QUITO — La respuesta inicialmente es sencilla: la dolarización. En el año 2000, el Ecuador adoptó al dólar como su moneda oficial, es decir, a partir de allí perdió su capacidad de emitir moneda propia. Esta característica, que a veces es una camisa de fuerza, ha sido importante para que el país mantenga sus niveles inflacionarios por debajo del promedio regional.
Ecuador cerró 2021 con una inflación anual de 1,94%, mientras que Perú lo hizo en 6,43% -la más alta de los últimos 13 años- y Colombia en 5,62% -la mayor del último lustro-.
ECUADOR NO IMPRIME MONEDA
En el año 2000 Ecuador tuvo la inflación más alta de su historia de acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), cuando alcanzó un promedio de 95,51%. A partir de allí, el Índice de Precios al Consumidor (INPC) se fue contrayendo, bajó a promedios de 40,26% en el 2001, 12,55% en el 2002 y 7,95% en el 2003.
Aunque ha tenido subidas esporádicas, como cuando en el 2008 llegó a 8,39% debido a la crisis financiera mundial, nunca ha sobrepasado el un dígito. Es más, entre el 2017 y el 2019 ni siquiera llegó al dígito y registró incluso una tendencia deflacionaria. En el año pandémico llegó a un promedio de -0,34% y si bien en 2021 cerró con una inflación interanual de 1,94%, el promedio inflacionario de ese año fue de 0,14%.
El gerente económico de la Cámara de Comercio de Quito, Luis Naranjo, explica a Bloomberg Línea que los bajos niveles inflacionarios obedecen a que el país “no tiene política monetaria, es decir, no cuenta con la posibilidad de inyectar dinero directamente en la economía como sí lo hizo Colombia, Perú y los mismos Estados Unidos durante la pandemia”.
Es decir, la cantidad de liquidez interna no es la misma que la existente en otras economías. “Por ejemplo, en el caso de Perú, cuando empezó la pandemia ellos tuvieron un plan de inyección de casi 12% del PIB de dinero en la economía con ayudas directas, ayudas por créditos… esa es la diferencia, Ecuador no tuvo la capacidad de inyectar de manera directa o emitir su propio dinero para inyectar dinero en economía”, afirma.
ASÍ SE EXPLICA LA INFLACIÓN
¿Entonces cómo se recuperó la inflación? A decir del experto, el aumento del IPC en el país se debe a un efecto normal del incremento del consumo con relación a los meses de pandemia, cuando se estancó.
“En pandemia, durante tres meses no se trabajó y mucha gente perdió sus empleos. Luego vino un 2021 de una recuperación normal de la economía, la gente volvió a trabajar, recuperó hasta cierto punto el trabajo y ese aumento del consumo en algunos productos bienes y servicios se incrementó”.
A esto se suma que a partir de 2018 se liberalizó el precio de la gasolina de alto octanaje o Súper, lo que también influyó en el aumento de la inflación, “no como cuando teníamos sucres (anterior moneda), pero sí influyó en que los precios se incrementen en alguna medida”.
LA DEFLACIÓN TAMPOCO ES BUENA
Pero ni la elevada inflación ni la permanente deflación, a la que Ecuador estuvo expuesto por un periodo, favorecen a la economía. La deflación es contraproducente porque es el resultado de una oferta de bienes y servicios superior a la demanda, es decir, una economía no equilibrada. Aquello se evidenció sobre todo durante la pandemia por una disminución de la capacidad adquisitiva.
Cuando esto ocurre, las empresas tienen que reducir su tamaño -en nómina o inversiones- hasta igualarse con la demanda, lo que produce una contracción generalizada o un lento crecimiento de la producción.
“El caso más emblemático es Japón, que estuvo en deflación muchísimos años, y por más que existían estímulos e inyección de dinero, la inflación no crecía a niveles normales. Eso demostraba que no existía un incentivo para producir. Entonces, al tener deflaciones prolongadas se pierde la expectativa de crecimiento como productor”, añade el especialista de la CCQ.
Para Naranjo, haber salido del periodo deflacionario y que el Ecuador hoy tenga una inflación de un dígito (enero 2022 cerró en 2,56% anual) demuestra que existe consumo en la economía y hasta cierto punto un nivel de reactivación. Se esperaría que la inflación se mantenga en esos niveles y no supere el 3% en el año.
MIRARSE EN LOS VECINOS
Compartir el tipo de moneda con Estados Unidos tiene beneficios, como los antes descritos, pero también otros impactos, pues el exceso de liquidez está en Estados Unidos y no en Ecuador y ese aumento de dólares a nivel mundial debilita la moneda. A pesar de ello, “la economía sigue fuerte con relación a las otras monedas latinas”, anota el especialista.
La dolarización ha ayudado a que el país no repita escenarios del pasado o emule realidades cercanas como la de Argentina o Venezuela, donde la emisión inorgánica de dinero ha hecho que la moneda pierda valor y el poder adquisitivo se minimice a niveles alarmantes. “No tienes con qué pagar y empiezas emitir dinero en la máquina, se generan inflaciones altas que incrementan los precios y se pierde el valor adquisitivo del dinero, lo que pasó en Venezuela, que tiene inflaciones tan altas por el exceso de bolívares”, comenta Naranjo.
ENTONCES, ¿DE DÓNDE VIENE EL DINERO AL ECUADOR?
En términos prácticos, el dinero que ingresa al país viene de: las exportaciones, las remesas de los migrantes, la inversión extranjera y la deuda adquirida. Es decir, Ecuador es un ejemplo más real de cuánto dinero en verdad tiene una economía.
Aunque Naranjo considera que la dolarización “ha limitado mucho el accionar” de la nación en varios aspectos, como poder devaluar la moneda y ser más competitivo con relación a los países vecinos, “por otro lado es bueno porque si hubiéramos tenido una moneda propia tendríamos fácilmente los niveles de inflación que tiene Argentina”.