Ciudad de México — Aunque el precio de bitcoin supera los US$43.000, la criptomoneda más importante por valor de mercado tiene el potencial de ascender a un millón de dólares en los próximos cinco años.
Carlos Mosquera, fundador de Solidus Capital, una firma de gestión de patrimonio privado en activos digitales, asegura que es un momento para seguir acumulando en el largo plazo estos activos digitales, sin embargo por su alta volatilidad, con prudencia y midiendo el tipo de riesgo ante un nivel correlativo a la educación del inversionista.
“Estamos convencidos que en los próximos cinco a siete años, como mucho, vamos a ver a bitcoin por encima de un millón de dólares. Lo que pudiera pensar la gente, ponen la misma cara de asombro como cuando estábamos en US$300 y decíamos que lo veríamos eventualmente en US$1.000″.
Solidus Capital opera en Iberoamérica y recientemente cerró una ronda de inversión por US$17,5 millones para su fondo de inversión 10T DAE Expansion Fund LP.
El propósito del capital es invertir en empresas fundamentales de infraestructura tecnológica que conforman el ecosistema de activos digitales. Las primeras inversiones del fondo incluyen a Mercado Bitcoin, Gemini, Bitfury, Huobi, Ledger, Helium, Figure, Animoca Brands, Prime Trust, Figment, Ledn y Deribit.
En el radar de la firma también se evalúan otros 16 objetivos de inversión.
Solidus Capital se ha enfocado a un segmento institucional y altos patrimonios. No sólo busca exposición a criptomonedas, también expone a sus clientes a capital privado dentro del ecosistema de activos digitales.
Mosquera explicó que la entrada de inversionistas institucionales obedece al aumento en la educación, particularmente al funcionamiento de activos digitales, y a que el mercado ha desarrollado la infraestructura para poder invertir capitales importantes.
“Habían problemas de infraestructura donde el cliente no podía hacer el tipo de transacciones con el tamaño que quería lo que le parecía una suma prudente de exposición, no habían servicios de custodia institucional”.
Mosquera menciona que el inicio de la pandemia mostró la importancia de exponerse a activos digitales.
“Eso hizo que entrara un caudal de dinero institucional y de altos patrimonios en estos últimos dos años porque ya la industria está un poco más madura y existe cierta educación orgánica sobre el activo y ya no es un animal raro”.
No es una inversión de corto plazo
Invertir en activos digitales es más que sólo obtener dinero en el corto plazo, dice Mosquera. Explicó que los inversionistas que se agregaron en su primer fondo de inversión, buscaban otro tipo de refugio.
“Ellos buscaban otro nuevo tipo de refugio y querían ver si el bitcoin se comportaba como el oro 2.0. Entonces, estas familias drenaron 70% sus posiciones en oro y las movieron a bitcoin de manera orgánica”.
Por ello, los inversionistas que participan en Solidus Capital lo hacen a un periodo de largo plazo.
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