Exclusivo: Citi mantiene previsión de leve crecimiento de 1,5% para Ecuador

La empresa de servicios financieros dijo a Bloomberg Línea que el ajuste fiscal, enfocado en el recorte al gasto público, es ineludible para el país

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QUITO — En una entrevista con Bloomberg Línea, Fernando Díaz, economista de Citi para Ecuador y el Cono Sur, habla de las previsiones de crecimiento del país para este año, que son bastante modestas y menores a las esperadas por el Banco Central (2,54%). Díaz considera que el ajuste fiscal que se tiene que hacer para cumplir con el programa del FMI frenará el aumento del PIB, pues “con el gasto público contrayéndose es difícil que la economía crezca bastante más”.

Además, ve con buenos ojos que Ecuador salga a los mercados internacionales este año, es más, era algo que lo tenían previsto y que podría ser positivo para el país en la medida que reestructure su consolidación fiscal.

Para el especialista, uno de los mayores retos que enfrenta el Ecuador es el bloqueo político, pues si bien la situación es estable, el Gobierno de Guillermo Lasso no encuentra el camino para consolidar su agenda económica, especialmente en el Legislativo, lo que al mediano y largo plazo puede complicar los planes de expansión y productividad.

Díaz piensa que el país debe manejar con inteligencia los nuevos ingresos que deja el aumento del precio del petróleo y no destinarlos a cubrir el gasto. Y aunque reconoce que el ajuste fiscal puede tener fuertes costos políticos, cree que no hacerlo ahora solo empeoraría el escenario futuro:

PREVISIONES PARA 2022

Primero quería preguntarle, ¿cuál es la visión que tienen de la economía ecuatoriana iniciando este 2022?

Hay tres cosas importantes. Por un lado está que la economía ecuatoriana en los últimos años, particularmente en 2020 y 2021, ha llevado a cabo ajustes macroeconómicos y mejoras en su economía que lo ponen una situación menos vulnerable. Hay dos ejemplos claros: uno son las reservas internacionales que en 2020 llegaron un mínimo de US$ 2.000 millones y hoy son sustancialmente mayores. Eso vuelve a la economía más sólida y muestra que el sistema bancario tiene más liquidez.

Por otro lado, las condiciones externas -con el aumento del precio del petróleo- también van a ser favorables para Ecuador y eso es positivo. El impacto del precio del petróleo en la economía ecuatoriana es a través de las cuentas fiscales, por cada US$ 11 que aumenta el barril, Ecuador tiene una mejora fiscal de más o menos US$ 1.000 millones. Con un barril arriba de US$ 80 dólares va a haber una mejora fiscal sustancial y eso le da bastante aire al Gobierno y a la economía ecuatoriana en general. El tercer componente de mediano plazo es que si bien la economía ha mejorado sus fundamentos, todavía le queda ajuste fiscal por hacer.

¿Cuál es la previsión de Citi sobre el crecimiento de Ecuador para este año?

Es más baja que lo que asume el Banco Central. Nuestro pronóstico para el cierre de 2021 es de 4,3% y para 2022 de 1,5%. Tiene que ver con que, en teoría, el ajuste fiscal vendrá por el lado de una baja del gasto público y la relación entre gasto público, demanda doméstica y crecimiento en Ecuador es muy fuerte. O sea, es difícil que la demanda doméstica crezca más que eso con el gasto público contrayéndose y es difícil que la economía crezca bastante más.

El años pasado hubo bastante crecimiento en los dos primeros trimestres y ya el tercer trimestre fue muy poquito, se veía que a la economía le estaba costando seguir creciendo, y si proyectas ese crecimiento del tercer trimestre hacia adelante te da un crecimiento promedio para este año cercano al que tenemos nosotros.

¿Cuáles son las amenazas para la economía ecuatoriana este año?

