sondeo difundido por CEPA analizó que hay “poca transparencia en la oferta y demanda del mercado de hacienda de Liniers”.
“Si seguimos la evolución de hacienda vacuna durante los últimos meses, se puede observar un particular comportamiento. En noviembre el precio del novillito pasa de $208 (10/11) a $257 (18/11), es decir, un aumento de 23% solamente en ocho días. El valor de compra a niveles sumamente elevados y en tan corto tiempo por parte de consignatarios, muy por encima del precio de equilibrio de los días previos, permite pensar que el objetivo se orientó en `recomponer precios` y evitar la pesificación de sus ingresos”, argumentó.
De ese modo, remarcó que la justificación de una “menor oferta estacional resulta difícil de sostener” porque la oferta en el Mercado de Hacienda en noviembre (e incluso en diciembre) “presenta más animales que los meses anteriores”.
El aumento del pollo
Uno de los principales sustitutos de la carne vacuna, el pollo, en enero mostró un incremento de 4,9%. Si se analiza la cantidad de kilos de pollo fresco que se puede comprar con un kilo del corte vacuno más consumido (el asado), se observa que el asado se había revalorizado fuertemente con relación con el pollo.
“La brecha entre ambos productos llegó a ser de 4,04 kilogramos en diciembre. Esta relación se mantuvo en 3,98 kilos de pollo por kilo de asado a enero de 2022, como resultado del moderado incremento del precio del asado y el mayor aumento de pollo”, explicó.
en términos interanuales, las variaciones de algunos cortes continúan por encima del nivel general de precios de la economía, mientras que otros, de gran consumo interno, lograron quedar por debajo del promedio, sobre todo por el elevado punto de comparación que deja enero 2021: asado (48,7%), vacío (48,9%) matambre (46,5%).
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