Buenos Aires — El viernes pasado, Jonathan Davidson, subsecretario del Tesoro, notificó a un grupo de 16 legisladores demócratas el rechazo del Tesoro norteamericano al pedido para eliminar los sobrecargos que aplica el Fondo Monetario Internacional (FMI) a los países de ingresos bajos y medios cuando exceden su cuota con el organismo, como ocurre en el caso argentino, uno de los países abanderados de este reclamo.
- Pedido: En la carta que los legisladores estadounidenses enviaron en enero pasado, reclamaban que “en un momento en que los países de todo el mundo deberían concentrarse en esta crisis de salud pública, estos recargos desvían miles de millones de dólares a los bolsillos del FMI aquí en Washington e impiden una recuperación equitativa”.
- Respuesta: Según publicó la agencia Reuters, Davidson respondió que “los ingresos de los recargos para aquellos países que los pagan ayudan a generar saldos precautorios para proteger a los accionistas del FMI contra posibles pérdidas”.
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Además, Davidson señaló que “en la visión del Tesoro, los sobrecargos deben ser considerados en el contexto general de la hoja de balance del FMI y, más importante, de su habilidad para absorber potenciales pérdidas ante la falta de pago de sus préstamos”.
El pedido de los legisladores era uno de las últimas esperanzas del Gobierno de Alberto Fernández en la apuesta para que el Fondo Monetario Internacional revise la política de sobretasas, que ya había recibido un anticipo con la posiciones diversas del board comunicadas en diciembre, que fue en respuesta al documento final de la cumbre del G-20 que consideraba el pedido argentino.
El FMI estimó que los países deudores habrán pagado más de US$4.000 millones en sobrecargos por encima de los intereses y comisiones desde el inicio de la pandemia hasta fin de 2022. En el caso argentino, tras el acuerdo Stand By alcanzado en 2018, los sobrecargos están calculados en US$3.000 millones.
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