Bloomberg — Más funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) admiten que es probable que las tasas de interés tendrán que subir a finales de este año ante una perspectiva de inflación más sólida.
Un consenso está surgiendo antes de la reunión de política monetaria del 10 de marzo para fijar septiembre como el mes final para las compras de activos, según personas familiarizadas con la situación que pidieron no ser identificadas ya que las discusiones son privadas.
La orientación actual del BCE establece que la compra de bonos continuará hasta “poco antes” de que se eleven las tasas de interés. Eso hace que diciembre sea el mes más probable para el aumento, dijeron las personas, ya que se considera que octubre es demasiado pronto y los responsables de la política monetaria no se reunirán en noviembre.
Los funcionarios enfatizan que cualquier decisión dependerá de los datos y pronósticos futuros. Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.
Los mercados monetarios descontaron 44 puntos básicos de ajuste para fin de año, en comparación con los 42 puntos básicos del jueves. Los bonos alemanes a dos años, que son los más sensibles a los cambios en las tasas de interés, redujeron las ganancias para dejar el rendimiento tres puntos básicos más abajo en -0,46%.
El consenso detrás de un calendario acelerado para deshacer el estímulo monetario representaría un cambio notable en la postura colectiva del BCE. Comenzó hace apenas dos semanas cuando la presidenta, Christine Lagarde, se negó a descartar un aumento de tasas en 2022, algo que con frecuencia había considerado poco probable en el pasado.
La presión se ha estado acumulando desde hace mucho más tiempo. La inflación de la eurozona ha batido récords en repetidas ocasiones y, en un nivel del 5,1%, es más del doble del objetivo del 2% del BCE. Mientras tanto, la Reserva Federal de los Estados Unidos se encuentra mucho más avanzada en su plan de retirar el apoyo pandémico. El Banco de Inglaterra por su parte ya subió las tasas dos veces.
Incluso algunos de los funcionarios más cautos del Consejo de Gobierno de 25 miembros del BCE están cambiando de posición, dijeron las personas.
Lagarde advierte que endurecer la política demasiado rápido corre el riesgo de descarrilar la recuperación económica de Europa. Pero en una serie de comentarios públicos de funcionarios esta semana, la miembro del Comité Ejecutivo Isabel Schnabel emitió una de las advertencias más severas, diciendo que “el riesgo de actuar demasiado tarde ha aumentado”.
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Este artículo fue traducido por Andrea González