Por el lado de shocks exógenos, como las nuevas olas de COVID, creo que hay dos riesgos: uno, que el precio del petróleo caiga, esto haría que las cuentas fiscales estén más ajustadas y obligaría al país a emitir más deuda en el mercado o conseguir más financiamiento multilateral. Por el lado de riesgos domésticos, la mayor parte de la reducción del déficit va a venir por una reducción de gasto y eso por lo general es bastante costoso políticamente. Entonces, el riesgo doméstico viene por el lado de que no se pueda hacer ajuste fiscal. Cualquier shock político que afecte la estabilidad del gobierno y su posibilidad de hacer este ajuste fiscal también podría generar un efecto negativo en la economía.

AJUSTE FISCAL Y FMI

Sobre el ajuste fiscal, ¿cuáles serían las proyecciones?

El programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año pronostica un equilibrio fiscal y para el año que viene un superávit de 1,4 puntos del PIB que puede aumentar un poco más en 2024. El país todavía tiene que hacer un ajuste no menor y obviamente la sociedad va generando cierta fatiga al respecto. Aunque el ajuste empezó hace varios años, los desafíos a mediano plazo siguen siendo importantes, por más que la economía se esté volviendo más sólida.

Al momento tenemos una reforma tributaria vigente que sí está impactando a la clase media y que empieza a generar resistencia respecto al Gobierno. Aunque es cierto que se necesitan hacer más ajustes, ¿cómo hacer que los sectores más vulnerables no sean afectados?

Hacer el ajuste fiscal es difícil porque hay que bajar el gasto y en la dinámica del gasto público del Ecuador en los últimos años se ve que el gasto de capital ya ha bajado mucho, lo que queda por recortar son gastos de consumo, que son básicamente salarios, subsidios y eso es costoso políticamente. Obviamente que la forma de hacerlo óptima es buscando no recortar el gasto público pro-vulnerables, no hay que recortar eso, pero hacer el ajuste fiscal es difícil, va a recaer sobre la clase media y es bastante inevitable, pero a la larga no hacer el ajuste va a ser mucho peor para la economía ecuatoriana.

Si Ecuador no puede hacer un ajuste ordenado en los próximos años, se va a quedar sin financiamiento de golpe, el programa con el FMI se va a caer, va a dejar de tener financiamiento con multilaterales y en el mercado. Ahí te quedan dos opciones: hacer un ajuste fiscal de golpe, en vez de hacerlo gradualmente como se está haciendo ahora y que sea mucho más traumático, o tratar de financiarte con el Banco Central, lo que es problemático porque debilita al sistema bancario.

Entonces, a la larga no hacer el ajuste fiscal va a terminar siendo bastante peor para la sociedad ecuatoriana en su conjunto y en particular para las clases más vulnerables.

El Ministerio de Finanzas mostró que el déficit 2021 se redujo a 3,5% del PIB y habló de que será mayor este año, ¿pero cómo perciben que a pesar de ello y de cumplir las metas el FMI no haya entregado el siguiente desembolso de US$ 700 millones?

En el caso de Ecuador está muy claro que las autoridades locales como el Fondo Monetario Internacional están muy comprometidos con el programa. Creo que la expectativa del mercado es que las próximas revisiones van a ser exitosas y por ende los próximos desembolsos se van a llevar a cabo.

Entonces no hay que preocuparse por esta dilatación…

No, es un caso semitípico. No es la primera vez, en el caso de Ecuador y en otros programas con otros países suelen haber algunos atrasos con las revisiones y los desembolsos.

REGRESO A LOS MERCADOS INTERNACIONALES

A inicios de año, el presidente Lasso dijo que el Ecuador planea salir a los mercados internacionales pronto. ¿Es posible que esto suceda con buenas condiciones para el país?

Nosotros siempre esperamos que Ecuador tuviese que emitir deuda en el mercado en el corto plazo. De hecho, si uno mira la última revisión con el FMI ahí se asume que habrá emisión de deuda en el mercado este año, en el año que viene y en el 2024. Entonces, creo que era bastante esperable que Ecuador intente retornar al mercado de deuda en el corto plazo.

