Estadounidenses pagan más por bienes y servicios de menor calidad, dice estudio

El índice de satisfacción del cliente muestra que ha habido una disminución del 5,2% en la calidad de bienes y servicios desde 2018

supermercado
Por Alex Tanzi
17 de febrero, 2022 | 06:56 PM

Bloomberg — Medida por los precios al consumo, la inflación estadounidense es la más alta de los últimos 40 años. Si nos fijamos en lo que los estadounidenses obtienen realmente por su dinero, la tasa puede ser aún mayor, según los investigadores de la Universidad de Michigan.

Estos académicos publican trimestralmente el Índice de Satisfacción del Cliente Estadounidense (ACSI por sus siglas en inglés), que trata de medir el grado de satisfacción de los consumidores con los bienes y servicios en los que gastan. La última edición, publicada a principios de esta semana, encontró que ha habido una disminución del 5,2% en la calidad desde 2018, con la mayor parte de ella en los años de la pandemia de Covid-19.

Deslizamiento
El índice de satisfacción de los clientes en Estados Unidos sigue bajando

La cuestión de la calidad es importante y difícil para los expertos en estadísticI que tratan de medir la inflación. Tienen el íIndice de precios al consumo (IPC), intentan incorporar un ajuste por calidad, conocido en la jerga como “cambios hedónicos”o su calidad ha mejorado, porque la tecnología permite procesadores más rápidos y mejores pantallas. Eso significa que, en cierto sentido, el ordenador es más barato. Y a la inversa, si el precio no cambia y el producto ha empeorado, eso significa efectivamente que se ha encarecido.

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Los expertos de la Oficina de Estadísticas Laborales que calculan el indicador principal de la inflación en Estados Unidos, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), intentan incorporar un ajuste por calidad, conocido en la jerga como “cambios hedónicos”. Pero lo hacen para menos de 40 de los 273 artículos cuyos precios controlan, es decir, alrededor del 13% de la cesta del IPC.

Los investigadores de Michigan intentan medir la calidad en todos los sectores que siguen. Sus últimas conclusiones “sugieren que la inflación real anualizada es probablemente de alrededor del 10%” si los precios estuvieran “totalmente ajustados a la disminución de la calidad”, dice el informe. El IPC de enero mostró que los precios al consumo aumentaron un 7,5% con respecto al año anterior.

La caída de la satisfacción es “más pronunciada en los servicios”, dice Claes Fornell, fundador del ACSI y profesor emérito de administración de empresas en la Universidad de Michigan. “Debido a la pandemia, el problema se ha amplificado por la falta de disponibilidad de productos, los problemas de suministro y la escasez de mano de obra”.

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El informe de ACSI destaca algunos ejemplos de los efectos del Covid-19. Se constató que algunos de los peores descensos de calidad se produjeron en la electrónica de consumo, afectada por problemas en la cadena de suministro; en los hoteles, donde la falta de trabajadores hace que la limpieza nocturna de las habitaciones ya no esté disponible en algunos casos; y en la transmisión de vídeo, donde se produjeron sobrecargas del sistema porque más personas se quedaron en casa intentando ver los mismos programas a la vez.

Una advertencia sobre el ACSI: el índice se basa en encuestas, lo que lo convierte en un indicador de sentimiento de la calidad percibida. Las opiniones de los encuestados se definen de forma más imprecisa que las características específicas asociadas a cada artículo que la Oficina de Estadísticas Laborales registra para los precios.

La opinión de la gente sobre un producto o servicio puede reflejarse en su propia experiencia personal en el trato con una empresa más que en la evolución de la calidad.

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Este artículo fue traducido por Andrea González