Montevideo — Las filas para ingresar a restaurantes en Punta del Este y los embotellamientos al circular por la península estrella de Uruguay parecen haber quedado atrás desde hace al menos un par de veranos. La pandemia trajo una merma de la actividad turística, aunque los argentinos en primer lugar, y los brasileños en segundo orden, se mantienen como el principal sostén de la costa uruguaya.
El nivel de gasto también disminuyó, aseguran los operadores turísticos y avalan desde el Poder Ejecutivo. Y aunque todavía no hay números cerrados porque aún falta la semana de Carnaval, tanto en el gobierno como en el sector empresarial añoran temporadas anteriores bajo la melancolía de ahora tener que lidiar con la pandemia y las dificultades que enfrentan los argentinos para hacerse de dólares.
Durante el mes de enero ingresaron a Uruguay 135.584 visitantes, y de ellos 80.591 (59,4%) fueron argentinos y 16.865 (12,4%) brasileños, según datos preliminares procesados por el Ministerio de Turismo difundidos por el semanario Búsqueda. En menor medida arribaron chilenos (4.172) y paraguayos (1.255). Por su parte, las cifras oficiales también dieron cuenta de 23.858 uruguayos que retornaron a su país en el tradicional período de vacaciones.
Los turistas dejaron en enero en Uruguay US$134.988.541, la mayor parte en alojamiento (33,6%), seguido de alimentación (28,4%), compras (10,4%) y transporte (10,2%), según los datos oficiales a los que accedió Bloomberg Línea.
Los argentinos generaron en total US$ 80,1 millones y los brasileños US$22,1 millones. Pero en el promedio de gasto por persona los valores se invierten. Los que más gastaron en promedio fueron los paraguayos (US$1.862 por persona), seguidos de los chilenos (US$ 1455 por persona), luego los brasileños (US$1.312 por persona) y después los argentinos (US$994 por persona).
En relación a la afluencia de turistas, en enero de este año fueron un 30,5 % menos que los arribados en 2020, el último verano de la pre pandemia. Y en términos de divisas hubo un 41% menos de ingresos en relación a dos años atrás.
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El principal destino
La radiografía del sector turístico que por estas horas analizan autoridades y operadores uruguayos también incluye los destinos, así como el tipo de hospedaje que elige cada uno.
El principal destino fue Punta del Este, adonde arribaron 52.233 visitantes con una estadía promedio de 13 días. El segundo destino fue Montevideo, seguido de la costa de Rocha, característica por sus balnearios de playas oceánicas, y en cuarto otros sitios como Piriápolis, la Costa de Oro en el departamento de Canelones, y las termas ubicadas en el litoral norte del Río Uruguay.
Según los datos, la tercera parte optó por alojarse en casas de familiares y amigos. Le siguieron los que alquilaron y en tercer lugar aquellos que optaron por hoteles.
El contexto argentino
Consultado por Bloomberg Línea, el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, dijo que la cantidad de argentinos fue para el gobierno uruguayo una “sorpresa positiva” debido a las expectativas que tenían. “En función de las expectativas con la situación económica argentina y también en cuanto al tipo de cambio, las perspectivas no eran buenas. Y a eso hay que sumarle los requisitos de ingreso. En función de todo eso, lo que pasó con el turismo argentino para nosotros fue una sorpresa positiva”, dijo el número dos de la cartera.
Monzeglio señaló que quedó reflejada la llegada de un público de poder adquisitivo medio alto y alto indicado en que “la gastronomía trabajó muy bien” y también en que “no hubo grandes lamentos por los precios”. “En líneas generales la gente que vino no encontró que los precios fueran una sorpresa negativa. Lo asumió porque es gente que viene pensando en dólares”, agregó.
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La mayor cantidad de llegadas se concretó para la primera quincena. En tanto, el avance en la región de la variante ómicron de coronavirus dio lugar a un incremento de la cancelación de distintas reservas en hoteles y apartamentos. Esto, sumado a un clima inestable, con lluvias, que le pegó de frente a la actividad proyectada sobre el turismo interno.
Mientras el ingreso de turistas fue casi nulo con las fronteras cerradas en la temporada de 2021 (estiman unos 8.500 visitantes), durante enero de 2020 habían sido 444.509 los ingresos desde el exterior a Uruguay en el primer mes del año. La cifra representó un incremento del 3 % en comparación con el mismo mes de 2019. Del total, 37.578 fueron uruguayos.
La temporada de 2020, pese a superar la cantidad de turistas que la de 2019, había implicado una reducción de 7,5 % en el ingreso de divisas en comparación con enero anterior. El gasto de los visitantes en servicios turísticos en enero de 2020 fue de U$S 327.598.151 y en 2019 había sido de U$S 364.191.727.
Difícil de adjetivar
La presidenta de la Cámara Uruguaya de Turismo, Marina Cantera, dijo a Bloomberg Línea que la presente temporada es “difícil de adjetivar”. “Cualquier adjetivo parece ser como demasiado dramático. Se podría decir mediocre pero tuvo unos primeros 10 días en enero que fueron buenos, y después cayó muchísimo. También fue muy dispar la situación, porque hay destinos que trabajaron mejor, otros muy poco, y otros nada”, afirmó.
El reporte mensual de enero de la gremial determinó que “la hotelería de Punta del Este tuvo buen nivel de ocupación hasta el 10 de enero, en establecimientos de 3, 4 y 5 estrellas”. “Se ajustaron las tarifas según la demanda y se registró entre un 20% y 30% menos de ventas con respecto a los años 2019 y 2020 que no fueron buenos años referidos a ocupación hotelera. Después del 15 de enero se notó una baja importante debido a la pandemia y los días de lluvia que provocó varias cancelaciones”, sostuvo.
El informe también dio cuenta de relevamientos con ocupación en el entorno del 45% en Montevideo y Colonia.
La situación del sector genera preocupación entre los empresarios del rubro, que el viernes tuvieron una reunión en Punta del Este en busca de analizar la coyuntura. Horas antes, el Poder Ejecutivo había anunciado que exoneraría del pago del Impuesto al Valor Agregado del 10% a los alojamientos de uruguayos en hoteles desde el 1° de marzo hasta mediados de abril. El objetivo del anuncio es fomentar el turismo sobre todo en la semana de Carnaval. Eso dinamizará, según el Poder Ejecutivo, el turismo sobre fines de febrero y principios de marzo.
El gobierno uruguayo también resolvió que de ahora en más solo será necesario ingresar con test de antígenos, cuando hasta la semana pasada se pedía también un test de PCR.
Cantera dijo a inicios de febrero a Telenoche de Canal 4 que el final de enero fue “bastante flojo en cuanto a ocupaciones”. En promedio, relató, los alojamientos costeros tuvieron una ocupación en el entorno del 40% entre semana y de un 75% los fines de semana.
La tendencia de la preponderancia de argentinos se mantiene desde la pre pandemia. En 2020 los argentinos habían sido el 64% (288.604) y los brasileños el 13,5 % (60.421). Los argentinos se habían mantenido estables en relación a los ingresos de 2019, al tiempo que los norteños fueron 6,8% más, según los datos que presentó en su momento el Ministerio de Turismo.
Tanto el gobierno como los operadores turísticos asumen que las últimas dos temporadas fueron duras, pero confían en que el 2023 marcará la recuperación definitiva del sector. “Yo no lo considero una caída porque no es comparable ningún panorama con la pre pandemia. Acá lo que hubo fue un quiebre a nivel mundial en la forma de hacer turismo. Hay un renacimiento y una nueva forma de hacer turismo”, cerró el subsecretario uruguayo de Turismo.
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