¿Habrá un escenario para que las condiciones sean mejores? Con menores tasas y más plazos…

Las tasas de interés están determinadas por la oferta y demanda. Los bonos de Ecuador siguen teniendo tasas relativamente altas, por eso el programa el ajuste fiscal ese es uno de los desafíos. La deuda con relación al PIB va a empezar a bajar en los próximos años, y si empieza a bajar, eso hará que la tasa interés para endeudarse baje también. Si tienes una combinación de menos déficit primario y menos tasa de interés, la deuda es más sustentable y se vuelve un círculo virtuoso.

Logrando este equilibrio, salir a los mercados no sería negativo…

Para entender si una estrategia es razonable o no, hay que verlo en un marco de políticas. ¿Tiene sentido emitir deuda si va a haber un ajuste fiscal y por ende esa deuda va a ser reparable? Sí. Es problemático emitir deuda cuando no hay ningún plan para que los números fiscales mejoren y eventualmente se vuelven insostenible. El programa del Ecuador con el Fondo es consistente, la deuda empieza a bajar como porcentaje del PIB en los próximos años, inclusive ese programa contempla que Ecuador emita deuda en el mercado.

Hay factores que vuelven al programa más desafiante para Ecuador, como hacer el ajuste final en una economía que le cuesta crecer. Si comparamos con el tercer trimestre de 2019, la economía está casi cuatro puntos por debajo del nivel de producción que mostraba hace dos años y medio. Entonces, hacer un ajuste fiscal en ese contexto es difícil y el desafío pasa por ahí.

POLÍTICA, ECONOMÍA Y PETRÓLEO

¿Cómo perciben el tema político en Ecuador?

Está estable, el tema es que está estable en un sentido que no necesariamente le permite al Gobierno implementar toda su agenda económica. Creo que la administración de Lasso, más allá del ajuste fiscal, tiene una agenda pro-crecimiento y para eso es importante atraer inversión externa y al final del día el crecimiento depende de varios factores como el aumento de la productividad y la acumulación de capital -que depende del nivel de inversión o acumulación del factor trabajo-. Además de bajar el déficit, hay que buscar que la economía crezca, pero la situación política, si bien es estable, le impide al gobierno buscar reformas y eso es problemático, porque hacer un ajuste fiscal en una economía que le cuesta crecer es difícil.

Y es evidente que el bloqueo político continuará, al menos en el Legislativo. Con ello, ¿existe el riesgo de que el límite político impida mover la economía indefinidamente?

Es un poco el huevo y luego la gallina. Para que la economía crezca y los inversores y empresarios inviertan con más seguridad, necesitas que la situación esté ordenada y la economía esté fuerte, es un equilibrio un poco difícil de romper.

El subidón del petróleo le ha dado oxígeno al país, ¿pero existe alguna posibilidad de que el precio baje pronto?

No hay mucho consenso en el mercado de hacia dónde va a ir el precio del petróleo. En el caso particular de Citi, nuestros estrategas de commodities esperan que el precio del petróleo tienda a bajar en los próximos trimestres. En el mediano plazo la oferta va a ser muy elástica y la demanda va a empezar a decaer y eso va a ser que el precio petróleo en el mediano plazo tienda bajar.

¿Ecuador debería aprovechar los precios altos del petróleo para ahorrar?, algo que no se hizo en el boom petrolero anterior…

No sé si ahorrar porque aún hay mucho déficit, pero al menos no usar estos dólares extra para aguantar el gasto.

El Ecuador sigue dependiendo del petróleo, no ha logrado cambiar su matriz productiva. ¿Ustedes ven posible que el país dé ese paso?

Si las economías funcionan bien, tienen seguridad jurídica y un macro estable, la inversión florece en muchos sectores, no solo en los sectores donde hay una clara ventaja comparativa como el sector petrolero. Hay muchos sectores que pueden empujar la economía, por eso la caída del precio del petróleo va a significar un desafío, sobre todo para las cuentas fiscales.

