Bloomberg — Cuando Pekín fue sede de los Juegos Olímpicos de Verano de 2008, utilizó la atención mundial para mostrar la tecnología emergente de vehículos eléctricos.
Desde entonces, los vehículos eléctricos se han movido de la periferia a la corriente principal. China es el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo y representa poco más de la mitad de las ventas mundiales en 2021. A nivel mundial, se prevé que las ventas superen los 10 millones este año y el líder de vehículos eléctricos, Tesla (TSLA), es el fabricante de automóviles más valioso del mundo.
Entonces, ¿qué significa que China esté utilizando ahora los Juegos Olímpicos de Invierno para promover los avances logrados en los vehículos impulsados por hidrógeno?
Los autos de hidrógeno realmente no se han puesto de moda como lo han hecho los vehículos que funcionan con baterías, a pesar de que también ofrecen la ventaja de no producir emisiones del tubo de escape, aparte del agua. Se vendieron poco menos de 9.000 vehículos de hidrógeno en China entre 2015 y 2021, una pequeña fracción de los 302 millones de vehículos en circulación.
Pero ahora, más de 1.000 vehículos de hidrógeno recorren las calles de Pekín y Zhangjiakou, la región montañosa a unos 220 kilómetros (136 millas) al noreste de la capital, donde se llevan a cabo eventos de saltos de esquí y snowboard.
Los vehículos incluyen más de 800 buses de fabricantes de automóviles como Beiqi Foton, Geely y Yutong. Los autos Mirai y las camionetas Coaster propulsadas por hidrógeno de Toyota también recorren las instalaciones olímpicas, transportando a los atletas y al personal olímpico. Hay camiones de hidrógeno especialmente diseñados que ofrecen servicios como encerado de esquís para ayudar a los competidores a mantener su equipo, mientras que cuatro de los vehículos de hidrógeno de Geely se han utilizado como furgonetas de catering que ofrecen comida, café caliente y té con leche a los trabajadores olímpicos.
En comparación con los vehículos eléctricos, cuyas baterías pueden agotarse más rápido en climas fríos, los vehículos impulsados por hidrógeno son más adecuados para climas invernales como Zhangjiakou, donde las temperaturas durante la competencia se han desplomado a 0 grados Fahrenheit (menos 17 grados Celsius). Recargar un coche de hidrógeno lleva solo unos minutos, mucho más rápido que cargar un vehículo eléctrico.
Si bien la falta de estaciones de servicio de hidrógeno ha sido un factor que ha obstaculizado la aceptación de los vehículos impulsados por celdas de combustible en países como la vecina Corea del Sur, se instalaron más de 30 de estas instalaciones en las dos ciudades para ayudar a cumplir el objetivo de lograr estos Juegos de Invierno con emisiones cero netas de carbono.
Y aunque la mayoría de los fabricantes de automóviles del mundo, desde Volkswagen (VOW3) hasta Ford (F) y General Motors (GM), invierten decenas de miles de millones de dólares en cambiar a vehículos eléctricos a batería, no se puede subestimar la capacidad del Estado chino cuando pone su poder político y administrativo detrás de una nueva industria.
A fines del año pasado, 16 gobiernos provinciales, incluidos Tianjin, Shandong y Zhejiang, habían implementado estrategias para desarrollar vehículos de hidrógeno. En diciembre, grupos de ciudades en Hebei y Henan obtuvieron la aprobación del gobierno central para probar la operación de vehículos de hidrógeno, uniéndose a Guangdong, Shanghái y Pekín, áreas que tienen industrias automotrices sólidas.
El uso de vehículos de hidrógeno en los Juegos Olímpicos podría presagiar lo que vendrá en el futuro. EV 100, un importante grupo de expertos para el sector de vehículos de nueva energía, predice que la cantidad de vehículos de hidrógeno en China aumentará a 30 millones para 2050. Si eso resulta ser correcto, parece que el libro de jugadas para desarrollar la industria de vehículos eléctricos será copiado en los próximos años, dándose los primeros pasos ahora mismo.
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Este artículo fue traducido por Miriam Salazar
