¿Cuáles son las estafas más comunes y cómo estar alerta para no caer en ellas?

Estafas piramidales, esquemas Ponzi, activos inflados son algunas de las principales formas de fraude. Aquí, una guía para no ser embaucado

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Nadie está exento de ser estafado. Desde la persona más humilde que cae en manos de un usurero y es exprimida en base intereses no acordados previamente, hasta el magnate multimillonario que confió en el asesor financiero Bernard Madoff. El fraude está siempre a la vuelta de la esquina.

Si bien los métodos se fueron sofisticando y diversificando a partir de la llegada de Internet, existen ciertos mecanismos que van permaneciendo a través de las décadas y a los que hay que estar atentos para no perder todos los ahorros.

La Comisión Nacional de Valores (CNV) de la República Argentina elaboró una Guía de Protección de las Personas Inversoras en la que detalla las estafas financieras más comunes y cuyo contenido puede ser aplicado en forma universal, ya que atraviesa las fronteras.

Pump-and-Dump (o inflar y desechar)

En el ámbito bursátil puede presentarse un situación de Pump and Dump. En este tipo de fraudes, una persona compra acciones de una empresa pequeña y poco cotizada o criptoactivos a un precio muy bajo y luego difunde información falsa para despertar el interés en la acción o activo y así aumentar su precio. Creyendo que están haciendo un buen negocio con este valor negociable prometedor, los inversores crean una demanda de compra a precios cada vez más altos”.

A continuación, el embaucador se deshace de los activos al precio elevado y desaparece, dejando a muchas personas atrapadas con el producto financiero sin valor.

Tradicionalmente, esta operatoria se lleva adelante a través de redes sociales, boletines de noticias en línea, correos electrónicos de spam o mensajes de texto.

Esquemas piramidales

Los esquemas piramidales son aquellos en los que las personas estafadoras afirman que pueden convertir una pequeña inversión en grandes beneficios para el futuro damnificado en un corto periodo de tiempo. Sin embargo, el esquema sólo puede crecer o reproducirse si se incorporan, continuamente, nuevos participantes en el programa.

“Las personas estafadoras que están detrás de estos esquemas fraudulentos suelen hacer todo lo posible para que sus programas parezcan planes legítimos de marketing multinivel o programas de referidos. Los esquemas piramidales acaban por desmoronarse cuando resulta imposible reclutar nuevos participantes, lo que puede ocurrir rápidamente”, destaca la CNV.

A diferencia de otros manuales, el de la CNV distingue entre los robos en forma de pirámide y el esquema diseñado por el estafador italiano Carlo Ponzi.

Se está ante un Ponzi cuando un estafador o hub recoge el dinero de inversores y lo utiliza para pagar supuestas ganancias a las inversores de etapas anteriores, en lugar de invertir o administrar el dinero como se prometió.

Al igual que en los piramidales, “los esquemas Ponzi requieren un flujo constante de entrada de dinero para mantenerse a flote”. Sin embargo a diferencia de los anteriores, los inversores de un esquema Ponzi no suelen tener que reclutar nuevos inversores para obtener una parte de los “beneficios”. Igual que sucede con los piramidales, los Ponzi tienden a colapsar cuando el estafador o el hub ya no puede atraer a nuevos inversores o cuando demasiados inversores intentan sacar su dinero al mismo tiempo, por ejemplo, durante tiempos económicos turbulentos.

Ver más: ¿Qué es Generación Zoe, la empresa investigada por estafa piramidal?

Fraude de comisiones por adelantado

En este tipo de robos, el delincuente financiero juega con la esperanza del ahorrista de poder revertir un error de inversión anterior que implicó la compra de una acción a bajo precio.

La estafa suele comenzar con una oferta de pagarle un precio tentadoramente alto por esas acciones sin valor. Para aceptar el trato, el inversor deberá enviar una cuota por adelantado para pagar el servicio que supuestamente se le proveerá. Ese dinero nunca volverá a ser visto.

Estafas a través de plataformas virtuales

Estos mecanismos fraudulentos surgieron al calor de las nuevas tecnologías y son llevados adelante por empresas o plataformas virtuales con domicilio en el extranjero, por lo general en paraísos fiscales, que ofrecen servicios y/o productos financieros a personas inversoras residentes en otro país.

Estas estafas pueden adoptar una variedad de formas, pero puede ser difícil para los organismos de control investigar el fraude para rectificar el daño a las personas inversoras cuando los defraudadores actúan extraterritorialmente.

Fraude por afinidad

En este tipo de estafas, existen personas se aprovechan e interpelan a algún grupo que se enorgullece de sus características compartidas (por ejemplo: grupos profesionales, religiosos, étnicos, personas de la tercera edad, miembros de las fuerzas armadas, entre otros).

Los defraudadores que promueven estafas de afinidad con frecuencia son, o pretenden ser, miembros del grupo para aprovecharse de la confianza y la amistad que existe en el mismo.

Fraude avalado o promocionado por personalidades famosas o con reputación

Nuevamente, Internet mete la cola en este asunto. Muchas veces los potenciales estafadores utilizan a instagramers o youtubers, en ocasiones aprovechándose de su desconocimiento, para llegar a un público amplio y conducirlo a una inversión peligrosa.

“Personas famosas del mundo del espectáculo, influencers, se muestran públicamente respaldando una amplia variedad de productos y servicios que, a veces, incluso incluyen oportunidades de inversión”, describe la CNV.

Atentos jubilados

Más allá de los riesgos descriptos por la CNV, existe un tipo de estafa financiera intrafamiliar a la cual suelen estar expuestos los mayores adultos. En ocasiones, hay hogares en los cuales la única persona con un ingreso genuino y en blanco es el “abuelo” o la “abuela”, lo cual les permite a los miembros más longevos de la casa acceder a posibilidades crediticias que están por fuera del alcance del resto de los integrantes del grupo familiar.

El inconveniente es que muchas veces los mayores adultos solicitan préstamos destinados a jubilados, de manera tal de ayudar a un hijo, nieto o sobrino, y esta plata no les es devuelta. Lo que puede dejar a los damnificados con un endeudamiento que supera de manera contundente sus ingresos.

El narco y el crédito

Hace varios años que el hoy diputado de argentino Daniel Arroyo, viene destacando que en los barrios populares crece la figura del prestamista y que las familias se vienen sobreendeudando a tasas usurarias.

“Lo único que crecen en los barrios son los comedores y los prestamistas”, suele consignar el legislador, quien viene mencionando que dichos prestamistas en ocasiones están a cargo del narcomenudeo de las zonas.

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