APERTURA COMERCIAL Y REORDAMIENTO DE FUERZAS

Y ahí entra la política comercial. Precisamente, el Gobierno está buscando concretar la mayor cantidad de acuerdos comerciales posibles. ¿Es lo adecuado?

Si nos fijamos en las economías que más han crecido en la región en los últimos años, han sido las más abiertas. Abrirse al comercio, por lo general, mejora la productividad, ayuda a que las economías se especialicen en lo que son mejores. En el mediano plazo es importante y tiene que ver con esta idea que comentaba antes de que la administración de Lasso tiene un diagnóstico bueno de cómo hacer que Ecuador vuelva a crecer. Creo que la administración de Lasso es inteligente en el sentido de buscar otra forma de crear, pero bueno, todo lleva tiempo, el impacto no va a ser inmediato.

La inflación en Estados Unidos llegó a niveles históricos y lo que pasa allí afecta directamente al Ecuador, ¿cuál será el peso de que la inflación en ese país siga creciendo al igual que las tasas de interés?

Un poco más inflación, como la que tiene en Ecuador de un poco menos de 3%, no necesariamente es malo porque ayuda a hacer un poco el ajuste fiscal. Otra forma de verlo también es que la deuda de Ecuador hoy no rinde tanto en términos reales como rendía hace un año porque la inflación crece un poco más, entonces se vuelve un poco más sustentable.

Entonces, creo que en el corto plazo la inflación global puede ser más favorable para la economía ecuatoriana que para otras economías. Creo que una inflación de 3% o 4% en el Ecuador no es problemática. El riesgo es si la inflación en Estados Unidos sigue subiendo y eso empuja a la FED a ajustar mucho más la política fiscal y monetaria y las tasas de interés suben; eso puede hacer que le cueste un poco más al Ecuador financiarse en el mercado.

Ecuador es una economía relativamente pequeña, ¿pero cuál considera que son sus fortalezas?

Más que compararla con otros andinos, si uno ve toda la región, creo que hay muy pocos países que tienen gobiernos que están preocupados por empujar reformas estructurales y que creen que la falta de crecimiento de la productividad es un problema, cuando claramente lo es. El problema en Ecuador es el bloqueo político que hace que empujar esa agenda sea difícil, pero si el gobierno va encontrando la forma se va a diferenciar del resto de la región. Además, si el Ecuador consigue hacer un poco de ajuste fiscal, creo que se va a diferenciar bastante.

Precisamente, hay elecciones este año en algunos países y quizá la región termine por girar hacia la izquierda. Así, Ecuador se quedaría relativamente con un gobierno de derecha, aunque cabe decir que Lasso evita meter a la ideología en los temas económicos y comerciales, ¿podría ser esa la estrategia que funcione?

Eso es ser profesionales, las relaciones exteriores tienen que estar orientadas a defender los intereses del país y lo mejor es relacionarse de una forma amigable con otros países. No creo que sea problemático para Ecuador este giro del resto de la región.

¿Ser una economía dolarizada sigue siendo una fortaleza?

En promedio, creo que la dolarización es buena porque la gente en Ecuador la quiere y la defiende. Funciona bien porque da mucha estabilidad de precios. El lado no tan positivo es que, por lo general, el dólar se mueve en la dirección opuesta al precio del petróleo, entonces muchas veces tienes combinaciones de precio del petróleo bajo con dólar fuerte. Es cierto que la dolarización genera mucha estabilidad nominal y también algunos desajustes externos, pero creo que hay una forma de contrarrestar lo segundo con una política fiscal contracíclica.

Si Ecuador hace el ajuste fiscal, baja el nivel de deuda, tiene acceso más fluido al mercado y se puede financiar al 6%, 5% o 7% en vez de al 9%, va a tener más espacio frente a un shock negativo y así ir suavizando el ciclo.