¿Qué busca y qué puede lograr Nicolás Maduro con las nuevas medidas económicas?

Entre la reforma tributaria para la aplicación de impuestos a las transacciones en divisas y reactivación de créditos productivos, la administración chavista intenta cambiar el rumbo de la economía nacional

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Entre el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras, la reducción del encaje legal y la reactivación de los créditos, las políticas económicas impulsadas por la administración de Nicolás Maduro a principios de 2022, tienen como base el pragmatismo y la necesidad de preservar la gestión por al menos los próximos dos años.

Con apenas una liberación de encaje legal de 14%, esta medida para la banca se mantiene siendo el más alto del mundo, incluso por encima de las métricas de la región, cuyo dato está alrededor del 10%, lo que a juicio de Jesús Palacios, economista senior en Ecoanalítica, no tendrá mayor impacto social, así como tampoco el bajo porcentaje aprobado para los depósitos en divisas, situado en 10%, que pueden ser prestados por las entidades financieras.

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“El total de depósitos en divisas está en menos de 800 millones de dólares, por lo que la banca puede prestar apenas unos 75 millones de dólares. El gobierno sigue priorizando el control de la inflación sobre el crecimiento, porque esta es una medida para controlar el crédito bancario (...) libera un poco el encaje pero sigue estando alto, apenas se podría liberar por allí unos 120 millones de dólares más por parte de la banca, lo que podría generar un aumento en la cartera de créditos, unos 200 millones de dólares, y seguiría por el orden de los 500 millones de dólares, excesivamente bajo para el país”, comentó Palacios en contacto con Bloomberg Línea.

La insistencia de la administración chavista por fortalecer el bolívar está lejos de alcanzar su objetivo, aún y con la puesta en marcha de decisiones como la reforma de Ley para Impuestos a las Grandes Transacciones Financieras. Palacios consideró que el IGTF podría terminar causando un un clima de mayor evasión e informalidad, generando que las operaciones en dólares no pasen por el sistema nacional.

“Han podido plantear una estrategia mejor de fortalecer el ecosistema de dólares en el país, fortalecer los depósitos en la banca nacional y empezar a pensar en más presión tributaria una vez que ese sistema estuviese fortalecido”, explicó el también profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, al descartar este tipo imposiciones de impuesto y amenazas para retomar la confianza en la moneda local.

Medidas superficiales

Estas leves modificaciones económicas estarían atadas a una política electoral, de cara precisamente a unas eventuales elecciones presidenciales, y no de carácter macroeconómico o de desarrollo fiscal, considerado así por Alejandro Sauce, internacionalista y magíster en Comercio Internacional e Integración, quien califica estas decisiones de medidas superficiales y totalmente desarticuladas.

“Solo responden a tratar de preservarse estos años por venir, desancladas una de otra de lo que sería una política integral. Fiscalizar este tipo de políticas con sobrecargas tributarias, con aranceles, afectan al tejido productivo, eso va a afectar a los sectores productivos, más allá de las políticas de crédito”, sentenció Sauce, al ser consultado por BL.

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La necesidad de estas medidas de liberación de mercado se encuentra asociada a la decadencia de la industria petrolera y la falta de inversión, de acuerdo a Sauce, lo que hace que la administración de Maduro se aleje de las políticas económicas de Hugo Chávez, no así de estrategias como el desarrollo de medidas durante los momentos más críticos.

Lo comparó con otros escenarios similares, cuando entre 2003 y 2004, Hugo Chávez enfrentaba una baja popularidad y las opciones de revocar su mandato estaban por encima, y este decidió activar misiones sociales, atribuidas al alza del petróleo. Maduro, aunque podría apalancarse igual, en el punto de vista económico, a corto plazo, con respecto al tema del manejo de divisas o a través de la posibilidad de créditos, su gestión que ha sido negativa, será difícil revertirla en la psicología social.

“Pudiera tener un impacto, que es lo que se ha generado en algunos estratos, una percepción de mejoría porque se permiten las transacciones en divisas, la economía se ha dolarizado, y eso de una u otra forma puede ser visto de manera positiva, sin embargo la carga de deficiencia en la gestión pública, fiscal, comercial hace que el gobierno y la valoración, más allá de que unas medidas a corto plazo pudieran generar una sensación de bienestar, o una burbuja, creo que su valoración es altamente negativa. No creo que la sociedad pueda valorar como positiva la gestión económica, más allá de algunas medidas, que por estrictamente necesidades se han tomado”, apuntó el internacionalista.

Popularidad limitada

La posibilidad de que Maduro aumente su aceptación dentro de la población venezolana es descartada por Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, quien hizo referencia a encuestas de opinión pública durante el último año.

“Desde el 2013 para acá no ha habido grandes fluctuaciones en el apoyo a Maduro, casi que podría decir que el piso de apoyo a Maduro y el techo está muy cerca uno del otro y nosotros lo que hemos visto es que Maduro en sus peores momentos llega a bajar al 11-12% de apoyo y en los mejores momentos llega a 16%. Lo único que yo creo que busca es contener la presión social, yo creo que eso es lo que le interesa al gobierno, que circule dinero en la economía para que llegue a algunas personas, le interesa que las remesas sigan llegando, y creo que es una manera de contener la conflictividad social, en principio”, expresó Alarcón.

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El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno también aseguró que se trata de pragmatismo y que al final lo que viene sucediendo es una liberación para que la población encuentre estabilizarse como pueda mientras el Ejecutivo voltea la mirada ante el cómo, y es cuándo entran en la ecuación operaciones no legales.

Para Alarcón, la estrategia del chavismo seguirá enfocada en mantener dividida a la oposición ante el límite de popularidad que presenta. “El chavismo se ha reducido, lo vimos en la elección del 21 de noviembre y por eso es que para el chavismo es muy importante mantener a la oposición dividida para el chavismo ser una mayoría relativa, que no termina siendo una mayoría propiamente, pero cuando fraccionas a la oposición en muchos pedazos, pues terminas quedándote con el pedazo más grande”, agregó.