Los tres puntos grises detrás del crecimiento económico de Colombia en 2021

Aunque la economía nacional habría crecido alrededor del 10% el año pasado, hay varios puntos que pondrían en jaque un crecimiento sostenible en próximos años

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Bogotá — De revisiones tras revisiones, la economía colombiana ha sorprendido en diversas ocasiones las expectativas de los analistas y del Gobierno que consideran que en 2021 su crecimiento habría sido del orden del 10%, e incluso por encima, cifras oficiales que se conocerán esta mañana por parte del Dane.

No hay que negar que el repunte económico estimado para 2021 sería bueno, pues según las últimas proyecciones Colombia (10,2%) sería la segunda economía de la región que más habría crecido el año pasado, solo superada por Chile (12%). Sin embargo, ese repunte tendría sus grises que vale revisar.

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Antes de entrar en mayores detalles, vale mencionar que el repunte económico de Colombia en 2021 habría estado impulsado principalmente por “el consumo interno que creció alrededor de un 13%; el crédito que aumentó 22% y el gasto del Gobierno Nacional que se disparó 20%”, explicó Germán Machado, docente de economía de la Universidad de Los Andes al añadir que los sectores clave habrían sido el comercio, el turismo y la industria manufacturera.

“El buen crecimiento es producto de comparar la actividad económica del 2021 con un año catastrófico como el 2020. No hay que olvidar que aún no se ha recuperado el ingreso promedio por persona que había en 2019″,

Germán Machado.

Los grises detrás del crecimiento económico de Colombia en 2021

Pese a los buenos datos del crecimiento económico del año pasado, las grandes tareas son recuperar niveles de inversión vistos en prepandemia, mejorar los datos del mercado laboral y de la pobreza que habría vuelto a crecer en 2021 luego de que en 2020 ingresaran más de 3,5 millones de personas a esta condición frente al total de 2019 (17,5 millones).

“Hemos tenido una recuperación sesgada hacia el consumo, rezagada frente a las decisiones de inversión y eso preocupa de cara a perspectivas de mediano y largo plazo pues la inversión es la semilla de crecimiento futuro”, resaltó José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana.

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Al referirse a la divergencia entre el crecimiento y la recuperación del trabajo, López añadió que “cuando contrastamos las cifras de empleo estamos viendo unos sectores donde se crece mucho más de lo que se recupera el empleo. Un ejemplo es que la producción manufacturera creció cercana al 13%, pero el personal ocupado solo se recuperó al 4,5%”.

Por su parte, Machado comentó que “con el crecimiento económico del 2021 es grave que solo se hayan recuperado 1 de cada 7 empleos perdidos en la pandemia. Al mismo tiempo, bajó la tasa de ocupación, subió la informalidad y se espera que incluso haya crecido la pobreza extrema. Este es el desafío futuro: que los buenos números macroeconómicos tengan impacto en la vida de la gente”.

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Desde la visión de Juan Pablo Espinosa, director de investigaciones económicas de Bancolombia, para recuperar la inversión es importante dinamizar la que está relacionada a la infraestructura. “Será fundamental que para 2022 se logren adjudicaciones e iniciaciones de obras de infraestructura del país, como las vías 5G, el Metro de Bogotá, entre otros, y que esto favorezca al fortalecimiento de la producción en este sector”.

Espinosa agregó que desde la minería, el rezago en la extracción de petróleo y carbón aún dejan un espacio pendiente por recuperar de cara al 2022. “Ahora bien, esperamos que el elevado precio reciente de las materias primas en el mercado internacional favorezca a la recuperación de la producción minera”.

Para Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, los retos más importantes ahora van más allá del Covid-19. Por ejemplo, “la incertidumbre política que durante el primer semestre se va a seguir dando y eso puede generar el aplazamiento de algunas decisiones de inversión, además de la inflación y los costos tan altos de importación que se tienen en este momento”.

Otra de las cosas que preocupan, mencionó Machado, es que, “incluso con el buen crecimiento económico de la historia y un buen recaudo tributario, 2021 haya sido un año de altísimo endeudamiento público. La deuda neta en 2022 cerrará por encima del 2020″.